Karl llega corriendo al instituto tratando de buscar a todos sus amigos, que eran solo Dream y George, pero ellos tenían otros amigos que también podría considerar sus amigos.
—¡Chicos, necesitamos ir al parque ahora! —grita Karl en medio del pasillo.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?
—Vi un letrero de que van a demoler hoy el parque. Tenemos que ir pronto o será demasiado tarde. ¡Avisen a todos! ¡Ya no hay tiempo!
Los tres fueron aula por aula avisando la noticia. Sin darse cuenta lograron formar un gran grupo de personas entre los Kool Kids y otros chicos que frecuentaban el parque y soñaban ser parte de ellos.
Todos fueron en dirección al parque dándose con la sorpresa de que Sapnap seguía así.
Nuevamente habían rodeado el parque con cintas amarillas que indicaban peligro, aún no habían llegado las maquinarias ni tampoco había ningún supervisor. Ingresaron al parque aunque tuvieron que romper las cintas para pasar.
—¿Qué hacen todos aquí? —pregunta Sapnap confundido al ver a tanta gente.
—Venimos a defender el parque. Karl dice que vio un letrero donde dicen que la demolición será hoy.
Sapnap voltea a ver a Karl y este sonríe de forma nerviosa.
Pasaron las horas y las maquinarias comenzaron a llegar. Karl intentó esconderse con el temor de que aparecieran sus padres y lo vean ahí. Si podía defender el parque y no meterse en problemas, entonces no perdería la oportunidad.
—¡Atención a todos los niños y jóvenes que están en el interior del parque! —Karl reconoce al instante la voz de su madre— ¡Si no se retiran ahora mismo del parque, llamaremos a sus padres!
La mujer espera un momento, pero nadie se mueve.
—No creo que esto funcione —le susurra el señor Jacobs.
—¡El director de su escuela está en camino, cualquiera que siga dentro en cuanto llegue, será expulsado de forma permanente!
Sapnap suelta una carcajada.
—Como si alguien se pudiera creer eso —se burla Sapnap.
Sin embargo, son algunos los que salen del parque inmediatamente. Pasan quince minutos y aparece el director de la escuela.
—¡Tienen un minuto para salir del parque si no quieren ser expulsados!
Esta vez son varios los que salen.
—Mierda, se han ido la mitad —murmura George.
Callahan no deja de ver a Sapnap y a la puerta repetidas veces. Parece tener un dilema consigo mismo. No se puede permitir ser expulsado, pero tampoco quiere defraudar a su hermano.
—¿Qué me miras, idiota? —le pregunta Sapnap— Si quieres, vete. A nadie le importa.
Callahan se levanta y sale del parque.
—¡Corre, cobarde! ¡Anda a chuparle la pija al director! —le grita Sapnap.
—Oye, es un niño. No te pases —dice Dream.
—Es solo dos años menor, no un maldito niño.
—De igual forma, no deberías hablar así de él. Es tu hermano.
—Sí, es mi hermano, no el tuyo, por eso lo trato como yo quiera. Y si no te parece te puedes ir.
—Bien. Me voy, imbécil. Luego no vengas a llorar con que el parque es un edificio lleno de oficinas.
Dream sale del parque y George lo sigue como siempre.
—Lo siento —le susurra George a Karl.
Karl ahora intenta esconderse detrás de Sapnap y Sam.
Ahora no son más de quince.
Sapnap parece estar enojado con todo el mundo cada vez que son menos. Ni siquiera se está riendo con Sam como de costumbre. Se mantiene callado, fijando su vista en la nada.
—Lo siento, man —le dice Quackity—. Me tengo que ir a robar al centro o no le voy a poder llevar las tortillas a mi mamá.
Así es como cada vez son menos y Karl cada vez tiene más miedo de ya no poder esconderse de sus padres. Mientras que Sapnap está cada vez más asustado de quedarse solo de nuevo, que simula con su faceta molesta.
La policía no tarda en llegar, se quedan afuera del parque haciendo unas llamadas antes de ingresar.
—¡No pueden hacernos nada! ¡Somos menores de edad! —grita Sapnap.
Pero la policía de todas formas entra al parque e intenta llevarlos a todos. Sapnap toma a Karl y a Sam del brazo y corre hacia las rejas para sujetarse lo más fuerte que puede.
Los demás chicos son llevados por la policía. Sam intenta sujetarse con su mano buena, pero no tiene la suficiente fuerza y uno de los policías se lo lleva.
—Mierda, mierda, mierda —murmura Sapnap nervioso y entrando en pánico—. Solo quedamos nosotros dos.
—No te preocupes. No pueden demoler el parque con nosotros aquí adentro.
Los policías forcejean para que se suelten de las rejas, pero ambos se sujetan con todas sus fuerzas.
—Karl, no quiero que esto acabe. Prométeme que no me dejarás.
—Has sido muy cruel conmigo.
—¿Entonces por qué estás aquí? ¿No estás aquí por mí?
—Porque aquí conocí a las primeras personas que podría llamar mis amigos y si demolen el parque ya no los veré.
—¿Y qué hay de mí? ¿No te gusto? —la voz de Sapnap suena desesperada.
—¿Por qué me gustaría alguien que siempre me trata mal?
—Porque he visto la forma en que me miras, has continuado aquí a pesar de todo y porque tú me gustas, Karl. Eres literalmente el chico más lindo que he conocido y te lo digo nuevamente, porque no me canso de pensar en eso cada vez que te veo. Sé que soy un idiota y que deberías odiarme, pero quiero que me mires por quien soy y no por lo que todos dicen que soy.
—¿Y quién eres entonces? Nunca me cuentas nada de ti. ¿Cómo quieres que sepa quien eres si ni siquiera puedes mostrarte tal cual?
—Es que no soy perfecto, Karl. Nunca he tenido la vida perfecta.
—¿¡Y tú crees que yo sí!?
—Tienes el apoyo de tus padres, tienes el dinero suficiente para vivir mejor que cualquiera de acá, te va bien en los estudios, tienes amigos... ¿Acaso te falta algo?
—No sabes nada de mí. Podría simplemente girar mi cabeza un poco y todo se iría a la mierda.
—¿A qué te refieres?
Karl gira su cabeza un poco y mira a sus padres. Puede notar rápidamente la decepción en sus ojos que se transforma en furia.
—¡Karl Jacobs, ven para acá ahora mismo! —grita su madre.
—¿Cómo...? —Sapnap se queda atónito.
—Mis padres son los encargados de demoler el parque.
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Kool Kids [Karlnap]
Ficção AdolescenteEn el Estado de Texas, Karl y su familia llegan en busca de un nuevo comienzo. Pronto, Karl se sumerge en la cultura del skate y escucha acerca de los "Kool Kids", un legendario grupo de skaters, del que es líder Sapnap. Su determinación por unirse...