Capítulo 8

3K 371 43
                                    

No puedo ver nada...

Quiero decir, no me parece que se deba a que estoy en la cocina, pero creo que para este punto ya debieron haber colgado la cortina, pero no veo nada, aunque el ambiente está tenso y extrañamente escalofriante.

Veo mis manos, ¿Será que tengo restricción celestial? Pero, no tengo una fuerza sobresaliente como Maki o Toji... cierro mis puños, decidida.

Nunca lo sabré si no lo intento, además dudo mucho que me pase algo, Satoru debe estar por destruir la cortina, y sin mencionar que Juzo Kumiya debe estar afrontando a Utahime con las chicas. Gakuganji seguro también está con ellos y Yaga con Tengen...

Hago cálculos y cuento mentalmente, ¡Oh no! ¡Mahito logrará robar los dedos! Yo... tengo que ir allí y hacérselo difícil al menos...

Con un peso en el estómago voy a la habitación de Maki, creo que puedo tomar prestadas las gafas que usó el año pasado. Con algo de nervios y pena rebusco en su mesita de noche y encuentro las gafas.

A diferencia de las actuales, éstas son redondas y muy delicadas, perfecto, son las que usó durante el período de Jujutsu Kaisen 0.

Me las coloco, no siento algo distinto...

Necesito un arma. Una herramienta maldita.

Salgo hacia el campo de entrenamiento, veo a los Toge con Noritoshi y Yuji peleando con Hanami, no consigo localizar a Nanami, oh no, oh no... ¡estoy dentro de la cortina! No pasa nada, calma T/n tú sigue corriendo.

Llego al cobertizo cercano al campo de entrenamiento y como pensaba está lleno de armas.

Amm... hay espadas y katanas colgando de la pared frente a mí, pero... sé que esas son casi-malditas así que debo tener algo de energía maldita para que funcionen. Hmp, ¿las descarto?

Sigo rebuscando... veo otro par de Tonfa, arco y flechas, hay varios... no veo por ningún lado alguna réplica de Nube Itinerante, tampoco la Naginata de Maki... tomo el arco y flechas, esto tendrá que servir, aunque carecen de energía maldita. Uhuhu~ voy a una misión suicida.

Agarro una espada con estuche color escarlata y la ajusto en mi cadera, si la suerte está de mi lado por no estar bajo la influencia de guionazo de Gege, para algo servirá. Salgo con el caraj en mi espalda junto con el arco.

El sonido de algo quebrarse con fuerza hace que alce la mirada, Satoru está sobrevolando el área, apenas y distingo su cabellera blanca. No me demoro ni distraigo un instante más, corro dentro de las instalaciones.

Debo entrar al almacén maldito donde tienen los seis dedos de Sukuna. Es difícil porque no especificaron esto en el anime, pero conforme estoy avanzando por los pasillos, algo eriza los cabellos de mi nuca.

Debo estar cerca.

Abro la puerta y entro a una habitación oscura, no en su totalidad. La puerta corrediza apenas da un soplido cuando la cierro, hay estantes frente a mi y al fondo a un lado parece haber una especie de luz tenue encendida, pero es opacada por un mueble.

-¡Esto es perfecto!-escucho una voz melosa murmurar- Están tan distraídos con Hanami que tengo tiempo para llevarme a estos tres también~~

Me hierve la sangre, y sin controlar mis pasos corro al frente desenvainando la espada. Mi cuerpo se siente extrañamente ligero.

-¡Suelta esos úteros malditos!-arrastro las palabras mientras en un movimiento rápido corto su brazo.

Veo lo que parecen tubos de ensayo llenos de un líquido, hay tres separados aparte.

DaYuM, funcionó.

-¿Oh?-Mahito sonríe torcidamente- No sabía que tendría compañía.- dice, su brazo se regenera con lentitud, yo retrocedo apuntándolo con la espada, mis dos manos sobre la vaina.

-¡T/n!-volteamos a la dirección de la voz, ¡se trata de Nanami!- ¿Por qué no estás con Iori-san?

¿Uh? ¿Utahime? El rubio se acerca.

Sin embargo, en medio de mi confusión Mahito actúa rápido y me ataca con una fuerte patada en el costado, caigo al suelo, el metal de la espada choca contra el suelo.

Ugh, mi cuerpo.

Conque por eso no estaba en el campo de batalla. ¡Ya veo! ¿Planeaba emboscar a Mahito?

Ups... tal vez me metí donde no debí.

>> Vaya~~ ¡pero qué divertido!-exclama Mahito. Trato de levantarme, apenas logro dirigirle una mala mirada. Pero el peligris está mirando a Nanami con mofa.

>>Por mucho que desee acabar con los dos, tengo que irme... tendremos que dejarlo para después-Nanami se acerca a mí.

Escucho sus pies descalzos chocar contra el suelo en su huida. Supongo que ha tomado los úteros malditos junto a los dedos de Sukuna. ¡Maldición!

-¡Nanami, síguelo! Está débil desde su encuentro con Sukuna, ¿recuerdas?- exhalo después del esfuerzo. Aprieto un ojo y me hiperventilo tratando de pasar el agudo dolor.

El rubio sigue tras la maldición mientras trato de incorporarme. Al menos el desgraciado me dio una patada y no me tocó...

Me levanto a duras penas después de un rato y salgo del almacén con la espada envainada, el arco en mi temblorosa mano derecha. Estoy sudando frío, a mi vista llegan puntitos negros y la exhalación que escapa de mis labios se ralentiza.

Ugh, me voy a desmayar. Me duele... demasiado.

No sé que me quebré esta vez.

Sin más control sobre mi cuerpo, mis párpados se cierran, suelto el arco que cae a un lado y más atrás me dejo caer igual. Esperando chocar contra el frío suelo de madera, siento que alguien me sujeta y suelto un quejido de dolor.

-¡T/n! ¿Pero qué...?-es Satoru. Aprieto los ojos antes de abrirlos con lentitud.

Mi mirada color ___, se encuentra con sus ojos azules y por un momento siento que todo se detiene. Mi respiración se corta por la sorpresa.

Qué... qué hermosos ojos.

El albino sonríe de lado al tiempo que chasquea la lengua para reír por bajo.

>> Así que estás lo suficientemente loca como para hacer este trabajo... es una pena que seas tan débil-comenta, a lo que yo apenas sonrío. Mis párpados se cierran, ya no puedo mantenerme en pie.

Siento que remueve el caraj y desabrocha la correa que sujeta la espada a mis caderas, me alza en sus brazos y allí es donde pierdo la consciencia.

Escape a la Realidad (Satoru x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora