Capitulo 19

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Abigail

Arreglé los dos moños morados de mi hija en su cabello y le hice unos últimos retoques antes de dejarla correr por ahí. La estaba alistando porque en unos minutos tendríamos la famosa cena con la familia Clifford-Robinson.

Todo el día me la pasé pensando en la cena, no tenía espacio para nada más, solo pensar y pensar en eso.

Emily llevaba un vestido largo de color blanco con pequeñas flores moradas, el cabello recogido en dos colitas y dos moños color lila. Estaba perfecta para esta noche, solo faltaba yo.

Maxim, tenía un traje negro de dos piezas y un pañuelo en el bolsillo del blazer de color rojo, eso quiere decir que tenía que buscar un vestido rojo.

Caminé con la bata de seda cubriendo mi cuerpo y saque del armario un vestido corto de color rojo, tiras gruesas, corset y tipo bolero. Me puse unos tacones negros, arreglé mi cabello en una cola de caballo y me maquillé acordé a la cena.

Mientras me ponía los pendientes, Maxim se acercó detrás de mí y tocó mis hombros.

—Estás hermosa.

—Gracias—Sonreí en el espejo—. ¿Dónde está Emily?

—En la sala, está esperando por nosotros.

—Ya voy a estar lista.

Tomé uno de los perfumes que tenía y me lo apliqué en mis lugares de pulso.

Me levanté de la silla y me ví en el espejo, estaba perfecta, según yo.

Estaba demasiado nerviosa, mis manos estaban frías y todavía no conocía a los padres de Maxim.

—No tienes porque estar nerviosa, Nena. Ellos te van a amar.

—No estoy preocupada por mi, es por Emily. ¿Qué hay si no la quieren? ¿Si no aceptan que estés conmigo por ella?

—Ya hablamos de eso, solo relájate. Vamos.

—Está bien—Extendió su mano y la tomé.

Bajamos tomados de la mano y Emily corrió hacia nosotros con una gran sonrisa. Tomé su mano y los tres caminamos hacia el auto que nos estaba esperando.

Nos subimos con rapidez, y cargué a Emily en mis piernas observando por la ventana la luz de la ciudad en la noche. El trayecto hacia la mansión Robinson duró quince minutos, y poco después nos encontramos frente  a la gran infraestructura.

Salimos del auto y Maxim tomó mi mano con delicadeza junto con la de Emily. Caminamos hasta la puerta y soltó mi mano tocando el timbre.

Suspiré profundamente hasta que el sonido de la puerta hizo que mi corazón comenzará a latir con fuerza. Grité por dentro cuando la mamá de Nate abrió la puerta viéndome de arriba abajo.

—Hola, tía—Sonrió Maxim abrazando a la señora Kendra.

Ella le dió una dormida a su sobrino y nos quedó viendo a Emily y a mí.

—¿Ella?

—Te presento a Abigail, mi novia.

—Un gusto—Le extendí la mano, pero no me la dió. Solo sonrió hipócritamente dando la espalda.

—Ella es un poco…

—Grosera—Respondí lo que ya sabía.

Caminé dentro de la mansión y Maxim cargó a Emily hasta llegar a la sala donde estaba, Nate, su mamá, su papá y los padres de Maxim.

—Buenas noches familia—Saludó Maxim llamando la atención de sus padres.

—Oh, mi niño—Salió disparada del asiento su madre con emoción en su rostro.

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