35 Sabe A Mora Azul

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⚠️ *el siguiente capítulo podría no ser apto para menores de edad,  se recomienda discreción*❗

La respiración de Gerardo aumentaba no podía creer tanta belleza que tenía pinkie
Pinkie viendo a Gerardo se dio cuenta que se había enamoradoLa respiración de Gerardo aumentaba no podía creer tanta belleza que tenía pinkie
Pinkie viendo a Gerardo se dio cuenta que se había enamorado de la chica más hermosa, se besaron porque se atraían uno al otro.

Gerardo acarició las caderas de Pinkie y al mismo tiempo penetraba lentamente pero Pinkie no podía esperar más y lo tomo de las nalgas y lo jalo hacia ella soltando un suspiro de dolor y placer al saber que le estaba dando su virginidad al chico que ella amaba.
Gerar comenzó a penetrarla lentamente era una sensación muy deliciosa sentir que era angosto y tibio del interior de él cuerpo de Pinkie.

Pinkie se movía y genia sus pechos se movían con tal sensualidad que Gerar  no pudo resistir la tentación de chupar una de las tetas de Pinkie.

Pinkie -  ah ah ah Gerar ah ah si si

El sofá se movía al ritmo de su amor, la madera rechinaba y los genios de pinkie parecían un coro de ángeles.
Pinkie levantó las manos para que Gerar chupar la otra teta y saboreo ambas pechos de Pinkie le daba suaves mordidas lo cual parecía gustarle a Pinkie.
Pinkie apretó con sus piernas las caderas de Gerar,  el sentía un lugar donde no podía pasar cada ves que la penetraba,  era como una barrera, intentando pasarla la penetraba con más fuerza y más rápido aunque era muy angosto el quería explorar todo el interior de Pinkie,  ella quería que Gerar entrará también aunque sentía algo de dolor era más rico el placer. Hasta que por fin logró pasar esa barrera dentro de Pinkie y sintió como su pene entró aún más entre las piernas de Pinkie.

Pinkie - aaaaah! Espera,  espera.

Gerardo se detuvo y Pinkie suavemente acostó a Gerardo y se subió sobre el lentamente dejó caer su cuerpo sobre el de el, en su cara se veía como que Pinkie estaba tocando el cielo y Gerardo sintió que casi podía tocar el alma de Pinkie.

Pinkie sentía que el pene de Gerar estaba aún más dentro ella quería que entrará aún más con cada ves que ella subía y bajaba sentía que su alma salía de su cuerpo y regresaba, era una sensación más rica que cualquier caramelo o chocolate que alguna vez probó y penzo mientras se sentía desnuda por un instante.

Pinkie -  quizás me vuelva adicta a esto.

Los gemidos de Pinkie eran más fuertes que quizás se escuchaban afuera de la casa pero a ella no le importaba porque le gustaba la sensación de como la penetraba Gerar.

Pinkie - si si ah ah ah ah ah

Ella sentía que algo explotará dentro de su cuerpo en cualquier momento pero aun así quería seguir haciendo eso, brincaba cada vez más rápido sobre Gerar, el sofá comenzó a rechinar más fuerte y pinkie tomó las manos de Gerar y coloco una sobre su pecho para que acariciar a su teta mientras saltaba sobre el, la sensación de placer era tanta que casi sentía como pasaba el pene de Gerar sobre sus paredes vaginales.

De un moneto a otro Pinkie sintió que algo entró dentro de ella con una velocidad que parecía una bala, Gerar sintió como su semen atravesaba el interior de pinkie,  los dos gritaron de placer.

Pinkie - Te amooooo!!!

Gerar - te amo pinkieeeee!!!

Se escucho el grujir y se quebraron las patas del sofá al caer al sofa Pinkie sintió como el pene de Gerar entró aún más sintió que llegó asta el fondo

Pinkie - aaaaaah!!! 

Y ahí se quedaron besbadose hasta que se durmieron abrazados después de tocar el cielo.

Un Amor de algodón de azúcar azul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora