CAPITULO 10 De vuelta a casa.

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   Esa noche la pasé también en casa de Kristen, pero esta vez yo dormí en el sofá y ella en su cuarto. Por la tarde apareció Javi descubriéndome allí. Así que ya no había por qué ocultarme. Le pedí que no avisara a Tom de que me encontraba allí y él, sin hacerme preguntas, me dijo que no lo haría si yo no quería. No sé qué es lo que pasaba en esa casa, pero parecía que todo el que allí iba tenía algo que ocultar. Primero Kristen, con la historia de su primo, y después Javi.


Horas antes.

Kristen y yo estábamos en la playa pasando la tarde. Ella quería que me despistara, así que accedí a darnos un chapuzón. Cuando volvíamos a la casa, a la planta del bar, Kristen sacó un par de cervezas, una para ella y otra para mí. Estábamos tumbados en los sofás con los bañadores puestos. Kristen me había dejado uno suyo. Sí. Kristen usaba la parte de abajo de chico. Bañador ancho por las rodillas. Y yo, siendo tan delgado, me estaba de mi talla. La parte de arriba que ella utilizaba era biquini. Un mini biquini. Fue imposible evitar que mis ojos fueran en varias ocasiones a sus... pechos.

– Dime una cosa, ¿alguna vez has estado con una tía? ¿Te has acostado con alguna?

– No. Nunca. Es más... – bajé la mirada avergonzado por lo que estaba a punto de confesarle, pero tener vergüenza con Kristen ya no tenía sentido. – Tampoco con chicos.

– ¿Me estás diciendo que eres virgen?

– Pues... sí. No hay nada de malo en eso.

– No, claro que no, pero pensaba que... bueno. Ya tienes años. No me lo esperaba. – se quedó en silencio durante unos segundos. – ¿Ahora me vas a decir que Tom ha sido el primer tío que has besado?

– ¿Qué? No, nunca he besado a.... – si que lo había hecho, sí que había besado a Tom, ya era hora de admitirlo. – La verdad es que ... Sí. – tenía razón, el primero tío que beso y es a mi propio hermano. Penoso, pensé.

– ¿Y yo? ¿He sido la primera chica, Bill?

– Sí, también has sido la primera. – la miré, sonreía. Parecía que le hacía feliz saber eso.

– ¿Por qué... por qué me has correspondido el beso de esta mañana?

– Am... no lo sé. Supongo que... me atraes. – le confesé apartando la mirada de nuevo.

– ¿Supones?

– Kristen... en la fiesta... me hubiera liado contigo si Tom no me hubiera mentido con lo de que... le gustabas. Solo lo hizo por celos cuando le dije que me atraías.

– ¿En serio? ¿Y qué más te dijo él?

– Nada. Solo me montó la escenita diciéndome que si estaba loco, que yo era gay, que de qué iba. Que sí me estaba olvidando de Nick.

– Joder con Tom... Vaya forma de pinchar.

– Sí, y te aseguro que lo hizo bastante bien. Pero bueno... no sé ni porque te cuento esto.

– ¿Sabes? Tú me gustas, eres guapo, simpático, atento y tienes unos ojos que... en fin.

– Kristen, yo no...

– No, ni yo tampoco estoy pillada por ti. Solo digo que también me atraes. Eres un caramelito demasiado dulce como para ignorarlo. – sentí alivio al oír eso, solo me faltaba ahora que Kristen me dijera que se había enamorado de mí.

– ¡Hola! – oí una voz grave a mi espalda. Mierda, Javi. – Vaya, Bill, qué sorpresa, tío. – se acercó y me estrechó la mano. – ¿Cómo estás, cielo? – se acercó hasta Kristen y le dio un beso en la frente.

Mentiras en la red 1 - TWC-RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora