Dias del Futuro parte 3

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En una biblioteca subterránea, oculta bajo las ruinas de un templo olvidado, un grupo de académicos y magos trabajaba con intensa concentración. Sus voces susurrantes se entremezclaban con el sonido de pergaminos deslizándose y el chasquido de plumas sobre pergaminos, mientras sus oraciones a los dioses se mezclaban con la esperanza de que el conocimiento que custodiaban permaneciera a salvo.

De repente, un murmullo inquietante se levantó cerca de las pesadas puertas de la biblioteca. La repentina llegada de una figura envuelta en una capa oscura interrumpió el frenesí de actividad. Los académicos y magos, sorprendidos, levantaron la vista de sus estudios, sus rostros expresando una mezcla de asombro y preocupación.

La figura encapuchada avanzó con determinación hacia el centro de la sala, sus pasos resonando en el suelo de piedra. La luz tenue de las antorchas proyectaba sombras danzantes sobre las paredes, añadiendo un aire de misterio a su presencia. La figura se detuvo frente a una mesa central, sobre la cual reposaba un antiguo grimorio envuelto en un aura de misterio y poder.

Un mago de mayor edad, con una larga barba y una expresión de preocupación, se adelantó con cautela. "¿Quién eres y qué te trae a este lugar sagrado?" preguntó, su voz temblando ligeramente con la mezcla de respeto y ansiedad.

La figura encapuchada se descubrió el rostro, revelando una expresión curtida por innumerables batallas. Las cicatrices de su pasado contaban historias de combates y desafíos superados, marcando cada línea en su piel con la memoria de la lucha.

—He traído lo que buscaban —dijo con una voz áspera, cargada de cansancio—, pero también tengo noticias preocupantes.

La presencia de la mujer fue recibida con una mezcla de asombro y admiración por los académicos y magos presentes en la sala. El murmullo de sorpresa se transformó rápidamente en una ovación respetuosa, pues su regreso triunfal marcaba un hito importante en el mundo mágico.

Entre los magos, la incredulidad era palpable. Varios de ellos, aún atónitos, no pudieron contener su sorpresa y comenzaron a hacer preguntas, cada uno ansioso por entender el alcance de su experiencia:

—¿Cómo lograste sobrevivir a todo eso? —preguntó uno, con la voz llena de asombro.

—¿Te encontraron algo en el camino? —inquirió otro, sus ojos buscando respuestas en el rostro de la mujer.

—¿Encontraste lo que buscabas? —interrogó un tercero, esperando detalles sobre la misión que había llevado a cabo.

La mujer, consciente de la intensidad de las miradas que se posaban sobre ella, asintió con una expresión seria y agotada. Se dirigió a los presentes, levantando una mano para calmar el alboroto.

—Responderé a todas sus preguntas, pero antes, debo abordar lo más urgente —dijo con voz firme, su mirada atravesando la sala—. La misión fue más dura de lo que habíamos previsto. Varios de mis compañeros perdieron la vida intentando protegerme, y su sacrificio no debe ser en vano.

Mientras hablaba, una lágrima solitaria rodó por su mejilla, traicionando el dolor que sentía. A pesar de su intento de mantener la compostura, la tristeza en sus ojos era palpable.

—Perdimos valientes aliados en el camino —continuó, su voz temblando ligeramente—. Cada uno de ellos luchó con valentía hasta el final, y su pérdida es un golpe profundo para todos nosotros. Debemos recordar su sacrificio y seguir adelante con la misma determinación con la que ellos enfrentaron el peligro.

Hizo una pausa para recomponerse, consciente del peso de sus palabras sobre los presentes. Los magos y académicos aguardaban en silencio, conscientes de que cada frase revelaría detalles cruciales sobre la misión.

—Los informes eran ciertos —dijo finalmente, su voz firme pero cargada de emoción—. El anillo se encontraba en una de las mesas del gremio.

En ese preciso momento, la puerta principal se abrió de golpe y un joven irrumpió en la sala. Su rostro reflejaba una mezcla de desesperación y alivio. Al ver a la mujer, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras corría hacia ella. Sin mediar palabra, la envolvió en un abrazo fuerte y tembloroso, como si temiera perderla de nuevo.

El abrazo se transformó rápidamente en un beso lleno de fervor y ternura. El joven, con los ojos cerrados, se aferró a ella con una pasión que hablaba más que cualquier palabra. La mujer, sorprendida por el repentino y emotivo encuentro, respondió al beso con una mezcla de alegría y alivio, sus lágrimas cayendo libremente ahora.

—Pensé que te había perdido para siempre —dijo el joven, su voz entrecortada por la emoción mientras se apartaba un poco para mirarla a los ojos.

—Nunca me alejé de ti —respondió la mujer, su voz temblando con una mezcla de amor y tristeza—. Pero el peligro no ha terminado. Tenemos mucho por hacer.

El abrazo y el beso habían sido una explosión de emociones contenidas, un breve respiro en medio de la tensión y la gravedad de la situación. Los presentes en la sala observaron con una mezcla de respeto y comprensión, reconociendo el profundo vínculo entre los dos y el dolor que ambos habían soportado.

- —Gracias por todo lo que has hecho —dijo con un tono solemne—. Sabía que nunca me defraudarías, que siempre lucharías con valentía. No hay palabras suficientes para expresar cuánto valoro tu sacrificio.

La mujer, con los ojos aún húmedos, sonrió con una mezcla de ternura y determinación. Apretó las manos del joven, buscando consuelo y fuerza en su cercanía.

—Lo hice por nosotros, por todo lo que hemos perdido  —respondió con voz suave pero firme—. Pero ahora, debemos centrarnos en lo que viene. La misión no ha terminado, y necesitamos estar preparados para lo que está por venir.

—Juntos, enfrentaremos cualquier desafío —dijo con convicción—. No importa lo que se interponga en nuestro camino, lo haremos con el mismo coraje y unidad que hemos demostrado hasta ahora.

La sala se llenó de un renovado sentido de propósito. La unión entre la mujer y el joven no solo era un símbolo de esperanza, sino también un recordatorio de la fortaleza que podían encontrar en su vínculo y en su compromiso mutuo.

Con un último gesto de apoyo y amor, ambos se prepararon para retomar la conversación sobre la estrategia y los próximos pasos. La batalla continuaría, pero ahora con una renovada energía, inspirada en el poder de la lealtad y el amor compartido, listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara.

NA : Yo sé que todavía no entienden el futuro pero todo cobrará sentido dentro de 10 o 15 capítulos si es que logro terminar xd
Gracias por leer

Overlord x Mushoku Tensei Vol IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora