"Es curioso como a veces se puede llegar a ser tan inocentemente cruel."
Narra Camilla
Estoy parada en la puerta de Killian. Sé que es algo tarde, son las 8 de la noche, y se preguntarán qué hago aquí. Pues quiero arreglar los problemas que hemos tenido. A pesar de discutir casi siempre, Killian y yo hemos vivido momentos llenos de amor y pasión. Aunque dudé mucho en querer aceptarlo, estoy enamorada de él y por eso me armé de valor para hablarlo.
Toco la puerta decidida. Hoy me arreglé para sorprenderlo; estoy con un lindo vestido blanco muy bonito. Cuando escucho pasos, me preparo para ver su cara. Traje comida italiana para cenar juntos, pero mi alegría se corta de golpe al ver a una chica. Pienso que me equivoqué de puerta, pero no, esta es la de Killian.
-¿Hola, buscas a alguien?—me pregunta la morena que está desnuda. Solo lleva una camisa de Killian, la misma que me prestaba cuando yo me quedaba con él.Mi pecho duele y siento que mis cuerdas vocales me abandonan, pero logro preguntar:
- Busco a Killian —digo con las pocas fuerzas que tengo antenta la chica solo me mira y escucho la voz de Killian acercándose. Empujo a la chica entrando en la sala. Hay dos copas de vino y dos platos de comida. Killian sale solo en bóxer con algunas marcas en su pecho.
- ¡Oye! ¿Qué te pasa? ¿Estás loca? —me grita la chica cuyo nombre no sé, pero que odiaré toda mi vida.
- ¿Quién es, Tamara? —dice Killian, pero se calla de golpe al verme y veo cómo se sorprende.
- Camilla —susurra y me mira algo sorprendido.
- Lo siento, llegué en un mal momento —le digo y salgo de inmediato.
Escucho cómo grita mi nombre, pero no me detengo. Al salir veo a Eduar.
- ¿Pasó algo, señorita Camilla? —pregunta preocupado.
- Nada, Eduar. Toma, es comida italiana. Está caliente, espero la disfrutes—digo rápidamente extendiéndole las bolsas de comida y salgo al parqueadero. Veo a Killian salir solo en pantalón e intenta acercarse a mí, pero me subo rápido al auto. Intento prenderlo, pero las llaves se me resbalan. No puedo parar de temblar, siento que en cualquier momento me voy a derrumbar.Logro tomar las llaves, pero Killian golpea mi ventana desesperado. Intento prender el auto. No puedo verlo, no ahora cuando tengo mil ganas de llorar y no quiero que me vea débil. No le daré el gusto.
- ¡Camilla, por favor escúchame! ¡Bambina, por favor escúchame!- Lo ignoro y logro prender el carro.
- ¡Camilla, no te vayas por favor! —fue lo último que escuché antes de arrancar como una loca.Mis manos siguen temblorosas. Nunca había sentido este sentimiento. Me siento traicionada. Pensé que me quería, pensé que teníamos algo, pero mientras yo me mato pensando en Killian, él se está revolcando con otras. Mis ojos se nublan, no sentí el momento en el que empecé a llorar. Las lágrimas no me permiten ver la autopista. Es de noche y voy a una velocidad no permitida. Me jode cuando una moto se me atraviesa de la nada y, por el intento de esquivarla, me choco contra la pared del túnel que es para llegar a casa de Emma. El impacto no fue fuerte porque logré controlar algo el golpe, pero golpearme contra la ventana me dejó aturdida. Intento desabrocharme el cinturón, pero me duele la cabeza y siento un líquido rojo en mi cabeza.Veo las luces de un auto. Es un deportivo rojo. De ahí baja una pareja.
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Destinados + 18( Borrador) En Proceso
De TodoEmma Brown es una joven pintora y estudiante de Bellas Artes. Su vida está llena de colores, pinceles y lienzos, y su mundo gira en torno a la creación de belleza a través de su arte. Por otro lado, Alessandro Ricci es el líder de la mafia italiana...