Meghan
Muerdo el lápiz mientras miro a las hadas dar su clase que no me interesa en nada, a decir verdad.
De nuevo pasa una semana en la que se desaparecen, los dos. Félix lleva dos semanas sin venir a clases y Brooks una semana sin aparecerse por el castillo.
Tengo listo un cuchillo en la cama para cuando se atreva a venir como si nada ha ocurrido. ¿Cómo se atreve a irse por una semana sin decirme nada? Me cae mal.
Muy mordisco ya no arde como al vez que lo hizo y no me cuestionado aún porqué salió de mi habitación así de la nada tan rápido. En toda esta semana solo pude preguntarle a James como se llamaba la niña que le enseñó la canción y salir a buscarla por el pueblo.
Fue complicado, ya que las personas solo querían ofrecerme su ayuda y su comida, hablaban tanto que no me dejaban preguntar a gusto.
Cuando lo pude hacer, ellos solo me dieron una respuesta: silencio. Nadie quería hablar de ella y todos se negaban a saber dónde estaba y a decir que la conocían.
Hasta que me encontré con una anciana que, aunque parecía un poco sospechosa, me dijo que la chica había salido de Elaetus y se fue a otro reino. Muchos especulaban que había ido a trywel, otros que había ido a Reden y otros murmuraban que vagaba por las calles. Eso es lo que me contó la señora, por dinero, claro.
No puedo salir de casa sin que papá me pregunte a dónde iré y James me siga a todos lados como la cola de un perro. Me estresa y a veces lo mando a la mierda, pero no sé inmuta y sigue pegado detrás de mí como si pudiera pasarme algo a mi.
La única opción para que no me siga es decir que estaré aquí mismo y si voy a salir tiene que llevarme un cochero en un carruaje con los caballos voladores.
No ha pasado nada extraño hasta ahora y tampoco quiero que pase.
Ir a trywel o Reden yo sola solo me traerá problemas, y lo pero es que esos problemas me los buscaré yo misma, seguramente. Aparte de que me tienen vigilada, es imposible salir del castillo.
Miro por la ventana y veo el patio. No pestañeo y solo lo hago cuando veo un gato pasear fuera. No cualquier gato, Brooks. Es él. Lo sé. Lo siento.
Me mira y mira hacia atrás para volver a mirarme a mi. Detrás de él, muy, muy lejano, se encuentra Félix con los brazos cruzados y una sonrisa en sus labios.
Miro alrededor para comprobar que ninguno está viendo lo que yo. Veo el puesto de James frente de mi. No está, fue a ayudarle a unas princesas con unas cosas junto a otros príncipes.
Arranco papel de mi cuaderno y escribo una nota.
“Salí a explorar, no te enojes. XOXOXO (besos y abrazos)”.
Levanto el brazo para llamar la atención de las hadas. Me dan la palabra.
—¿Puedo ir al baño? —una asiente y yo sonrío.
Me levanto dejando mis cosas y camino más rápido al cruzar los pasillos. Me topo con alguien, alzo la mirada y lo veo. Oh no…
—¿A dónde vas? —se cruza de brazos.
—Al baño.
Asiente y sigue con su camino. Me apresuro a salir del instituto antes de que James llegue y lea la nota que le he dejado. Trato de no pasar por la ventana en la cual se ve nuestro salón.
Llego hasta donde está Félix mirándome con una sonrisa ladeada en sus labios.
—Meghita —sonríe y yo lo miro mal por el diminutivo.
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Realeza Encantada #1
FantasíaMeghan toda su vida ha sido aventurera, maleducada y desubicada, hasta que tiene que dejar de serlo. La muerte de su padre la hizo viajar hasta el palacio del reino Elaetus con su madre, padrastro y hermanastro, a los qué, aun así, considera una fam...