Escape a la Realidad (Satoru x Lectora)

Capítulo 32

-¿Qué opinas?

Es la pregunta de Satoru después de contarle su plan. Megumi parpadea y frunce el ceño, su mirada va del albino a mí.

-Ahora mismo no tengo respuesta.-dice y se rasca la nuca. Siento una gotita de vergüenza bajar por mi frente.

Pobrecillo... apenas está despertando.

-No pasa nada, Megumi- digo-, tómate tu tiempo.

>>Oh, iré en busca de Shoko.

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Después que Megumi acabara con el hechizo que había iniciado Kenjaku, los juegos del sacrificio terminan y Tengen es recuperado.

Curiosamente, el proceso ha generado un rejuvenecimiento en él, de modo que en lugar de ser una criatura de rostro rectangular, se presenta como una persona joven de abundante cabello y rasgos delicados.

Con las barreras a salvo y la reparación de Tokyo adelantada, los altos mandos deciden dejar su régimen estricto de leyes y penas de muerte, lo que está en la mesa ahora es un orden estructurado en el mundo Jujutsu que permita un poco más de libertad a los hechiceros, para que sin tanta tradición puedan desarrollar su poder por completo.

Satoru parece satisfecho con los resultados de lo que ha logrado. Con el clan Zenin casi destruido, el clan Gojo sigue encabezando entre las -ahora- dos familias más grandes, siendo seguidas del clan Kamo.

Poco a poco el mundo parece recuperar su normalidad y tan solo han pasado dos semanas desde que Megumi despertó.

La diferencia es que la escuela técnica Jujutsu junto a su hermana en Kyoto, se han convertido en centros de refugio y entretenimiento para hechiceros. Con todas las bajas que han ocurrido y sin nuevos descendientes de los clanes no hay nuevos hechiceros que enseñar.

Igualmente, Satoru y yo vamos todos los días. Pese a los cambios, realmente las cosas están en calma, lo cual es un alivio.

Sin embargo, aún no da su respuesta sobre si quiere mudarse con nosotros o no.

Doy vueltas a los panqueques, una vez listos hago una pequeña torre, dejo un par de fresas en la cima, añado un poco de miel y crema batida. Repito los pasos con otro plato, el mío.

-Satoru~ -llamo-, ven a desayunar.

Dejo los platos en el mesón y no pasa mucho cuando tengo a mi albino al lado.

-Mmm~~ huele muy bien.- dice dejando un beso en mi mejilla.

-Vamos, come- le animo sentándome junto a él en el mesón de la cocina y tomando mi café.

Satoru me muestra su móvil, veo una casa grande, con fachada tradicional japonesa en un campo espacioso que tiene un lago. Hay mucho verde y se ve realmente pacífico.

-¿Te gusta?

Asiento.

-Se ve muy pacífico y lindo ¿Dónde es?

-Al final opté por Hokkaido -sonríe y me mira con sus hermosos ojos azules-, es nuestra.

-Satoru, ¡me encanta! -le digo emocionada-, ¿cuándo podemos ir? Oh, por cierto, ¿Megumi te dicho algo?

-No~ -sonríe- pero hoy hablaremos.

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