Silent Cry ᴹᶦⁿˢᵘⁿᵍ

🩸 Preguntas sin respuestas 🩸

El que Jisung se cayera del columpio no era simple coincidencia o cosas de niños, el menor ha sufrido de eso desde prácticamente sus primeros pasos, Jisung se cae o se tropieza constantemente aunque sus agujetas estén perfectamente amarradas y no haya ningún desnivel en el piso que lo haga perder el equilibrio, no hace falta siquiera una piedrita que lo haga caer, simplemente sus piernas son muy frágiles, al principio cuando tenía un año y tres meses que comenzó a dar sus primeros pasos solo, el pequeño niño se caía constantemente, su madre estaba preocupada al ser una madre primeriza y si el niño lloraba porque se caía ella también terminaba llorando junto con el, la abuela del niño y prácticamente toda su familia le dijo que era completamente normal porque no estaba acostumbrado y que así son los primeros pasos de todos los bebés hasta que se acostumbran, el problema se sintió como uno cuando el niño ya tenía 3 años y seguía cayéndose constantemente, lo que hizo preocupar más a su madre y finalmente decidió llevarlo al médico para que le dijeran qué era lo que le ocurría a su pequeño, le hicieron diversas pruebas y estudios bastante costosos como tomografías, radiografías, estudios de ADN, etc y no encontraban nada mal en el menor, hubo algunos médicos que sospecharon de los llamados "huesos de cristal", pero gracias a los resultados de los estudios descartaron completamente esa posibilidad, el tiempo pasaba y no encontraba ninguna respuesta por lo que acudió también con un ortopedista para ver si ahí podía hallar las respuestas e igual fue un rotundo fracaso, la abuela quien claramente esta vez se había equivocado y estaba igual de preocupada por su nieto, por lo que con Jisung probaron de todo, agotando hasta el último recurso, por lo que hasta intentaron con los remedios que le comento una vecina a su abuela asegurando a que al hijo de un primo de un amigo le pasaba lo mismo y ese remedio lo dejo como nuevo -palabras de abuelita- , así pues fue como a Jisung le pusieron hasta cáscaras de huevo en el hueco popliteo (detrás de las rodillas) y aun así, nunca mejoro, cosa que tenía cada vez más deprimida al niño pues había entrado al preescolar y a pesar de su tierna apariencia que llamaba la atención de otros niños, se la pasaba solitario y casi no le gustaba salir del salón por temor a que se cayera cada dos segundos y los demás niños se fueran a reír de él y tratarlo mal, lo que no sabía es que cierto niño comenzó a observarlo de lejos pues no sabía por qué ese niño tan lindo se aislaba por voluntad propia.