Satoru ríe y apoya sus manos en sus caderas despreocupado. Escucho que Sukuna chasquea la lengua.
-Heh~ ¿Qué pasa Sukuna? ¿Te tomé por sorpresa?-se burla. No lleva su venda, sus ojos azules brillan peligrosamente.
Pero no creo que esté usando su técnica, a fin de cuentas Yuji solo ha ingerido un par de dedos.
Aprovecho de secar mis lágrimas con cuidado y suspiro tranquila.
-Tsk... me las vas a pagar- dice viéndome, pasa su pulgar por su labio inferior con una media sonrisa. Frunzo el ceño y volteo los ojos, molesta.
Satoru se pone de frente a él, con las manos en los bolsillos. En cambio, Sukuna se sacude la ropa, ignorándolo como si el golpe que recibió no fue nada.
>> Vamos mocoso, ¿qué esperas?- habla al aire, y en un instante las marcas desaparecen de su rostro, los pequeños ojos se cierran y parece perder altura y cuerpo.
Dejando en su lugar a un joven: Yuji.
-¡T/n-san!-el chico hace una reverencia, no me ve a la cara.- ¡Cómo lo siento! ¡Juro que intenté cambiar con él más antes, pero no podía!
Junta sus manos al frente.
-Ya ya...-asiento cansada, sé que no es su culpa- Anda a descansar, mañana tienes un largo día.
Su estómago ruge y silenciosamente se aprieta la panza con ambos brazos, hace otra reverencia y se marcha, puedo notar que tiene las orejas coloradas, pobre niño.
Al final sí tenía hambre... pero, ¿cuál de los dos? ¿O los dos? Mmm... raro.
Poso la mano sobre el trazo de besos que dejó en mi cuello viendo al suelo, gracias a cielo que Satoru llegó a tiempo, posiblemente el minuto hubiera acabado y el cambio se habría hecho dejándome en una situación más incómoda.
-¿Te hizo daño?-la suave voz de Satoru me sorprende junto a su cálida mano sobre la mía.
Mis ojos chocan con los suyos y niego suavemente, un pequeño puchero en mis labios.
>>Déjame ver- dice, más no me da tiempo a reaccionar, se inclina hacia mí, quita mi mano y examina mi cuello.
Su otra mano toma mi mentón suavemente, paso saliva. Esta cercanía me hace sentir nerviosa. Se queda en silencio, sus ojos se entornan en seriedad y recuerdo que usualmente Satoru discute todo en su mente, acostumbra a mantener una conducta relajada ante los demás.
Río por bajo sin gracia, de forma corta. Alzo la mano y tomo la suya que está sobre mi mentón.
-Está bien Satoru, puedes decir en voz alta tus pensamientos.-Le pido- ¿Dejó alguna marca? No sentí que me mordiera... aunque suene descabellado: me estaba besando.
Pregunto. Él niega con el ceño fruncido.
-¿Ryomen Sukuna, te estaba besando?¿Qué ocurrió?
Para mi sorpresa, suena genuinamente fastidiado. Suspiro.
-Aquel día cuando llegué...-le explico que Yuji me acompañó con Yaga- Bueno fue mera curiosidad -me rasco la nuca incómoda... supongo que no debí-, solo le toqué el rostro a Yuji y los zurcos que tiene en los pómulos.
Satoru está concentrado en lo que le digo, su rostro cerca del mío, mi mano aún sujeta la suya.
>>Sukuna apareció en la mejilla del chico y me amenazó, dijo que casi me arrancaba la mano por tocarlo y ahora lo creo.-comento- Justo ahora Yuji tomó mis manos para despedirse, supongo que eso fue suficiente para que Sukuna tomara el control.
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Escape a la Realidad (Satoru x Lectora)
Fanfiction-¿Y bien? ¿Puedo tomar mi mano de vuelta?-pregunta despreocupado con un tono irónico en su voz. -Es cálida...-murmuro muy bajito. No puedo creerlo. -¿Uh?-emite un sonido a modo de pregunta. Su mano es cálida, ¿por qué? Usualmente en los sueños no o...