Meghan
Brooks no se apareció en toda la noche, ni la siguiente a esa, ni la otra, ni la que sigue, ni otra más. Mi curiosidad me va matando lentamente como un veneno que corre por el cuerpo hasta hacer efecto.
Mañana vuelve a ser sábado y no he sabido nada, mañana lo tenían pactado para decírmelo. No he salido de casa a hacer “excursiones” porque sola no puedo ir, pensaba ir con Brooks, pero como no ha enseñado ni la sombra, es imposible.
Félix tampoco ha asistido al instituto en casi toda la semana, presiento que algo malo pasa y aunque mi mente dice: “no vayas a hacer algo estúpido”, yo digo: “haré algo estúpido”
¿Mi hermano habrá atrapado a Brooks y con eso a Félix? Mi intención era decirle a Brooks que mi hermano lo buscaba, pero supongo que ya lo sabe debido al día que le gruñó como si le fuera a morder la cara y desgarrarle el rostro.
Sin embargo, todo parece más tranquilo en el castillo. Papá ya no está estresado y tampoco grita a todo el mundo. Parece como si nada hubiera pasado y todos hayan olvidado que la magia acababa.
Los días han pasado normal, en el instituto nadie menciona nada sobre la falta de magia que se estaba presentando en Elaetus, ni siquiera las hadas han emitido algún comentario o alguna información acerca de eso y eso es lo que más me pone de los nervios.
¿Por qué está todo tan tranquilo?
Hoy o final de la clase pude conversar un poco con Mashine. Aprendimos como montar el caballo y demás, pero mientras yo estaba preguntando cosas al azar para ver cuál me respondía. No se dejaba persuadir muy fácil, realmente fue difícil sacarle algo que valiera la pena saber.
No fue algo demasiado intrigante y necesario, pero creo que es un comienzo, eso sí, nunca dijo nada sobre su antiguo jinete y cada vez que yo intentaba sacar el tema, ella se desviaba o cambiaba su expresión a una más seria, así que dejé de intentarlo antes de que se molestara conmigo.
Estaba preocupada, como si algo le molestara terriblemente y a veces se recostaba al pasto y comenzaba a acariciarse con él, buscando algo. Todo fue muy raro, pero ella dijo que estaba bien y yo dejé de insistir en preguntarle acerca de lo que le ocurría.
Termino de darle comida a los animales que se encuentran cerca del huerto mientras mi pensamientos están desviados en cualquier tipo de cosas menos en este momento.
Los caballos están callados, como si sintieran mi tensión y decidieran quedarse callados, Drio por otro lado me mira curioso, me acerco y lo acaricio un poco para después preguntarle.
—¿Qué sucede? —susurro y le peino la cabellera con mis dedos.
—No es… —antes de que pueda decir algo, otro caballo se adelanta.
—Princesa, la naturaleza dejó de estar conectada con nosotros —dice con nerviosismo.
Frunzo el ceño y miro a Drio, el cual está asesinando con la mirada al otro caballo, el cual creo que se llama Faler. Pocas veces ha hablado, pero de esas pocas veces me ha demostrado ser el más asustadizo y más nervioso de todos, le tiene miedo a muchas cosas en particular y casi nunca sale del establo por estar enfermo la mayoría de las veces. O eso es lo que dice él, ya que los demás caballos dicen que siempre miente para no salir.
—Sí, princesa —Drio vuelve a mirarme—. La naturaleza tiene un vínculo especial con los caballos y mucho más con los voladores —explica.
Busco un banquito y me siento mientras espero que siga hablando. Los conejos entran y se sientan a mi lado a escuchar también, Gio y Geo son hermanas y son las más chismosas de aquí.
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Realeza Encantada #1
FantasyMeghan toda su vida ha sido aventurera, maleducada y desubicada, hasta que tiene que dejar de serlo. La muerte de su padre la hizo viajar hasta el palacio del reino Elaetus con su madre, padrastro y hermanastro, a los qué, aun así, considera una fam...