Capítulo 22

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Karl termina sus clases, nuevamente sin tener a ningún amigo en su ya no tan nuevo instituto. A veces se siente tan vacío al ver como todos tienen sus grupos de amigos con quien charlar, amigos que los acompañan a sus cosas o que hacen planes para después de las clases. Karl solo se tenía a sí mismo allí.

Se refugia en su teléfono y le manda un mensaje a George, preguntando si es que ya habían terminado las clases, mas no obtiene una pronta respuesta, así que decide ir de todas formas a su anterior instituto con la esperanza de encontrarlo ahí con Dream.

Grande es su sorpresa cuando al primero en encontrarse es a Sapnap. Está afuera del instituto viendo por la ventana de su anterior salón de clases. Está tan concentrado que ni siquiera nota su presencia hasta estar muy cerca de él.

—¿Qué haces?

Sapnap da un sobresalto al escuchar su voz.

—Karl, ¿qué haces aquí?

—Supongo que debería preguntar lo mismo —Karl se ríe al ver a Sapnap tan nervioso—. ¿Y bien?

—Solo quería asegurarme de que Callahan estuviera bien. Sam me ha dicho que unos chicos lo han estado molestando ahora que no estoy.

—¿Y no has pensado en volver a estudiar?

—¿Para qué estudiar si en unos días nos iremos lejos de aquí?

—¿Nos iremos? ¿Ese nos incluye...?

—Te incluye a ti, por supuesto. Te lo dije. No me iré otra vez a menos que sea contigo y pensaba llevarme a Callahan también, aunque creo que lo mejor para él es quedarse aún aquí.

—Pero... ¿a dónde iremos? ¿Con qué dinero?

—Nos iremos lejos, donde nadie nos conozca. Donde podamos empezar de cero y ser solo nosotros. Tú tienes dinero, usaremos eso los primeros días y luego yo trabajaré, mientras tú estudias. ¿Qué te parece?

—¿No crees que es muy apresurado?

—Karl, ¿de verdad quieres quedarte aquí? A ti no te gusta estar aquí y yo ya no tengo nada que me aferre a estar acá.

—Es solo que... no sé si esté listo para hacer una vida lejos de mis padres. Ni siquiera les he contado sobre esto.

—Y no debes hacerlo. Ellos probablemente no te dejen huir de aquí. No lo pienses tanto, Karl. Estaremos bien.

Sapnap toma sus manos con delicadeza y lo mira con esos ojos tan soñadores, a pesar de haberlo perdido todo, aunque ahora había encontrado para lo que el era todo.

—Estaremos bien.

—¡Hey, Karl! —grita George a unos metros de distancia de ellos— Perdón por no haber leído tus mensajes antes. Estábamos configurando unas cosas para la creación de nuestro servidor de Minecraft.

Atrás de George aparece Dream y ambos se detienen al darse cuenta de quien estaba junto a Karl.

—Bueno... Hablamos luego —dice George nervioso, regresando por donde vino.

—¡No, George, espera! —grita Karl sin obtener su atención— ¿No ibas a arreglar las cosas con ellos? —se dirige hacia Sapnap.

—Lo intenté, pero George siempre se mete en todo. Bueno... ¿en qué estábamos?

—Voy a hablar con ellos.

—¡Karl! —se queja Sapnap, siendo completamente ignorado.

Karl corre hacia la pareja, esperando poder hablar con ellos.

—Hola, chicos. ¿Qué tal las clases?

—¿Ya se fue Sapnap?

—No sé, pero él no importa ahora. ¿Están enojados conmigo? —pregunta al no verlos tan alegres.

—No, Karl. Nunca nos enojaríamos contigo —le dice Dream—. Solo no nos parece que hables con Sapnap después de todo.

—Pero es mi novio.

—Y creemos que podrías conseguir uno mejor, unos menos... problemático. Alguien que te trate mejor y que no sea un fracasado

—Él no es problemático, además me trata bien. Tal vez no sea perfecto, ¿pero quién es perfecto?

—No tienes que buscar a alguien perfecto, solo alguien mucho mejor que Sapnap. Eres un chico muy brillante y muy lindo, Karl. Deberías buscar a alguien como tú.

—Ustedes no lo conocen como yo.

—Lo conocemos mejor que tú.

—No es su culpa tener la vida que tiene. No es su culpa que su familia nunca lo haya amado. No es su culpa sentirse rechazado por todos. Yo puedo cambiar eso y hacer que mejore, yo puedo arreglarlo.

—¿Mientras te destrozas a ti mismo, intentando encajar tus piezas rotas con las suyas? —George lo mira con pena— Tú también has tenido una vida de mierda y no eres un hijo de puta como él.

—Su vida ha sido peor. ¿Acaso no merecemos ser amados por estar rotos?

—Claro que sí, pero recuerda que todo lo roto lastima, Karl. No es nada sano jugar al psicólogo. Ven con nosotros, te acompañamos a casa.

—No se preocupen, iré con Sapnap —cuando voltea su vista, se da cuenta que ya se ha ido—. Oh...

—Vamos, Karl —lo llama Dream.

...

Ese día sus padres parecen estar más felices de lo normal. Ambos se han puesto a preparar la cena tan contentos y coqueteando con el otro entre pequeños juegos que parecen una pareja de recién casados.

Karl termina de hacer su tarea en el comedor y ordena todos sus libros para que su padre pueda llevar los platos.

—¿Hay alguna razón en especial por la que estén tan contentos?

—Mañana terminamos con la demolición del parque y en unos días nos regresamos a Carolina del Norte —le avisa su padre—. Deberías ir alistando las maletas.

—¿Y qué hay del instituto? Ya estoy por terminar y en unas semanas son los exámenes finales.

—Tienes buenas notas. Te recibirán nuevamente en tu antiguo instituto y te dejarán tomar los exámenes allí.

—¿Y qué hay de mis amigos?

—Harás más amigos.

—¡No! En Carolina del Norte nadie quiere ser mi amigo. Todos creen que soy raro y a nadie le agrado. No encajo allí, papá.

—Tal vez hay chicos nuevos que quieran ser tus amigos.

—No, papá, nadie querrá ser mi amigo.

—Deberías estar feliz de volver a casa, Karl —le dice su madre.

—Ese lugar nunca se sintió mi casa. Mi casa es aquí con mis amigos y con Sapnap —había olvidado lo que le dijo Sapnap. No podía dejarlo ahora—. ¡Si me obligan a irme a Carolina del Norte, entonces escaparé con Sapnap!

Sus dos padres ríen como si de una broma se tratase.

—¡Lo estoy diciendo en serio!

—¿Y por qué no invitas a Sapnap a Carolina del Norte? Tal vez a él le haga mejor respirar nuevos aires —interviene su madre entre bromeando y hablando en serio.

—No creo que él quiera.

—Nada pierdes intentando.







Kool Kids [Karlnap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora