DÍAS DESPUÉS
Maxim
Salí de bañarme y me encontré con Abby acostada boca abajo en bragas mientras veía su celular, no teníamos a Emily hoy, estaba con mis padres pasando un fin de semana, desde que la conocieron habían quedado encantados con ella, pero era entendible, Emily era un amor.
Desde que estábamos compartiendo más tiempo juntos los tres como familia y los dos como pareja, me sentía muy bien, ella aún no sabía mi cambio tan repentino, pero desde que pasó lo de Leah me hizo pensar demasiado, casi pierde a su bebé por su mala relación con Landon.
Ese suceso me hizo sentar cabeza y pensar si realmente quería estar con Abigail o dejarla para siempre, pero era tan egoísta que no la quería ver con nadie más.
Sin contar que ya me estaba acostumbrado a despertar con ella a mi lado, desayunar todos los días con ambas, hacer el amor después de un día pesado de trabajo, ver sus cosas de maquillaje en el baño, su ropa con la mía, sus joyas, todo. Todo lo que conlleva a tener una pareja, ya se me hacía normal tenerla aquí.
Con Emily era lo mismo, sentía esa extraña conexión con ella que no me dejaba ser indiferente cuando se trataba de ella, jugaba con sus muñecas, le daba las buenas noches, dormía a veces con nosotros y siempre se levantaba feliz a gritar en nuestra habitación.
Ellas ahora complementan mi vida.
Landon y Leah después de su pequeño susto se encontraban viviendo juntos en Gardenville, un pequeño pueblo de aquí de Gardenia, parecía que todo estaba de maravilla.
Por ahora era feliz aquí, y quería que fuera así por mucho tiempo.
Me acerqué a Abigail y nalguee su trasero, le dí dos besos en la espalda y ella se dió la vuelta mostrándome sus tetas desnudas, solo tenía unas bragas que ya estaban comenzando a sobrar.
Las rasgué y quedó completamente desnuda, me quité la toalla dejando mi miembro descubierto. Ella se acomodó sentándose en la cama y yo me acomodé también esperando que ella se subiera encima de mí.
—Espera—Sacó uno de los condones que teníamos en la gaveta y lo rasgó para poner en mi miembro.
—No quiero condón, nena. Nunca lo usamos y hoy no quiero hacerlo—Se lo quité de la mano y lo dejé en la mesa.
—Está bien—Me dió una sonrisa y se subió encima de mí.
Cerré los ojos al sentir su cálido coño en mi polla y sus movimientos que siempre me encantaban. Hacer el amor así era mi parte favorita de todo el día.
Ella se siguió moviendo más despacio y nos seguimos besando hasta que ambos llegamos al orgasmo, ella se acostó a mi lado y no se seguimos besando.
—Emily está próxima a cumplir años—Me recordó.
—Falta un mes, aún tenemos tiempo de conseguir las cosas que quiere. ¿Cuál es la temática?
—Princesas.
—Es más fácil aún, llamaré a Margaret para nos muestre sus mejores decoraciones.
—La decoración es lo de menos. Ella quiere que tú y yo seamos los reyes y ella la princesa. Creo que ella te lo dijo, ¿No?
—Si—Acaricié su brazo—. Creo que en Alemania están los trajes que quiero que utilicemos en el cumpleaños de Emily.
—¿Ya los mandaste a traer?
—Los estuve viendo viendo con Emily, y ella ya escogió el que va a utilizar. Solo faltamos tú y yo.
—¿Podemos verlos mañana?
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Destinos Cruzados
RomanceAbigail Clark es una chica con una vida común y algo aburrida, pues, es soltera, vive sola y tiene un trabajo de empleada doméstica con el que puede sobrevivir. Por el momento. Una noche su mejor amiga decide llevarla a una de las discotecas más lu...