Mingfan sabía que la corte estaba alborotada, y desde principio a fin le dijo a Liu Qingge que no visitara a Jiang Cheng antes de venir a la corte. Pero como siempre no le hacia caso y los ministros empezaron a leer su estado de animo.
- Majestad, resulta que los ministros y yo tenemos que informarle algo - Aunque estaban curiosos de porque habia una lesión en el rostro de su emperador, ellos sabían que debían tratar otras cosas.
- ¿Es algo molesto por eso pones esa cara?- cuestiono Liu Qingge y escucho el suspiro de toda la corte.-¿De que se trata.
- Resulta que a usted le toca este año la caza anual del las Flores.- dijo un ministro y Liu Qingge se encontró desconcertado. No había oído de eso.
- Es que usted no ha querido participar las otras veces, y ahora tiene que hacerlo por el viento de la paz de todas las naciones.
- La paz, siempre la paz ¿Es que esos estupidos no tienen nada más que hacer, que visitar feslivales todo el año? Me imagino, como ellos no tienen bestias asechandolos, toman como un juego la caza.
- Podemos aprovechar su majestad - mencionó tentativamente un ministro y todas los miraron - Nosotros exterminamos bestias en invierno porque la mayoría son debiles en esa estación, sin embargo si invitamos una buena cantidad de guerreros, podemos hacer un exterminio productivo cuando se despiertem ¿Me entiende? Y ahora nuestra caza puede ser para ir a observar la situación.
- Me gusta como piensas hagamos eso ¿Alguien en contra?
- No estoy en contra pero ¿Que haremos con la comida, Su majestad?- cuestiono otro ministro.
Liu Qingge suspiro pesadamente y todos se pusieron rigidos al ver su cara disgustada ¿Por que demonios tenías que hablar?- Tendremos que pasar con hambre los proxilos meses, caso cerrado - Liu Qingge lo pensó y luego tomo el martillo real y lo golpeó.
Loa ministros suspiraron aún más con pesadez. Jamás se atrevieron a ir al extranjero a buscar trabajo en otras cortes porque sabían que un error por alla es un corte de cabeza en publico. Sin embargo en momentos de hambruna como estos, pensaban que ese sufrimiento de solo un instante se veía mejor, porque ellos sufren diariamente.
Este emperador es muy temperamental, lanza cosas cuando esta molesto y jamás le vieron una sonrisa en el rostro. Pero lo peor es no pueden comer adecuadamente y pese a la linda ropa sus cuerpo son demasiado delgados.
Todos de ellos son jovenes que Liu Qingge eligió para que se unieran a la corte, porque él exterminio la mayoria de los nobles, dejando unos pocos ancianos en la corte, y si bien les dieron la oportunidad de vestir ropa lujos, no podían disfrutar de nada.
Sufrían de hambre constantemente.
Pero tampoco podían irse, Liu Qingge quiso que todos fueran atractivos por un capricho de que todos los ministros de las otras cortes eran vejestorios con horribles caras y gustos cuestionables, entonces cada vez que intentaron ir al extranjero eran acosados por las calles.
- Si quieren, pueden irse, la puerta siempre esta abierta - sonrío con maldad al ver sus rostros demacrados. Sabe muy bien todo lo que piensan y les pasa, así que siempre que puede, le gusta mostrar que solo muertos lo abandonarán.
Al final todos se retiraron y Liu Qingge se fue a ver a Jiang Cheng. Al llegar al dormitorio notó que Mu Qingfan se ponía ansioso. Lo saco a fuera a hablar.
-¿Que pasa?
- La consorte pareció arrepentirse luego de que usted se fuera - dijo Mu Qingfan mirando a la distancia a Jiang Cheng que tomaba té.
-¿Sabes porque? - cuestiono Liu Qingge y Mu Qingfan pareció pensarlo.
- Este sirviente cree que siente verguenza por su cuerpo. Pide que su Majestad busqué la forma de convencerlo, si quiere que siga el tratamiento.
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En busca de mi felicidad
RandomJiang Cheng era un hombre exitoso de el XXI, jefe de un imperio empresario muy grande, sin embargo fue asesinado por esa razon. Antes de su muerte sufrio de todo tipo de torturas y pidio ayuda al hombre que solo se quedaba viendo todo lo que le hac...