Escape a la Realidad (Satoru x Lectora)

Capítulo 30

-¡Rojo! -escucho la voz de Satoru atrás de mí antes de sentir que alguien me lleva en brazos.

-¿Nanami?-pregunto confundida. El rubio me deja metros lejos de Sukuna antes de guardar una posición de pelea, mi mirada se centra en Sukuna una vez mis pies tocan el suelo y veo que Kashimo ha ido a la carga.

Sin embargo, Sukuna desata un gran golpe que abre un abismo en la tierra y con gran velocidad ataca a Kashimo con varios golpes, dejándolo fuera de combate. El de cabellos plata cae a suelo inerte.

Mi respiración se corta al entender que Kashimo no podrá seguir la pelea porque Sukuna acaba de matarlo.

Higuruma va al ataque sin demora y se le une Kusakabe, el abogado logra confiscar la herramienta maldita por fortuna, pero veo que Takaba no está y Yuta tampoco, alzo la mirada y no veo rastro de Hakari tampoco...

Mmm... me siento preocupada... Maki se ha ido en busca de las chicas, en especial del ángel y ahora Sukuna ha recuperado su forma original.

Demonios.

No podemos permitir que se nos salga de las manos.

Satoru sigue a la carga en los ataques junto a Nanami, y se desata una pelea entre los tres muy intensa donde comparten golpes contra Sukuna y éste les asesta un par.

Satoru y Nanami retroceden, Ino va al ataque y Choso junta sus manos en un intento de atacar a Sukuna con sangre penetrante pero Sukuna perfora su pecho con un golpe.

Ugh.

-¡Choso! -exclama Yuji y se une a la pelea.

Voy más atrás de él y Nobara me sigue.

-¡T/n!- me llama Satoru, mi mirada se pierde en un punto cercano en el cielo. ¡Hana!

-Satoru, ¡ven!- lo llamo.

Si Yuji y Nobara logran tocar el alma de Megumi al golpear a Sukuna... podremos comunicarnos con Megumi y tal vez lograr separar sus almas de una vez por todas.

Nobara prepara su martillo y saca unos cuatro clavos que lanza a Sukuna. Veo flamas azules en las manos de Yuji mientras asesta un par de golpes, desenvaino mi espada y me lanzo al ataque:

Sukuna ríe y mi respiración se corta al notar que ha detenido mi ataque y está sujetando mi espada con dos de sus manos.

Una onda de energía maldita es disparada a un lado y escucho a Yuji quejarse. Ugh, puedo jurar que Sukuna lo ha atacado con sus cortes.

De sus manos sale un humo mientras detiene mi espada, como si el contacto de la espada con su piel le quemara literalmente, pero Sukuna no hace nada para evitarlo. En su lugar forcejea conmigo hasta quitarme la espada y la arroja a un lado, trato de retroceder pero Sukuna peina el suelo con una patada que esquivo de un salto.

Ahí es donde Sukuna con rapidez me sujeta en aire, dos de sus manos en mi cintura y el otro par sujeta mis piernas.

-¡¿Qué crees que haces?!- Nobara grita.

-¡Suéltala! -ordena Satoru- ¿Qué pasa? ¿No puedes con todos nosotros y ahora usas a T/n para evitar otro ataque?

El albino le sonríe de lado, pero veo que su mirada tiene un brillo peligroso.

Sukuna ríe en respuesta.

-¿Acaso no te das cuenta? -Sukuna se mofa- la pequeña T/a sigue volviendo una y otra vez a mí -explica-, ¡porque es el destino! ¡T/n me pertenece!

-¿De qué hablas?- pregunto después de quejarme por su agarre y mis manos viajan a sus antebrazos y siento un extraño hormigueo en la punta de mis dedos.- ¡Mi familia se negó a darte otra doncella hace años! ¡Por eso los destruiste!