V E I N T E

19 3 0
                                    

El lunes había llegado, todo parecía más tranquilo. Christopher y yo habíamos vuelto a nuestras rutinas, alejándonos un poco de la intensidad de los últimos encuentros. Yo estaba en mi departamento, tratando de preparar el almuerzo, pero mi mente vagaba constantemente hacia Chris. No habíamos hablado durante todo el día, y eso solo me hacía sentir más inquieta. No era típico que él se mantuviera en silencio tanto tiempo después de una noche como la que habíamos compartido.

Justo cuando estaba a punto de mandarle un mensaje, mi teléfono vibró, y su nombre apareció en la pantalla.

Chris: ¿Te has recuperado de anoche?

Sonreí, aunque mi corazón latía más rápido. Siempre sabía cómo hacerme sentir anticipación con solo unas pocas palabras.

Olivia: Apenas. ¿Tú?

Chris: Pensé en ti toda la mañana. Estoy tentado a hacer que esto se repita pronto.

Mi estómago dio un vuelco. A pesar de la tranquilidad aparente del día, sabía que no podría resistirlo por mucho tiempo.

Olivia: Pensé que hoy nos tomaríamos un descanso. Pero ya veo que no puedes dejarlo ir, ¿eh?

Chris: ¿Descanso? ¿Qué es eso? Sabes que no podemos mantenernos alejados el uno del otro por mucho tiempo.

Solté una pequeña risa, sintiendo esa familiar mezcla de emoción y peligro. Sabía que si cedía ahora, el día terminaría como la noche anterior, con ambos perdiendo el control de nuevo.

Olivia: Tal vez necesitemos aprender a controlarnos un poco más.

Su respuesta fue inmediata.

Chris: O tal vez simplemente debamos aceptar lo que queremos. Y ahora mismo, lo que quiero es verte.

Suspiré, mordiéndome el labio mientras consideraba mis opciones. Parte de mí quería mantener las cosas a raya, al menos por un día. Pero otra parte, la más impulsiva, deseaba verlo de nuevo, sentir su cuerpo contra el mío, experimentar esa intensidad que solo él me provocaba.

Finalmente, cedí a la tentación.

Olivia: Está bien. Ven más tarde. Bri sigue con John.

Sabía que no había vuelta atrás una vez que había enviado ese mensaje.

Luego del almuerzo Briana me llamo para avisarme que seguiria con John y que volveria hasta mañana al departamento. Definitivamente la suerte estaba de mi lado. El día transcurrió más lentamente después de haberle dicho a Chris que viniera. Cada minuto se sentía como una eternidad mientras esperaba su llegada, luchando contra esa mezcla de anticipación y nerviosismo que siempre me invadía antes de verlo. Terminé moviéndome de un lado a otro, acomodando cosas sin sentido en mi departamento, como si de alguna manera eso me ayudara a mantener el control.

Finalmente, cuando el sol empezó a caer, el sonido familiar de su auto estacionándose frente a mi edificio hizo que mi corazón diera un vuelco. Caminé hacia la puerta con mi respiración un poco más rápida de lo normal, y justo cuando abrí, lo vi allí, apoyado en el marco, con esa sonrisa casual pero peligrosa que siempre llevaba consigo.

—¿Esperabas a alguien? —dijo con un tono burlón, aunque sus ojos me devoraban.

—Tal vez —contesté, intentando mantener una fachada tranquila, aunque el nerviosismo me traicionaba.

Chris no tardó en acortar la distancia entre nosotros. Entró, cerrando la puerta detrás de él sin dejar de mirarme, y antes de que pudiera decir algo más, me tomo de la cintura con ambas manos y me pego a él. Su presencia llenaba todo el espacio, su calor invadiendo el aire entre nosotros.

LA FORMA EN QUE TE AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora