cap 41

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 "Mientras el corazón late, mientras el cuerpo y alma siguen juntos, no puedo admitir que cualquier criatura dotada de voluntad tiene necesidad de perder la esperanza en la vida."

Narra Emma 

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Narra Emma 


Me despierto sintiendo un balde de agua fría caer sobre mi cuerpo. Abro los ojos y veo a tres hombres frente a mí. Uno de ellos corta los alambres de púas que sujetan mis brazos. Esperaba que también me quitaran los de las muñecas, pero no lo hacen. Mis brazos se sienten agotados, no sé cuánto tiempo he estado aquí ni si es de día o de noche.


—Eres tan hermosa, es una lástima que no podremos tocarte. El patrón no nos ha dado permiso para eso, pero sí para otras cosas, muñeca. Vamos, levántate - dice un hombre de unos 25 años, robusto y de cabello castaño.


Intento levantarme, pero el dolor de las púas cortando mis muñecas me hace llorar.


—¿Qué pasó, muñeca? ¿No puedes levantarte? - se burla el hombre a la izquierda del primero.No hablo, no tengo fuerzas para hacerlo. Sé que si abro la boca recibiré un par de golpes.


—¿Acaso te comieron la lengua los ratones? ¡Habla de una vez! - grita ese hombre, agarrándome del cabello y arrastrándome a una esquina de la bodega.

Veo unas cadenas que cuelgan del techo y, en una mesa al lado, algunas herramientas, un látigo de cuero y algunos cuchillos. El miedo me invade, pero debo ser fuerte por mi bebé.


—Vamos a ver si sabes hablar. Átenla ahí, rápido - grita el hombre.

Me quitan los alambres de púas de las muñecas y siento un alivio momentáneo. Pero cuando me atan a las cadenas, el dolor retorna. Un quejido escapa de mí y veo al hombre sonreír.


—Tienes un cuerpo hermoso, muñeca. No sabes cuánto voy a disfrutar escucharte gritar - susurra, dejando un beso en mi cuello que me provoca náuseas.

Siento el primer latigazo y grito de dolor.—Eres un maldito bastardo - digo entre dientes, aguantando el dolor.


—Vamos a ver cuántos insultos más tienes, muñeca - sonríe y siento otros diez latigazos.

La puerta se abre y veo al mismo hombre de ayer junto a Adam.

—Veo que la estás pasando muy bien, princesa - dice el francés, burlándose.

—Hicimos lo que nos ordenaste, jefe. Ya está preparada para ti - dice el hombre que me golpeó con el látigo.


—Bueno, bueno. Es momento de comenzar con las preguntas. Vas a cooperar, dulce Emma, ¿verdad? — dice Adam.

Destinados  + 18( Borrador) En Proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora