Emma Brown es una joven pintora y estudiante de Bellas Artes. Su vida está llena de colores, pinceles y lienzos, y su mundo gira en torno a la creación de belleza a través de su arte.
Por otro lado, Alessandro Ricci es el líder de la mafia italiana...
-Sus labios eran una caricia necesaria, cómo podía haber vivido hasta ahora sin ellos.
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Narra Emma
El día que conocí a Alec cambió mi vida por completo. En el momento de su llegada, me encontraba en un pozo oscuro de desesperación y soledad Alec, con su luz y su amor, me ayudó a subir y salir de ese abismo nunca antes en mi vida alguien había logrado hacerme sentir de la forma en la que Alec lo hace.
En un corto periodo de tiempo, él se ganó mi corazón por completo cada vez que estoy cerca de él, mi cuerpo se siente tan familiarizado con el suyo, como si ya lo conociera de antes, de un lugar o un tiempo que no logro recordar.
Sin embargo, no siempre entiendo por qué estar con él desde el principio me parecía tan normal eso es algo que aún no logro entender, pero dejando de lado mis divagaciones mentales, me concentro en completar la tercera pintura que me encargó el señor Harper en el lienzo blanco, dejo que mi imaginación fluya libremente, dejando suaves pinceladas y mezclando varios colores la inspiración fluye dentro de mí como el primer día, y esos hermosos ojos grises que me tienen cautiva vuelven a mi mente, dejando fluir toda mi imaginación.
Mientras escucho una canción, las letras se mezclan con mis pensamientos, llevándome a desconectarme del mundo exterior y sumergiéndome en una burbuja donde solo estamos mi lienzo, la música y yo, nadie más. No sé cuánto tiempo pasó, pero mi estómago comenzó a gruñir, recordándome que necesitaba comer.
Cuando salgo del balcón y me dirijo a la cocina, lo que me llama la atención es el hermoso ramo de rosas que está en la mesa de mi sala. Esto me desconcierta porque no estaba ahí esta mañana. Veo que tiene una carta y la leo:
"Querida Emma, Hoy te traigo estas hermosas rosas, porque te mereces eso y mucho más. Te observé muy concentrada pintando, y no quise interrumpir tu momento de creatividad. Si te preguntas cómo entré, eso es un secreto que guardaré. Quiero decirte que hoy estás igual de bella como todos los días. Tu belleza no conoce días ni momentos, es constante y siempre me deja sin aliento. Con todo mi amor, Alessandro Ricci".
Mi corazón late con fuerza al leer esa hermosa carta me dirijo a poner las rosas en agua y tomo mi teléfono para llamar a Alec, pero me manda al buzón de seguro está ocupado, así que decido llamar a Camilla.
-Hola Cam, ¿qué tal si salimos de compras y hacemos día de chicas?- le propongo. Escucho su grito de emoción y su respuesta:
-¡Es la mejor llamada que me han hecho! Estoy en 5 en tu casa, Emma- Dice y cuelga.
Me arreglo un poco. Me pongo un vestido primaveral de color celeste con encaje y me hago un moño alto. Cuando busco mi cartera, escucho el timbre y sé que ya llegó Camilla, así que salgo a recibirla.
-Pero qué guapa estás, ¡vamos que hoy tenemos una tarde muy larga!- me dice.
-Gracias, Camilla. Ni que lo digas, quiero renovar mi closet - le respondo. Veo los ojos de Camilla brillar al escuchar mi respuesta:
-Excelente, hoy te ayudaré a escoger ropa nueva. ¡Andando!.
La sigo hasta el estacionamiento donde veo a dos de mis guardespaldas les informo a dónde vamos y ellos se suben rápidamente a su auto blindado así que hago lo mismo y me dirijo al mío.
-Tienes algo que contarme, Emma -me dice Camilla.
-Tengo muchas cosas que contarte. Me acosté con Alec el otro día - suelto de repente.
-¿Qué acabas de decir, perra? Creo que no escuché bien- me responde.
-Que me acosté con Alec - le repito.
-Dios mío, qué noticia, Emma. Ya te iban a salir arañas de ahí - dice Camilla, haciéndome reír.
-De dónde sacas esas ocurrencias, Camilla- le pregunto
-No sé, fluyen de mí. ¿Y cómo te sientes? - pregunta algo preocupada.
-De maravilla, Alec me hace sentir segura - le respondo.
-Me alegra saber eso, Emma. Ya sabes, si Alec te hace llorar, dime y le llenamos de polvo pica pica su ropa a él y a Killian - me propone.
Eso llama mi atención y pregunto: -¿A Killian y a él? ¿Por qué? ¿Te hizo algo?". La veo nerviosa.
-No, nada, solo decía, Emma - responde evasivamente.
-Camilla, sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad? - le digo.
-Claro que lo sé, Emma. Eres como mi hermana - me responde con una sonrisa asiento y estaciono frente al centro comercial mis guardespaldas nos siguen.
Vamos por todas las tiendas eligiendo vestidos ya llevamos como 2 horas y cargo más de 20 bolsas, bueno, las cargan mis guardespaldas me da un poco de pena, pero ellos insistieron en cargarlas.
-Vamos a comer, muero de hambre - le digo a Camilla y ella asiente. Nos dirigimos al McDonald's cuando estamos sentadas, les digo a mis guardespaldas que pidan lo que quieran, que yo invito.
-Acabo de pedir dos hamburguesas con papitas- dice Camilla.
-Me parece bien. Espera, voy al baño rápidamente - le digo.
Asiente y me dirijo al baño cuando camino por el pasillo, siento que alguien me observa, pero no hay nadie Ignoro la sensación y entro al área de mujeres Salgo del cubículo y la misma sensación vuelve, me lavo las manos y cuando estoy dispuesta a salir, escucho murmullos. Empiezo a entrar en pánico y saco mi teléfono.
-Necesito que vengan al baño de damas ya, por favor - les digo a mis guardespaldas.
-Vamos allá enseguida, señora, no se mueva de ahí - me responden y cuelgan.
El pánico vuelve cuando escucho pasos nntro al cubículo de nuevo. ¿Y si es Adam y si volvió? Cuando los pasos se detienen, escucho un susurro:
-El juego acaba de empezar, linda.
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