En el vasto y sombrío bosque de Millis, donde la luz apenas penetraba entre las densas copas de los árboles y las sombras danzaban al compás del viento, dos figuras se abrían paso con cautela por el intrincado laberinto de senderos.
La princesa Elara, con su porte noble y determinado, caminaba junto a un joven soldado cuyo rostro estaba marcado por la determinación y la valentía. Sus pasos resonaban en la tierra cubierta de hojas secas, mientras las criaturas del bosque observaban desde la oscuridad con ojos brillantes llenos de curiosidad y peligro.
El viento susurraba entre los árboles, llevando consigo un presagio de tormenta mientras las nubes se amontonaban en el cielo, oscureciendo la luz del sol y anunciando la llegada de la noche. Pero ni la oscuridad ni el peligro detenían el avance de la princesa y su acompañante, cuya determinación ardía como una llama en medio de la negrura del bosque.
-El tramo es largo -murmuró Elara, su voz apenas un susurro en el silencio del bosque-. Según el mapa que me dio el comandante, debemos dirigirnos al norte, donde se encuentra el muro fronterizo.
El soldado asintió en silencio, su mirada alerta escudriñando el entorno en busca de cualquier signo de peligro. Sabía que el viaje sería arduo y peligroso, pero estaba decidido a proteger a la princesa y cumplir con su deber, sin importar los obstáculos que se interpusieran en su camino.
-¿Tu padre no se llevó muy bien con el reino la última vez, verdad? -preguntó el soldado, rompiendo el tenso silencio que había caído entre ellos.
Elara suspiró, recordando las tensiones y disputas del pasado. Las relaciones diplomáticas entre su reino y Millis siempre habían sido tensas, especialmente debido a la hostilidad hacia los elfos y otras razas no humanas por parte de una facción del gran continente.
-Mi padre no era precisamente el mejor ejemplo de diplomacia -admitió Elara con pesar-. Pero espero que puedan ver más allá de eso y escucharnos.
El soldado asintió, comprendiendo la delicada situación en la que se encontraban. Sabía que su misión no sería fácil, pero estaba decidido a ayudar a la princesa a alcanzar su objetivo, sin importar los obstáculos que enfrentaran en el camino.
-En ese caso, princesa, usted tendrá otro apoyo si no nos hacen caso -dijo el soldado con determinación-. Aunque no somos muchos, lucharemos con todas nuestras fuerzas para defender nuestro hogar y nuestro pueblo.
Elara asintió con gratitud, reconociendo el valor y la lealtad del soldado que la acompañaba. Juntos, continuaron avanzando a través del oscuro bosque, enfrentando cada desafío con valentía y determinación mientras se acercaban cada vez más al muro fronterizo y a la capital de Millis.
A medida que Elara y el soldado avanzaban por el bosque, el rumor de un pueblo cercano comenzó a llegar a sus oídos. Pronto, emergieron de entre los árboles y vieron ante ellos las modestas casas de madera y los callejones polvorientos de un pequeño asentamiento.El pueblo al que Elara y el soldado llegaron estaba situado en un claro del bosque, rodeado por altos árboles que parecían protegerlo como guardianes silenciosos. Las modestas casas de madera se alineaban a lo largo de calles estrechas y polvorientas, con tejados inclinados que se fundían con el paisaje natural del bosque circundante.
A pesar de su sencillez, el pueblo tenía un encanto rústico y acogedor. Las casas estaban adornadas con macetas de flores coloridas que colgaban de las ventanas y puertas, añadiendo destellos de color al paisaje de madera y piedra. Algunas de las casas más antiguas tenían enredaderas trepando por sus paredes, creando una sensación de belleza salvaje y naturaleza en armonía con la arquitectura humana.
En el centro del pueblo se alzaba una plaza pequeña pero animada, donde los lugareños se reunían para intercambiar noticias y compartir historias. Un viejo pozo de piedra ocupaba el centro de la plaza, rodeado por bancos de madera desgastados donde la gente se sentaba a descansar y charlar.
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Overlord x Mushoku Tensei Vol I
Fiksi PenggemarMomonga se encuentra en un nuevo mundo pero al parecer no es el como lo imaginaba. Una nueva aventura comienza con estrategia y encuentros inesperados que podrian a duda Nazarick y los dragones