Abigail
Habían pasado dos días desde que Maxim estaba fuera de casa, ya la estado llamando todo el tiempo y preguntando por Emily, porque desde que se había ido tenía malestar general.
El dolor de cabeza no quería mermar con nada y las náuseas seguían cada que comía algo que tuviera carne.
Me levanté de la cama después de que el dolor de cabeza se fuera mermando. Aunque no hacía falta saber qué era lo que tenía, la madre de Maxim ya sabía mi diagnóstico con solo mirarme.
Algo dentro de mí me decía que nuevamente estaba embarazada, pero antes ya me había sentido así.
Fuí al baño y desempaqué la prueba de embarazo que tenía guardada en uno de los cajones, hice todo el procedimiento como de costumbre y esperé cinco minutos para observar su resultado.
No sabía si esto era bueno o malo.
Bueno para mí, y para Maxim, o malo para ambos.
Cinco minutos después volví a agarrar la prueba que estaba en el lavabo y efectivamente las dos líneas de color rosado me hicieron erizar.
Nuevamente estaba embarazada, y de Maxim.
Igual, ya lo sospechaba. La inyección no era 100% efectiva y ahora veía los errores.
¿Cómo iba a decirle?
No lo sabía.
¿Estaría feliz?
No lo sabía.
El regresaba mañana y hoy ya me había dicho que mañana sería un día para nosotros. Está mañana encontré en la cama un vestido y una nota que decía que quería verme con el puesto cuando llegara.
Tenía una sorpresa para mí, y yo tenía una para él.
Salí del baño y me arreglé un poco para ir a casa de los padres de Maxim. Tenía que recoger a Emily y hablar con la señora Elizabeth.
El chofer de confianza me llevo hacia la mansión Clifford y me adentré en ella con confianza. Ya conocía cada parte de ella.
Cuando entré, la señora Elizabeth estaba en la sala y Emily estaba dormida en el sofá, sonreí al verla profunda y la madre de Maxim me dió una sonrisa a mi al verme llegar.
—Hola, cariño. Que bueno que estés aquí.
—Hola señora Elizabeth.
—Soy Solo Elizabeth, Abby.
—No me acostumbro aún —Sonreí tomando asiento.
—¿Vienes por Emily?
—Si y no—Respondí agachando la cabeza.
—¿Que tienes, cielo? —Se acercó más hacia mi y suspiré.
—Estoy embarazada—Confesé mirándola a los ojos.
Ella abrió sus labios en sorpresa y me abrazó enseguida.
—Eso es una buena noticia, Abby. Ya son dos hijos de Maxim, seré abuela y está vez podré ver a mi nieto crecer.
—Si, solo que ¿Maxim si estará feliz con la noticia?
—Claro que sí.
—Es que son muchas cosas por procesar. Tengo que mostrarle la prueba a de ADN, decirle que fuí la chica con la que tubo sexo hace mucho tiempo y que ahora vamos a tener otro bebé.
—Vamos por partes, primero tienes que decirle de tu embarazo y tienes que comenzar a ir a los controles. Tu salud y la del bebé en esta etapa es muy importante.
ESTÁS LEYENDO
Destinos Cruzados
RomanceAbigail Clark es una chica con una vida común y algo aburrida, pues, es soltera, vive sola y tiene un trabajo de empleada doméstica con el que puede sobrevivir. Por el momento. Una noche su mejor amiga decide llevarla a una de las discotecas más lu...