Urgidos por la necesidad, entramos apresuradamente a su habitación. Sentía un fuego ardiendo dentro de mí, algo más fuerte que mi propia voluntad. Solo quería más, mucho más. Mi mente había dejado de pensar; eran mis instintos los que tomaban el control. Solo podía verlo a él y sentir lo que despertaba en mí.
Desesperada por aplacar el fuego que me consumía, tomé la hebilla de su cinturón y se la quité con la mayor rapidez posible. Continué con su pantalón, pero al notar el bulto que sobresalía, una oleada de excitación me recorrió y me hizo torpe. Él también lo deseaba con la misma urgencia, y yo solo quería complacerlo. Nunca antes había sentido tanta excitación por la simple idea de satisfacer a alguien.
Al tocar su erección por encima de la tela, él soltó un gruñido que me hizo estremecer. Lo miré a los ojos y ya no eran de un azul claro; se habían oscurecido, reflejando puro placer y necesidad. En su mirada ardía la misma intensidad que en la mía.
Regresé mi atención a su pantalón, desabrochándolo lentamente antes de deslizarlo hacia abajo. Al quitárselo por completo, pude ver que su erección era aún más impresionante de lo que parecía. Aparté sus boxers, y ahí estaba. Grande. Muy grande. Algo que debí haber imaginado desde el momento en que lo vi sentado en el bar.
—Quítate la camisa, quiero verte completo —le ordené.
Él obedeció, despojándose de la prenda sin apartar sus ojos de los míos. Dios, todo su cuerpo era una obra perfecta. Hombros anchos, bíceps definidos, un abdomen firme y marcado, pero lo que más me atraía era la V de su cintura, el cinturón de Adonis que delineaba su torso.
—Ahora tú —dijo con voz ronca—, también quiero verte completa.
Me desnudé lentamente, y sus ojos no dejaron de recorrer cada centímetro de mi piel. Nunca me había sentido más segura en mi cuerpo ni más deseada. Su mirada lo decía todo.
—Eres preciosa, Eve —susurró excitado, tras inspeccionar mi cuerpo—. O quizás debería decir... Olivia.
—¿Q-que dices?— pregunte confusa
—Olivia—Dijo con una sonrisa malévola, se acerco a mi y comenzo a sacudirme, tomandome por los hombros.— Olivia ,Olivia, Olivia...
—Olivia, Olivia! Despierta!—gritaba Briana, mientras me sacudia.— Se hace tarde!
Me sente en la cama y me estire.
—Ya, ya estoy despierta—Y mojada también. Todo había sido un sueño y a su vez un recuerdo.
—Bañate ya para irnos, son casi las 8:00 am y te recuerdo que debemos hacer los reels hoy.
—Lo sé, lo sé. No escuche mi alarma, lo siento.
—Lo note, estabas completamente inmersa en tu sueño. Parecia que no querias salir de él. ¿Qué soñabas?— pregunto curiosa.
¿Decirle que soñaba con la noche más sensual de mi vida que casualmente habia sido con Slora... o mentirle? Mentirle.
—Nada importante, solo estaba agotada —respondí, intentando sonar despreocupada.
Briana me lanzó una mirada de desconfianza; claramente no me creyó ni una palabra. Llevábamos solo un mes viviendo juntas, justo desde una semana después de que comencé a trabajar con los Linces. Le mencioné casualmente que me estaba quedando en una posada mientras buscaba apartamento, y sin pensarlo mucho, me ofreció quedarme en su lugar. Su departamento estaba a solo 10 minutos del estadio, tenía una habitación libre, y necesitaba ayuda con la renta. Acepté encantada. La desventaja era que, a pesar del poco tiempo juntas, me conocía mejor que nadie en esta ciudad.
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LA FORMA EN QUE TE AMO
Teen FictionOlivia es una recien egresada de la universidad de Chicago, su sueño siempre ha sido trabajar como publicista para las mejores marcas del mundo. Le ofrecen la oportunidad de trabajar con uno de los equipos mas importantes de la NFL. Sin dudarlo, el...