Capítulo 5

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Más tarde

Alguien toca a mi puerta, salgo del baño con una toalla en mi cuello, estaba lavando mi rostro.

-Hola T/n~

¡Es Satoru!

-¡Satoru! ¿Ya tienes tiempo?-le pregunto, la verdad se ve muy tierno con su cabeza ligeramente inclinada a un lado. No entra a mi habitación, sino que se queda afuera, suavemente niega con la cabeza.

-Mañana mismo debo irme y no volveré sino hasta el comienzo del evento con Kyoto.

Oh oh...

>>Así que pensé que podríamos hablar ya mismo. Claro, si no tienes sueño...

Parece apenado, se pasa la mano por la nuca suavemente.

-Por supuesto, ¡no importa! ¿Vamos a tu oficina?-él asiente, salgo con él después de dejar la toalla en la habitación.

Mientras subimos insisto en hacer una parada en la cocina, quiero buscar los Kikufukus que compre para él, los chicos probaron un par, pero el único que ama los dulces aquí es Satoru.

Bueno, yo también.

Tan pronto le extiendo la bolsa, reconoce el logo que tiene afuera y me la quita de las manos enseguida. Parece enternecido y quiero que mis ojos se hayan equivocado, pero me pareció ver un tono rosa bajo la venda.

No voy a darle vueltas a eso...

Ya en su oficina, repetimos lo de la última vez, me siento, él me sigue y se sienta a mi lado con su bolsa de mochis en la mano, probando uno que otro.

-¡Mmm! Gracias T/n~ -dice- No pensé que te ibas a acordar de mí durante tu día de compras.

-Vamos~ no es nada.-si supieras Satoru... si supieras.- Soy yo quien te debe las gracias.

>>¡Oh, sí!- le digo revisando mi bolsillo, tomé su tarjeta antes de salir- Aquí está tu tarjeta.

Satoru la toma despreocupado, y la deja sobre la pequeña mesa.

>>Bien, el evento de intercambio. Escúchame bien, por favor.

Le pido y empiezo a explicarle. Sé que para estas alturas, Yuji deba estar bajo la tutela de Nanami... aún así, no me lo he topado ni una sola vez, supongo que debe ser por Mahito y Junpei. Sin embargo, me concentro en decirle lo importante: hay un grupo de maldiciones de grado especial que están trabajando en conjunto con un usuario maldito.

También hay un miembro de Kyoto, un estudiante que los ha traicionado, se trata de Kokichi Muta-Mechamaru. Le explico los motivos del chico, pero le indico que es importante tener un ojo encima de él.

Asumo que hablará con Utahime.

Volviendo al tema, le explico que la maldición de grado especial Mahito es uno de los más peligrosos, Satoru asiente, despreocupado a todo lo que le estoy diciendo.

>> Ellos están bajo las órdenes de... -suspiro- Geto Suguru...

Satoru hace una pausa.

-Sé lo que pasó con Suguru...-menciono en voz baja- pero, vas a verlo en Shibuya y esa será la distracción para atraparte en el Gokumonkyo...

>>Hay otro usuario maldito ocupando el cuerpo de Suguru actualmente, están planeando atacar durante el festival de intercambio porque quieren robar los dedos de Sukuna.

Sigo explicando que la maldición que lo atacó esa noche en que la que él tuvo que usar su propia expansión de dominio también forma parte de este grupo, al igual que la otra que lo rescató: Hanami. Esta última será la que atacará.

>>Habrán otros más colaborando con ellos que servirán de distracción.-aviso- ten en cuenta que alzarán una cortina donde no puedas entrar.

Satoru me escucha atento, en silencio, es raro verlo tan serio, normalmente tiene una sonrisa de lado... pero ahora me hace recordar su expresión seria en JJK 0 cuando percibió el rastro donde había estado Suguru durante el ataque de esa maldición contra Toge y Yuta.

El silencio se me hace tan ruidoso y pesado que no evito preguntar:

>>Satoru, ¿estás bien?-mi mano izquierda intenta llegar a su antebrazo. Admito que actuo por el calor del momento, me pesa verlo tan afectado, claro que quiero al menos brindarle algo de consuelo. Sin embargo, mi mano no llega a tocarlo. Oh, tiene activo el infinito.- Lo siento.-murmuro retrayendo mi mano.

No llego a bajar mi mano, cuando la atrapa con la suya propia, sus largos dedos se abren paso entre los míos y atrapa mi mano suavemente. A diferencia de la primera vez, su mano está fría. Paso saliva nerviosa, sé que tengo acelerado el corazón.

-Perdóname, T/n -lleva mi mano a sus labios, sutilmente deja un beso sobre mis nudillos-, es solo que... es mucha información para asimilar.

Dice con su rostro hacia mí. La venda me impide ver sus ojos, pero sé que se encuentra vulnerable. ¡por eso lo atraparon en Shibuya!

Con las mejillas arreboladas y mi mano libre temblando, acuno su mejilla y apenas le doy una suave caricia con mi pulgar.

-Satoru... yo...-suspiro- tengo más cosas que decir, pero creo que está bien así, por ahora.

Él asiente, apoyándose un poco contra mi mano, luego emite un sonido de afirmación suave y se pone de pie, yo lo imito.

>> Antes de irme... ¿me dejas... puedo, darte un abrazo?

Ladea su cabeza y no emite palabras, simplemente abre sus brazos para mí. De puntillas, extiendo los brazos a su cuello y oculto el rostro en su clavícula. La tela del cuello alto de su suéter huele muy bien, como a un perfume costoso y fino que solo le queda bien a él.

Para mi sorpresa, su rostro se oculta en el espacio entre mi cuello y hombro, sus brazos se cierran en torno a mi figura. ¿Por qué me siento en casa dentro del cálido abrazo de este hombre?

Satoru, hace días eras la ilusión de todas las chicas, incluyéndome. Ahora, estoy frente a ti, en tu mundo, siendo yo la forastera que puede desaparecer en cualquier instante, ¿por qué me duele el corazón de tan solo pensar en no volver a verte?

Acaricio con suavidad sus suaves mechones blancos con mi mano durante un ratito, y aprovecho su proximidad para dejar un casto y suave beso en su sien.

Mis mejillas se encienden, mi corazón se acelera aún más... Me alejo con suavidad, y me sorprende notar que Satoru hace lo mismo más despacio, como si no quisiera que acabara.

-Descansa T/n- me dice y revuelve mis cabellos riendo suavemente.

-También tú, Satoru.- me río con él- Buen viaje.

Le deseo antes de salir por la puerta, directo a mi habitación.

El corazón me late a mil por hora y puedo jurar que estoy tan roja como un tomate. Ese hombre me trae mal... y estoy tan angustiada, lo único que me queda es rezar que funcione el plan: que cambie el rumbo de la historia para bien...

De lo contrario... no sé si esté preparada para verlo morir a manos de Sukuna.

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Si te sucediera mañana mismo y despertaras en JJK antes del accidente de Shibuya, ¿qué harías?

Escape a la Realidad (Satoru x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora