Se busca "criminal"

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Jiang Cheng despertó y luego de salir del palacio, rapidamento notó el ambiente preocupado de los pueblerinos. Reconoció a algunos mientras iba por el mercado y se detuvo en el mural que todos veían preocupados.

Al acercarse inmeditamente notó que se trataba de un retrato suyo con mascara. Lo estaban buscando a él.

Aturdido por la situación se quedó quieto un rato hasta escuchar que había pasado. - El emperador dice que es sospechoso de robarle. - Comentó un guardia que estaba allí para responder las preguntas de la gente.

-¡Ja! La pequeña flor no hace eso, ustedes no han probado su comida. A simple vista se nota que no son insumos de por aquí - dijo un hombre confiado en lo que decía y todos los demás lo apoyaron.

-¡Exigimos una investigación mas profunda!- exclamó un niño.

Jiqng Cheng se sintió conmovido y en silencio asintió. Es verdad, esa son deducciones ¿Que sabe el emperador? Nada, todo sale de su "bolsillo", lo mas seguro es que él emperador es tan mezquino con su comida por eso está haciendo un escándalo.

Pensando seriamente en limpiar su nombre, Jiang Cheng decidió que esta noche explicaría el palacio a ver la situación. Pero ahora debía ir a entregar la comida.

Antes de llegar se colocó la máscara y ingreso al pueblo con una sonrisa. Siempre traia con sigo una carreta guardaba en el sistema. Encontró la misma, tirada en el pasillo del palacio y simplemente la tomó.

El que encuentra se lo queda.

-¡Pqueña flor!- inquietos los niños se apilaron impidiendo el paso hacia la plaza de la zona donde, generalmente, iba a coc8nar y repartir la comida.

- Niños - Jiang Cheng sonrío de solo verlos, tenia presente la imagen ambrienta de los niños la primera vez que los vio y siempre estaba contento de notar su avance. Realmente ahora parecían tener un peso adecuado.

- ¡No vayas a la plaza!¡Hay gebte mala!- exclamó una niña y Jiang Cheng rió.

-¿Gente mala? Ellos no pueden hacerme nada sin pruebas - dijo Jiang Cheng y avanzo mientras hablaba. Al llegar a la fuente vio a todos los guardias que había.

- Compañeros ¿Como estan? - Jiang Cheng saludo a los soldados que estaban ahí, les habian dado la mison de vigilarlo mientras buscaban las pruebas para encarcelarlo. Sin embargo él acercamiento alegre hizo que frucieran el ceño.

Ellos no son "Compañeros" de un ladrón.

-¡Cierra la boca!¡Nosotros no somos tus amigos!- exclamó un guardia.

Jiang Cheng mantuvo la calma y la sonrisa en su rostro, a pesar de la hostilidad de los guardias. Sabía que debía ser prudente y no darles motivos para actuar en su contra. Continuó caminando hacia la fuente, ignorando las miradas acusadoras.

-Entiendo que no somos amigos - respondió con tranquilidad - Pero todos estamos aquí cumpliendo con nuestras responsabilidades. Yo, velo por las condiciones de vida de la gente y ustedes, los protegen. No tengo nada que ocultar, así que no hay necesidad de tener hostilidad.

Los guardias se miraron entre sí, evidentemente sorprendidos por su respuesta.


¡Ja! "Protectores", simplemente vienen cuando los nobles se ven perjudicados, cuando a nosotros nos pasa algo, hacen la vista gorda - quejó un anciano.

- Callate anciano ¿Entonces a quien vas a pedir que te proteja de las bestias?¿A este enfermo?- el guardia le respondió de mala manera y pronto Jiang Cheng se vio envuelto en la incomoda situación.

En busca de mi felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora