Capítulo 9 (Parte 1) - Derek POV

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El timbre de mi celular logra despertarme. Cassie me abraza ligeramente, su cabeza está recostada sobre mi pecho. Sonrío al recordar todas las hazañas que realizamos anoche por todo el departamento. Tendremos que hacer una limpieza exhausta uno de estos días. El celular deja de sonar. Me alegro no tener que levantarme a atenderlo, beso el cabello enmarañado de Cassie, ella se mueve un poco, acurrucándose más en mí. Lentamente mueve su cabeza para mirarme, sus ojos color de cielo luchan para permanecer abiertos. Me sonríe.

—Buenos días —dice con voz soñolienta, luego besa mi pecho.

Sonrío también y beso su frente.

—Son las dos de la tarde, tontita —la abrazo, apretándola contra mí. —¿Tienes hambre?

—No —dice levemente —Prefiero quedarme aquí contigo, —se acomoda encima de mí y besa en los labios.

Le devuelvo el beso, mientras acaricio su espalda desnuda.

—¿No te bastó con todo lo que hicimos? —digo entre sus labios.

Una sonrisa se dibuja mientras nos besamos.

—Creo que aún no recuperamos todo el tiempo perdido —me dedica un gruñido sexy para luego morder mi labio.

—Eres una niña mala —me giro para quedar encima ella, sonriendo.

He convencido a Cassie de comer algo, ha escogido un sándwich a la parrilla, mi celular ha sonado un par de ocasiones más pero no lo he atendido y está sonando de vuelta.

—¿No piensas atender? —dice ella mientras da una mordida a su comida.

—No quiero que nada nos interrumpa.

—Ha estado sonando todo el día, debe ser algo importante.

Pongo los ojos en blanco y me dirijo a la sala, de donde proviene el sonido.

—¿Diga?

—Derek, ¿por qué diablos no atiendes tu teléfono?, maldita sea —mi padre suena furioso desde el otro lado de la línea.

—Papá, hola —digo nervioso y puedo escuchar como Cassie deja escapar un grito ahogado. Me vuelvo para verla y hago una seña con mi mano libre pidiendo que se calme, sus ojos de cielo están bien abiertos por la sorpresa. —Lo s-siento —titubeo —estaba ocupado.

—¿En dónde estás? —pregunta aún alterado.

—Amm... En la escuela.

—¿En sábado?

—Ehh... Sí —mi nerviosismo aumenta. —Tuve que venir a la biblioteca y...

—Sí, sí. Como sea. Necesito que regreses a casa

—¿Regresar? —Cassie se acerca a mí, mordiéndose las uñas —¿Para qué?

No necesito que me dé una respuesta. Estoy casi seguro que desea ayudar a su hijo favorito a tener lo que desea: Cassie.

Él suspira profundamente.

—Está bien, creí que serías más fácil de convencer, voy a ser claro contigo. —Ahora sí se había despojado de cualquier máscara, trato de mantener la compostura frente a Cassie, que me mira expectante. —Sé que estás con Cassandra, sé que Alex ya les contó la verdad y cómo puedes entender voy a hacer todo lo posible para que el único de mis hijos que me hace sentir orgulloso obtenga lo que se merece, —aprieto la mandíbula —así que, debo quitarte del medio. Yo sé cuánto amas a Regina, sí quieres que ella viva, tienes que venir a donde voy a decirte e intercambiar tu vida por la de tu adorada y abnegada madre, ¿entendido?

—Entendido —miro a Cassie y le sonrío, tratando de evitar que descubra lo que está pasando, ella sigue mirando, esperando a que le diga lo que está pasando mientras grabo en mi memoria la dirección donde me reuniré con ese hombre al que ahora me cuesta llamar papá.

—¿Qué te dijo? —pregunta Cassie cuando termino la llamada, trato de actuar normal pero sé que ella me conoce mejor que nadie. Debo hacer mi mejor esfuerzo y mirarla a de frente a esos ojos de cielo que me hipnotizan.

Sonrío y le despeino un poco su cabello color de la miel.

—Nada importante. —Me inclino hacia a ella y la beso suavemente en los labios —Quiere que regrese a casa, —la miro, serio y ella permanece atenta, suspiro. —Ha descubierto que dejé la escuela y dice que no piensa seguir manteniendo a un vago.

Cassie bufa, negando repetidamente con la cabeza. Sé que no me cree.

—¿No está dispuesto a mantener a un vago como tú pero no tiene ningún problema en mantener a un asesino como Alex? —hay rabia en su mirada y sus hermosas facciones se han endurecido.

Me limito a hundirme de hombros y medio sonreír. De repente, un pensamiento asalta en su mente, sus ojos se abren por la sorpresa y el miedo.

—¿Crees que sepa la verdad? —su voz suena temblorosa —¿Crees que Alex le contó todo?

Ahora me parece bastante irónico que ninguno de los dos nos hayamos planteado esa pregunta antes. Tal vez sea por la seguridad que nos daba que mamá estuviera vigilándolo, a su manera pero lo hacía. Supongo que él fue mucho más astuto que ella. Más astuto que todos nosotros. Resoplo.

—Creo que si él supiera algo sobre nosotros ya habría hecho algo para que su hijo preferido obtuviera su... —me detengo ante el pensamiento de esa palabra tan denigrante para describir a la mujer que amo.

—Su premio —completa ella con pesar. Asiento.

—No creo que Alex sea estúpido como para aparecerse en su negocio o llamar por teléfono a alguien cercano a él mientras la policía anda tras él —trato de tranquilizarla. Sé que Alex no es estúpido, por el contrario, puede ser tan astuto como Jack, incluso más y pudo llegar hasta él y ponerlo al tanto de lo que estaba pasando y esperar todo este tiempo para planear su golpe final.

—¿Crees que se ha ido para siempre? —pregunta Cassie con desesperación en la mirada. Sé la respuesta que necesita escuchar y también sé la verdadera y sé que esa no le hará ningún bien.

—Sí. —digo deseando que esa fuera la verdad, beso su frente y luego vuelvo a sonreírle, debí dejar de hacerlo si quiero que siga pensando que todo está bien y en orden. —Para siempre.

Cassie se aferra a mí, hundiendo su cabeza en mi pecho, como queriendo creer mis palabras. Ella sabe tan bien como yo que no es verdad lo que he dicho. La envuelvo entre mis brazos, correspondiendo su abrazo.

—Te amo —le digo en un susurro mientras aprieto mis labios contra su frente una vez más.

Ella gira lentamente la cabeza hacia mí, con una mirada de sorpresa.

—¿Qué pasa? —pregunto. Ella sonríe.

—Es la primera vez que me lo dices —dice emocionada

—No, eso no es verdad —replico—, te lo digo todo el tiempo.

—Es la primera vez que me lo dices sin ser tu hermana. —Se para sobre la punta de sus pies y me besa, sujetándome por el cuello. Unos segundos después se separa y me regala una mirada traviesa. —Yo también te amo.

Me besa de nuevo, guiándonos a ambos hacia el sofá, con el que tropiezo y ella cae encima de mí, apretando su intimidad contra la mía, besándome con más intensidad, pasando sus manos por mi cabello. Hundo mis manos en su espalda, aferrándome a este momento en el que no importa nada más que nosotros. Deslizo mis manos por debajo de su ropa, acariciando su espalda, sintiéndola estremecer, al igual que yo me estremezco con sus caricias.

Cassie se separa para tomar aire, tomando mi camiseta y levantándola por encima de mi cabeza, despojándome de ella, yo no opongo resistencia. Comienza a besar mi cuello, haciéndome soltar un leve jadeo, luego baja hasta mi pecho, estremeciéndome aún más, luchando por desabotonar mi pantalón.

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Falta la parte 2 de este capítulo y el Epílogo  *llora* Ya casi el final. Les daré mis mil gracias :3 

Keep Me Safe - Keep Me #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora