☃️ El dolor de un corazón frágil ☃️

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Minho comenzó su aislamiento forzoso luego de muchas lagrimas derramadas y el dolor constante de su corazoncito luego de finalmente haber entendido después de tanto sufrimiento que debido a que sus facciones lo hacían lucir muy serio, ante los ojos de los demás, logrando con una sola mirada asustar un poco a los demás niños, los cuales salían corriendo despavoridos antes de que el logrará terminar musmusitar un suave hola, pues su voz era así, muy dulce y suave en comparación a sus rasgos faciales que lo hacían lucir como alguien con una voz dura y fría, aún así lo intentó, vaya que trató muchísimas veces de hacerse algún amigo pues el también quería salir al patio de juegos con los demás niños y divertirse tanto como ellos lo hacían, ya que en casa no tenía hermanos con quienes jugar, sus primos iban a veces, pero no tan seguido, con suerte los veía cada 3 o 4 semanas no más de una hora, por lo que no era suficiente para saciar sus ganas de diversión que reprimia durante todo ese tiempo que no los veía, hasta que al fin se resigno a que su vida debía ser solitaria para ya no sufrir por lo que dejó de esperarlos y cuando ellos iban a verlo se encerraba en su cuarto y fingía dormir hasta que se fueran, luego de un par de veces ellos dejaron de ir a visitarlo, entonces también continuó con la segunda fase de su plan para ser feliz y dejó de intentar hacer amigos o si quiera hablarle a alguien, lo decidió cuando algunos compañeros comenzaron a inventar que él los golpeaba, nunca entendió por qué lo hacían, pero eso comenzó a causarle problemas pues los niños se le acercaban y empezaban a gritar o llorar de la nada mientras le decían a la maestra o incluso a sus mamas que Minho los maltrataba, por lo que comenzaron a castigarlo mientras los niños disfrutaban cruelmente como la maestra lo aislaba aún más mientras lo tomaba del brazo con más fuerza de la necesaria, causandole dolor y dejandole marcados los dedos con los que ejercía la presión sobre su suave y delicada piel, no pareciendo ser suficiente por lo que le ponía orejas de burro y lo obligaba a sentarse durante todo el resto del día en una incomoda silla pegada a la pared, cosa que aprovechaba otra dejar salir sus lágrimas aprovechando que nadie lo veía y mientras reflexionaba en todo ese tiempo escuchando las risas de sus compañeros a sus espaldas y como algunos lo empujaban cuando la maestra salía porque sonaba la campana del receso, las primeras veces el castigo incluía el prohibirle la salida al receso, el al igual no tenía si quiera ganas de salir por lo que usando todo ese tiempo solo en ese frío rincón llegó a la conclusión de que aceptaría su destino y ya no le hablaría a nadie, nunca más intentaría hacer ningún amigo, así que como ya conocía los trucos de sus compañeros, cuando querían acercarse a él, este


salía disparado corriendo fuera del salón para que no volvieran a culparlo y castigarlo injustamente por cosas que no hacía, se iba a esconder a algún cubículo del baño y salía apresuradamente del lugar a la hora del receso para que no fueran a molestarlo a su lugar seguro así que se escondía tras de los árboles esperando a que salieran todos sus compañeros para poder ingresar a su salón, se sentaba en la silla que le correspondía, cruzaba sus bracitos sobre la mesa y enterraba firmemente su cabeza ahí para dormir sobre su pupitre, hasta que llegara la hora de la salida.



Luego la maestra descubrió que todo lo que aquellos niños decían era mentira, cuando sus padres preguntaron si le pasaba algo a Minho pues estaba cambiando mucho últimamente y no hablaba para nada con ellos, pero no tenían el tiempo suficiente para llevarlo a un psicólogo infantil para que hiciera ese trabajo por ellos, por lo que se les ocurrió que algo raro pasaba ahí pues ellos jamás se tragaron el cuento de que su hijo maltrataba a sus compañeros pues nunca había mostrado un comportamiento violento debido a que era un niño muy dulce y amable.




Aunque si bien su pequeño y puro corazón de un niño de 5 años no odiaba a su maestra, si le tenía resentimiento y sobre todo miedo, por todas esas veces que lo tomó con fuerza de sus bracitos o del cabello y lo humilló frente a todos sus compañeros que eran los verdaderos mounstruos así que en cada una de las veces que la maestra se le acercó e intentó hablar con Minho, el solo bajaba la cabeza y pedía permiso para ir al baño, sin esperar si quiera a obtener una respuesta afirmativa o bien la ignoraba concentrándose en hacer las actividades para no tener quejas y problemas futuros con sus padres, pues ya estaba harto que le preguntan, estaba exhausto, el ya no quería hablar con absolutamente nadie, ya ni siquiera tenia deseos o anhelo de jugar, solo quería dormir todo el tiempo, prefiriendo seguir saltándose las cenas en casa y los almuerzos en la escuela, pero por más difícil que fuera la escuela para él, sabía que faltaba poco para cambiar de escuela e ir a la primaria ya no tenía esperanzas a estas alturas de que allá la situación fuera diferente pero al menos así dejaría de ver a su maestra y compañeros actuales además aún así creía que era mucho mejor estar ahí a imaginarse estar en casa todo el día, todos los días solo y encerrado entre cuatro paredes debido a que sus padres nunca estaban y le daba pavor que lo dejaran ahí solo con un desconocido que lo "cuidara".



Silent Cry ᴹᶦⁿˢᵘⁿᵍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora