Emma Brown es una joven pintora y estudiante de Bellas Artes. Su vida está llena de colores, pinceles y lienzos, y su mundo gira en torno a la creación de belleza a través de su arte.
Por otro lado, Alessandro Ricci es el líder de la mafia italiana...
- Cuando tengo preocupaciones, miedos o una historia de amor, tengo la suerte de ser capaz de transformarlo en un poema
Maratom conquistando a Emma 2/3
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Narra Emma
Los rayos del sol me golpean en el rostro. Observo que ya son las 8 de la mañana en el reloj de la mesa. Intento levantarme y veo que papá se quedó dormido a mi lado, pero con la misma ropa de ayer. Me doy cuenta de que se preocupó más por abrigarme a mí, ya que él durmió sin manta y aún lleva sus zapatos puestos. Así que me levanto, le quito los zapatos despacio, lo cubro con una manta y dejo un beso en su frente con un "te amo". Bajo rápidamente, quiero hacer el desayuno para mi padre y James. Me dirijo a la cocina para preparar algo, pero me llevo la sorpresa de ver a James solo, cocinando. Me acerco al mesón y lo veo hacer unas cuantas tostadas, mientras ya tiene hecho el jugo y él está acompañado.
– Buenos días, James. Veo que me ganaste preparando el desayuno - le digo sonriendo.
– Buenos días, enana. Claro que sí, no quería molestarlos, se veía que estaban cansados - responde.
– Papá se quedó toda la noche en vela solo por cuidarme. Agradezco eso, extrañaba tanto tenerlos cerca - murmuro.
– Nosotros igual, enana. Extrañamos mucho verte pintar y tenerte cerca. Papá me contó algo ayer, Emma - baja la mirada, ya me imagino qué fue lo que le contó.
– Quería contártelo, James. En serio que quería decírselos, pero no es fácil. Aún no asimilo que tengo una vida creciendo dentro de mí - le susurro con los ojos cristalizados. Cuando levanto la mirada, veo sorpresa en sus ojos y eso me confunde.
– ¿Qué dijiste, Emma? Creo que escuché mal.
– Dijiste que papá ya te lo dijo - murmuro preocupada.
– Me dijo lo de Alessandro, no eso. ¿Estás... estás embarazada? - pregunta sorprendido.
– Sí, James. Acabo de cumplir un mes de embarazo - le respondo a mi hermano, quien enseguida sale de la cocina, me alza, me abraza y grita de felicidad.
– ¿Quieres decir que tendremos una mini criatura corriendo por aquí? - pregunta, a lo que asiento - Seré el mejor tío, ¡Dios, es la mejor noticia!
– Claro que serás el mejor tío, James.
– ¿Él lo sabe, Emma?
– No lo sabe, no he tenido el valor de decírselo ni tiempo - respondo triste.
Asiento y le ayudo a hacer el desayuno hasta que vemos a nuestro padre bajar ya cambiado.
– Me preguntaba qué olía tan bien y veo que son mis dos retoños cocinando - dice acercándose a mí y dejando un beso en mi frente - Buenos días, princesa.
