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Meghan


Ghugia...

Una Ghugia...

Lo he escuchado en algún lado.

Sí.

¿Dónde?

¿En dónde?

En tu sueño...

Pestañeo varias veces teniendo pequeños recuerdos de mi... ¿Sueño?

Sí, supongo que era un sueño, aunque no lo pareciera. Por lo que puedo recordar es una persona que extrae energía. No, ellos no son personas. Seres, son seres que extraen energía. Por eso que es no me permiten acercarme, no me permiten tocarla.

No necesariamente tiene que ver con el tacto...

Según el punto de vista de mi sueño la Ghugia no tocaba al rey. Solo estaba ahí, en el mismo lugar. Entonces ¿Por qué no me hace efecto aunque esté a un metro de ella? ¿Por qué no debilita a Brooks que la está tocando? ¿Por qué Damen y James se sienten bien? ¿Por qué yo estoy bien?

—¿Por qué no puedo tocarla? —inquiero.

Si me dicen lo que ya sé voy a querer tocarla igual. ¿Por qué si estoy tan cerca de ella no me afecta? Damen lo entiendo, Brooks también y ahora dudo de mi hermano. ¿Pero yo? ¿Por qué no me afecta? ¿Por qué sigo de pie? ¿Estoy bien? Estoy bien... lo hago. Me siento bien.

—Aléjenla —murmura Brooks.

Froto mis dedos con los mismos con nervios y un destello me hace mirarlo a él y a todos los presentes para luego respirar fuerte y empezar a desvanecer, careciendo de fuerza, de energía. Caigo hacia atrás y James me agarra levantándome en brazos, con un brazo en mi espalda y otro debajo de mis rodillas.

Se siente como si me estuviese drenando. ¿Cuánto tiempo pasó para empezar a sentir el efecto de la falta de energía en mi cuerpo?

James me lleva lejos de ella mientras que Damen y Brooks se quedan con la Ghugia. ¿Por qué se quedan con ella? ¿A dónde me lleva?

—James, necesito que me expliques, yo necesito... —me remuevo por querer bajar de sus brazos y me sostiene fuerte para evitarlo.

—Lo haré, solo necesito alejarte de ella... —cierro los ojos sintiendo mareos y los abro de nuevo viendo borroso, pero tratando de enfocar.

Ese chico de nuevo. Él que iba a ayudarme anteriormente. Está en lo lejos, con las manos en los bolsillos mientras mira fijamente como me llevan. James no parece notarlo. Aprieto los ojos de nuevo.

—Meghan, aguanta la respiración y cierra bien los ojos ¿Sí? —murmura.

Abro los ojos y frunzo el ceño.

—¿Qué dices? ¿Por qué? ¿De que hablas?

—Solo hazlo. Te dije que iba a explicarte después. Vamos, por favor hazlo...

Me muerdo el interior de la mejilla y cierro los ojos aguantando la respiración. Me sostiene fuerte y su cuerpo se tensa por unos segundos antes de relajar de nuevo su cuerpo.

—Ya puedes respirar...

Abro los ojos cuando me deja en una cama.

—¿Dónde estamos? —me incorporo sobre mis codos y miro alrededor.

—Es... —se rasca la nuca—. La casa de... Damen...

Con todo el trajín del castillo no he tenido la oportunidad de preguntar por qué están los tres juntos, se suponía que James odiaba a Brooks, Brooks a Damen y Damen a todos. Sin embargo, los tres están en un mismo espacio. Sin matarse de alguna manera. ¿Protegiéndome?

Realeza Encantada #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora