—Cassandra, me acabo de enterar que no eres mi hermana, —con un rápido movimiento me toma en brazos, mi cuerpo firmemente apretando a su pecho. —Estás loca si crees que voy a desperdiciar un segundo más.
—Cierto —murmuro y acerco mis labios nuevamente a los suyos mientras él camina a grandes pasos hasta la habitación.
Su urgencia parece crecer cuando cierra la puerta. Me pone sobre mis pies y me empuja contra la madera mientras me besa profundamente. Yo solo atino a colocar mis manos sobre sus brazos para sostenerme. Su beso es como un virus, uno de los que entra y te absorbe matándote al instante. Pero él no me mata, esto no puede ser la muerte porque me siento más viva que nunca, siendo absorbida por él, infectada con su aroma, su calor, su deseo...
—Cassie, —gruñe contra mi boca. Su cuerpo aun me sostiene contra la puerta de madera la cual cruje ligeramente cuando trato de empujarlo más cerca de mí. Esos milímetros que nos separan me están volviendo loca, en este momento son intolerables. Derek parece sentirlo también pues se echa ligeramente hacia atrás y me saca con brusquedad la camiseta por mi cabeza aventándola a un lado. Después es el turno de la suya. Quiero hacerlo yo, mis dedos pican por arrancar ese trozo de tela que separa nuestros cuerpos pero estoy tan nerviosa que no estoy segura de poder hacerlo, así que lo dejo. Cuando su cuerpo está libre de esa tela estorbosa me tomo un segundo para admirar su pecho desnudo, mis ojos vagan notando las diferencias de este Derek a aquel con el que dormí hace dos años atrás. Su pecho es más amplio y su estómago parece más duro, alzo mi mano y trazo los contornos apenas marcados de sus músculos con la punta de mis dedos. Se estremece. Yo también me estremezco. Este es el chico al que he amado desde hace tanto tiempo pero se ve tan diferente ahora, ambos somos tan diferentes ahora. Mis ojos suben nuevamente hasta su rostro y encuentran su mirada, él también me estaba recorriendo con sus ojos, puedo sentir puntos calientes en mi piel donde se demoró más tiempo admirando.
En cuanto nuestras miradas chocan el calor de la habitación sube de alto a intolerable, un segundo después él me tiene de nuevo contra su cuerpo, me alza en sus brazos haciendo que mis piernas automáticamente se enreden en su cintura, nuestras pieles tocándose por primera vez en mucho tiempo. Ambos jadeamos contra nuestras bocas en cuanto entramos en contacto, sus ojos se vuelve de un color azul vívido mientras me sostiene así por un par de segundos, saboreando la sensación de estar tan cerca sin que nada nos detenga esta vez. Yo soy la primera que cede a su impulso esta vez. Mi boca se lanza sobre la suya, cálida y húmeda, besándolo como si fuera nuestro primero beso y el último combinados. Derek hace un sonido bajo en su garganta, un gruñido de placer que hace que el calor se acumule en la parte baja de mi vientre. Nos movemos tan rápido que en menos de un segundo mi espalda está contra la cama y el peso del cuerpo de Derek se cierne sobre mí.
Ambos nos detenemos por un momento, mirándonos a los ojos y disfrutando de la sensación de estar tan juntos, se siente tanto como una primera vez aunque en realidad no lo es. Pero él sí era el único chico para mí, el único con el que había estado, y el único con quien quería estar. Tenerlo en ese momento ahí, tan cerca y sólido hace que me den ganas de pellizcarme para darme cuenta si esto era real o era un sueño más. Su boca baja con decisión hasta posar sus labios a un lado de mi cuello, dejando besos húmedos que hacen que mi espalda de eleve hacia él. Sus dientes rozan una parte de mi piel y yo jadeo fuertemente colocando mis manos en su cintura. Con la mente confusa decido que es hora de ponerme también a trabajar.
Mis manos bajan lentamente hasta el borde de sus pantalones estrechándose hasta encontrar el botón. La boca de Derek está sobre la mía nuevamente pero parece saber que quiero porque se alza un poco así puedo desabrochar la parte frontal de sus pantalones con dedos temblorosos. Con algo de nervios introduzco mi mano hasta que mis dedos pasan por la parte delantera de su bóxer, Derek sisea contra mi boca y baja una mano tomando la mía para alejarla de él. Se alza con decisión y toma mis dos manos colocándolas sobre mi cabeza y las sostiene ahí con una de sus manos. A pesar de que intento moverme me mantiene firme.
—¿Derek? —pregunto, mi voz es ronca pero la confusión en ella es evidente.
Él está mirando mi cuerpo, sus dientes frontales salen brevemente y muerden su labio inferior, eso causa un ligero apretón en mi corazón, eso me recuerda tanto al joven Derek que sonrío tontamente sin que él se dé cuenta. Su mano libre baja con suavidad desde mi cuello hasta mi vientre haciendo que me sacuda con su toque y que mi respiración se vuelva más superficial. Con toda la calma del mundo deshace los botones de mi propio pantalón y comienza a bajarlo de mis caderas.
—¿Derek? —pruebo de nuevo, mi voz tiembla un poco está vez. Alza su mirada hasta la mía, mirándome por debajo de sus pestañas, una sonrisa tímida se asoma en sus labios y yo siento que mi interior se derrite.
—Lo siento Cassie, si te dejaba continuar no iba a durar demasiado, —sus pestañas oscurecen un poco su mirada pero entiendo lo que intenta decirme.
—Oh, —murmuro sonrojándome completamente. La sonrisa de Derek se amplia y se inclina sobre mí, mirándome fijamente a los ojos mientras quita las capas de ropa que nos separan. Soltando mis manos, coloca las suyas desde mis caderas subiéndolas pausadamente, tomándose su tiempo para disfrutar cada centímetro de piel que las puntas de sus dedos tocan. Yo no puedo hacer nada más que estremecerme sin apartar mis ojos de los suyos y sintiendo que mis mejillas están increíblemente calientes.
—¿Alguna vez te he dicho lo hermosa que eres y que realmente estoy enamorado de ti? —murmura colocándose entre mis piernas, sus codos a cada lado de mi cabeza y su boca levemente presionada contra la mía.
—No, —susurro las palabras contra sus labios, sonriendo. —Pero puedes empezar ahora.
—O puedo mostrártelo —sonríe antes de besarme profundamente, mis brazos se alzan hasta rodear sus hombros y puedo sentirlo empujando contra mí.
La sensación es abrumadora, tan cálida y ligeramente dolorosa pero no lo detendría por nada del mundo. Mis manos aprietan los hombros de Derek y mis piernas se enredan en su cintura necesitando más de él. En ese momento, cuando estamos tan cerca cómo dos personas pueden estar siento que después de tanto tiempo estoy en casa. —Relájate nena, —murmura contra mi oreja, una de sus manos bajando para sostener mi pierna ligeramente más arriba de su cadera. Ambos encontramos una sincronía que sé que nunca tendré con nadie más. Su boca está en mi cuello y mis manos recorren lo largo de su espalda empujándolo contra mí en momentos como si pudiéramos estar más unidos de lo que ya estamos. Después de un momento todo mi cuerpo se estremece y los movimientos de Derek comienzan a ser más rápidos y bruscos hasta que cae sobre mí gruñendo mi nombre. Lo abrazo fuerte mientras ambos recuperamos nuestra respiración.
Un par de minutos pasan y Derek se alza con una mano para mirar mi cara, cuando nuestros ojos se encuentran no puedo esconder una amplia sonrisa que se extiende por toda mi cara. Derek suelta una pequeña risa y yo volteo mi rostro para esconder mi sonrojo.
—Hey, Cass... —él toma mi mentón y me voltea para que estemos de frente de nuevo. Su rostro está un poco más serio. —¿Estás bien? Como... ¿Todo está bien?
Asiento sintiendo algo cálido en mi pecho por su preocupación alzo una mano y recorro su mejilla y sus labios con la punta de mis dedos. Derek la toma y besa mi palma rápidamente hasta que vuelve a fijar su mirada seria en mí.
—Cassie... —comienza nervioso, —nosotros... yo. Yo no usé... —tapo su boca con mi mano sonriéndole.
—Tranquilo, lo tengo cubierto. —digo y su expresión se relaja.
—Eso es bueno señorita Cassandra, porque la noche acaba de empezar —dice con una sonrisa traviesa antes de tomar mi boca en un beso apasionado.
Le regreso el beso bastante entusiasmada con su idea.
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Keep Me Safe - Keep Me #2
Любовные романыHan pasado ya dos años desde que Derek se fue y Cass ahora es quién huye a Roma después de perder a alguien muy querido. Un nuevo inicio. Y un nuevo peligro. Al llegar a su nuevo hogar Cassandra tiene que enfrentarse a un doloroso reencuentro ade...