36 Persiana Americana

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Amaneció día lunes aun no habi salido el sol Gerar despertó en el sofá cubierto solamente con sábanas escucho otra vez ruidos en la cosina y un holor delicioso a comida, se puso el pantalón y se asomo a ver Pinkie cocinando con la camisa de el puesta.

Pinkie -  buenos días.

Gerar - buenos días linda Pinkie.

Pinkie -  se me quemaron un poquito las pechugas, pero al menos aprendí una lección, nunca volver a cocinar desnuda.

Al escuchar eso Gerar quedó sorprendido e imaginando a Pinkie cocinando desnuda.
Pinkie se hareco y le dio un beso.

Pinkie - por eso fui corriendo a traer tu camisa

Gerar - a... Si por eso no la encontraba

Pinkie - ahora siéntete que te daré de desayunar

Gerar se sento mientras Pinkie servía la comida muy sonriente, al terminar de pinkie recojio los platos.

Gerar - estuvo delicioso, gracias por la comida Pinkie.

Pinkie -  oh, si te gustó la comida espera a ver lo que te tengo de postre

Gerar - me pregunto cual será el postre

Pinkie - es pastel de Pinkie

Diciendo esto y Pinkie se sento abierta sobre las piernas de Gerar besandolo con deseo de nuevo, Gerar noto que debajo de esa camisa que Pinkie carga no llevaba ropa interior.
Gerar tomó la si tura de ella, ella se movía para adelante y atrás lenta con mucha sensibilidad, Gerar vio la cara de Pinkie era de exitasion. Gerar le beso el cuello, poco a poco levantaba esa camisa que cargaba deslizando sus manos por las nalgas de Pinkie.
Pinkie se bajó de él le tomó la mano y en el oído en forma de secreto le dijo con una voz que se notaba por ardiente de su pasión.

Pinkie - quiero que me hagas lo mismo de anoche pero en la ducha.

Pinkie y Gerar se fueron a la ducha y mientras caminaba Gerar dejó sus pantalones en el camino y Pinkie la camisa que cargaba cerca de la puerta del baño.

Al encender la regadera Pinkie dejó que el agua recoriera su cuerpo sensual y desnudo, y salto a los brazos de Gerar.

Pinkie - uh... Esta fría el agua.

Gerar tenía a una Pinkie empapada entre sus brazos, la conezo a besar, y acariciar esas caderas tan sexis hasta tocar sus nalgas las cuales apretó, mientras las apretaba recostó a Pinkie contra la pared sin dejar de besarla, ella subió sus piernas rodeando la cintura de Gerar, y sintió como la penetraba lentamente.

Pinkie - aaaah!!!

En la espalda de Gerar caía el agua de la regadera, lentamente fue penetrando a Pinkie, su interior seguía estrecho y tibio, Pinkie lo abrazo y le dijo al oído respirando con placer.

Pinkie - hazme sentir lo mismo, yo creo que ya me volví adicta a esto

Gerar - claro que te are todas las veces que tu quieras Pinkie mi amor

Comezi a meter y sacar su pene, y cada ves que lo hacía Pinkie sentía más rico.

Pinkie - ah ah ah ah más, más mas rápido

Gerar le dio más rápido mientras le sostenía las nalgas se escuchaba como sus cuerpos mojados chocaban entre sí una y otra vez.
Pinkie sintió otra vez esa sensación de que algo explotaria en su interior, ella quería sentir eso de nuevo abrazo muy fuerte a Gerar y también se movía mientras Gerar la penetraba más rápido. Hasta sentir esa sensación nuevamente era tan rico como se detenía Gerar mientras ella sentía como entreba algo tibio dentro de ella y pido sentir los latidos del corazón de ella en su interior.

Gerar sintió como otra vez lleno a Pinkie con su semen, ella lo miraba y se movía lentamente queriendo que siguiera pero se detuvo y lo beso mientras el agua recorria sus cuerpos.

Un Amor de algodón de azúcar azul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora