En busca de mi felicidad

El "Jiang Cheng" del pasado

Jiang Cheng cargo agua en el balde y comenzó a limpiar las telas llenas de sangre. Lo bueno es que, era sangre fresca, y pronto con el agua se limpio medianamente. Cuando el agua se tiño de rojo la cambió y siguió lavando, en relidad no habia solo sangre, sino que parecía estar cubierto de tierra.

- Maestra, dejelo, lo hago yo - Luan Bai ofreció sus servicios, pero Jiang Cheng negó con la cabeza.

- Te haz lastimado las manos al conseguir el metal, no toques el agua sucia - replico Jiang Cheng y saco la tela limpia del agua. Lían Bai se sorprendió por lo elegante que era esa tela y rapidamente lo reconoció.

-¡Maestro, ese el parte del guardarropa que usted tenía!- exclamó y Jiang Cheng asintió. Lo ha visto en los recuerdos, es uno de los atuendos que su madre le dio la propietario antes de casarse.

Es pequeño, pero como hay más de una tela, sirve para un atuendo de adulto.  Jiang Cheng sabía coser, en su ultima vida debió a prender a ser autosuficiente y era una habilidad puntual que le gustaba a demás del bordado y si tuviera que elegirlo para vivir lo haría lastima que no tiene tela ahora.

Pero aprovechara el máximo ahora.

Para desprender el antiguo bordado utilizo un cuchillo de cocina, luego le pidió a Luan Bai que vaya a comprar hilo con el dinero de las ventas anteriores, aunque soltar diez monedas le resulto un poco doloroso.

Hizo las medidas, luego de hacer un intento de cinta metrica de coser y en la noche aprovecho que no podía dormir por la tos, para coser el atuendo.

Como no había cosido muy amenudo, le costo agarrarle la mano, pero luego de varios intentos pudo coser una extensión del atuendo.

Cuando Luan Bai se desperto, noto que su maestro estaba durmiendo sentado en la cama. Rapidamente lo cubrió con una manta y lo dejo seguir durmiendo. La vela que compró junto con el hilo le dijo que su maestro le había desobedecido y no durmió.

Aun así ella siguió con sus tareas y volvió al terminarlas con un cuenco de arroz para Jiang Cheng.

- Maestra, despierte, tiene  que almorzar - lo sacudió ligeramente Luan Bai y Jiang Cheng  se despertó.

Desorientado tomó el plato y se quedó mirando un punto fijo hasta volverse conciente de su alrededor, nuevamente.

Luan Bai ha estado observando ese comportamiento desde hace unos días y su corazón duele de manera insoportable. Cree firmemente que su maestro aun no asimila su situación a pesar de actuar, fríamente, cada vez que lo ve.

- ¿Que te parece?- Jiang Cheng al terminar su plato le mostró a su sirvienta los avances de su atuendo y al recibir sus halagos, el rostro de Jiang Cheng se ilumino con una sonrisa.

Luan Bai le dedicó una pequeña sonrisa de regreso y escuchó pacientemente el plan. Sabe que no es su maestra quién le habla, desde la primera vez que lo miró a los ojos, luego del incidente tenía sus ligeras sospechas. Pero ya lo ha confirmado.

El Jiang Cheng que conocía siempre tendría una expresión triste y perdida en cualquier lugar que estuviera de este palacio. Lloraría todas las noches en silencio, sin querer ser visto y luego en la mañana actuará como si nada, a pesar de tener los ojos hinchados.

Está a su lado desde que llegó, no conocer los pequeños detalles es inevitable, incluyendo que Luan Bai siempre ha estado muy pendiente de él.

Lo ha visto desde ser un niño caprichoso y orgulloso, hasta caer en lo mas profundo de la tristeza y autodesprecio. Su desnutrición no es más que el resultado de la falta de apetito por la depresión de ser señalado como alguien indigno de estar a lado del "Gran emperador" del continente.