😇 Inocentes Mentiras 😇

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Al llegar a casa del menor lo bajo del vehículo con mucho cuidado, el menor se removió un poco pero tanto era su cansancio que no se despertó por lo que Minho encantado lo cargó estilo princesa hasta recostarlo sobre su cama, luego de que la señora Han hubiese abierto la puerta y haya visto el estado en el que venía su hijo por lo que soltó una ligera risita al ver como aún seguía siendo su bebé y agradecida de que Minho lo cuidara tanto y lo tratara con tanta delicadeza y cariño, por lo que ella misma le había hecho de señas para indicarle que lo llevara a su habitación.
Después de posarlo con cuidado sobre la cama, procedió a quitarle los zapatos y a desabotonarle la camisa del uniforme para dejarlo cómodamente en la camiseta blanca sin mangas que usaba debajo de esta y titubeo un poco cuando bajo sus manos para situarlas frente a la pretina del pantalón del menor, se estuvo debatiendo por unos instantes pero concluyó que estaba bien pues no lo hacía con dobles intenciones ni morbo si no que quería garantizar la comodidad del menor por lo que tratando de ver lo menos posible, desató el cinturón, desabotono el pantalón y bajo la cremallera sintiendo como se le cortaba la respiración y su corazón comenzaba a martilleo en su pecho mientras sus manos comenzaban a temblar mientras bajaba la cremallera así que trato de inspirar profundo para relajarse un poco y se mentalizo a que mientras más rápido lo hiciera más rápido podría escapar de esa situación por lo que ignorando ese diablillo que le susurraba en el oído trato de ver hacia otro lado mientras deslizaba el pantalón por las delgadas piernas de su menor para dejarlo en bóxer y una vez fuera rápidamente le coloco una sabana para no caer en sus más obscuras tentaciones y se acercó a su frente para dejarle un suave beso y alejarse finalmente con una sonrisa, la cual se desvaneció al instante que dio la vuelta y vio a la señora Han recargada silenciosamente en el marco de la puerta, la mayor no entendió el porqué se su reacción pues se le había hecho de lo más dulce y tierno la manera en la que Minho trataba y cuidaba de su hijo, por lo que le sonrió dulcemente y se dio la vuelta para comenzar a bajar nuevamente las escaleras.

- Sé que siempre te lo digo Min pero de verdad gracias por cuidar de mi Hannie.

- No tiene ni que pedírmelo sabe que lo hago con mucho gusto.

- Lo sé y lo aprecio, por cierto quieres quedarte a comer o ya tienes que irte?

- Me encantaría, pero lleve a Hannie a comer…  justo antes de venir -estuvo a punto de decir que pizza cuando recordó que era algo que su menor tenía prohibido pues su madre cuidaba aún estrictamente de su alimentación y no lo dejaba comer comida chatarra o basura como solía decirle por lo que rogaba que no le preguntara qué-.

- Oh, ya veo, en ese caso muchas gracias espero que no haya comido algo indebido.

- No para nada, la verdad es que Hannie es muy responsable con su alimentación.

- Me alegra escuchar eso Min, es algo que a menudo me preocupa por eso casi no me gusta que Hannie salga por ahí con sus amigos porque quién sabe que porquerías podrían ofrecerle ellos, me alegra que tu respetes su salud y sus decisiones y no lo obligues a comer esa comida basura.

El mayor sonrío un poco incómodo ante la situación y se dispuso a hacer una reverencia de lejos a la mujer para salir de ahí prácticamente corriendo, esta vez no quería ni por error estar cerca de ella y que de alguna manera pudiera descubrir el aroma grasoso que desprendía su aliento gracias a la pizza orilla rellena de queso y con un montón de aderezo que comió hace un rato.

La mayor sonrió en grande y aunque le hubiera gustado despedirse de Minho con un abrazo lo dejo irse así pues pensó que quizá llevaba prisa y no quería quitarle más el tiempo, ya muy agradecida se sentía por ver como lo llevó a salvo a casa, cuido su alimentación mientras comió fuera esta vez y sobre todo ver como lo arropó con cariño y sobre todo presenciar el tierno beso que le dejó en la frente como si fuera un cariñoso hermano menor,  claro que ella después de todos estos años miraba a Minho como un hijo más.

Silent Cry ᴹᶦⁿˢᵘⁿᵍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora