Jiang Cheng tuvo que admitir que fue la noche más reparadora que ha dormido desde que llegó. Ni siquiera ha podido dormir de esta manera en la habitación del Liu.
Por eso mismo también se despertó de buen humor y le sonrío a Mingfan que asomó un poco la cabeza cuando revisó su estado. - Mingfan ¿Dónde esta Liu Qingge?
- El maestro se fue directo a la corte, regresara para el almuerzo ¿Desea algo en especifico?- cuestiono Mingfan.
- ¿Donde esta JingYi?- Jiang Cheng que no ha podido estar pendiente del niño quiso preguntar por él.
- Majestad lo encerró en su patio para que no pudiera verlo, Maestro - había un poco de agravio en su expresión y Jiang Cheng frunció el ceño.
- Dile que estaré con el joven maestro - mencionó Jiang Cheng incorporándose con determinanción. Ya complacido al gran lobo, ahora debe encargarse de su cachorro.
Sin prisas camino hacia el pabellón del niño y al llegar sus ojos se enfriaron mirando al guardia que le había impedido el paso.
Jiang Cheng tiene un aspecto enfermizo, lo ha visto por si mismo. Pero pese a ello, su expresión, por suerte, no es la de un pequeño e inofensivo loto blanco, como en el caso de Jin Guangyao.
Tenia una expresión fría que asustaría a los extraños, pero exudaba una inexplicable atracción que provocaba que quisieran quedarse viéndolo por varios minutos.
- Quiero ver al Joven Maestro - habló sin rodeos y el guardia se puso rígido. Obviamente le habían advertido de que no lo dejaran pasar, pero ante esa mirada hasta el hombre mas inteligente puede dudar un instante.
- Emperatriz, no quiero faltarle el respeto a su majestad.
- No lo haras, yo tomaré las represalias - dijo Jiang Cheng y una pequeña y agradable sonrisa apareció en su rostro - Por favor déjeme ver a mi joven Maestro.
El guardia bajo la cabeza arrepentido luego de mirarlo y se hizo a un lado con obediencia. ¡La emperatriz era realmente bonita!
Al final Jiang Cheng paso al patio y el pequeño cachorro se prendió de sus piernas. -¡Ge-ge!- sus ojos estaban rojos y Jiang Cheng con rapidez lo alzo.
- ¿Que pasa cachorro?¿Papá te lastimo?
-¡Eso idiota me encerró!- sollozo con fuerza cuando respondió y Jiang Cheng rió abrazandolo.
- No pasa nada, ya estoy aquí.
Jingyi no perdió tiempo en contarle todo lo que había hecho mientras no pudieron verse. Le comento lo disgustado que estaba porque su padre lo había hecho emperatriz y Jiang Cheng intento tranquilizarlo.
- Me gusta, yo quiero darte un imperio tranquilo y alegre donde vivir.- dijo el Jiang logrando conmover al menor.
-¡Ge-ge sera una buena emperatriz! - exclamó seguro a lo que Jiang Cheng asintió levemente. Nunca ha sido emperatriz, pero ha sido un CEO excelente.
Después de que Jiang Cheng levantó al pequeño cachorro, se dirigieron al jardín detrás de la residencia
El jardín, una vez lleno de flores, ahora estaba cubierto de una fina capa de nieve. Los sauces llorones se inclinaban bajo el peso de los copos blancos, y el estanque estaba congelado, sus aguas quietas ocultas bajo una capa de hielo.
Jingyi se abrigo con un grueso tapado y una bufanda logrando calentar a Jiang Cheng que por descuido no había traído un abrigo.
Sus alientos se condensaban en el aire mientras caminaban por los caminos cogelados. Jiang Cheng señaló las huellas de los pájaros y los conejos que cruzaban el jardín en busca de refugio para que Jingyi y él pudieran acercarse.
ESTÁS LEYENDO
En busca de mi felicidad
RandomJiang Cheng era un hombre exitoso de el XXI, jefe de un imperio empresario muy grande, sin embargo fue asesinado por esa razon. Antes de su muerte sufrio de todo tipo de torturas y pidio ayuda al hombre que solo se quedaba viendo todo lo que le hac...