cap47

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"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos."

Narra Emma

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Narra Emma


Hoy me dieron de alta y estoy alistándome para ir a mi departamento, pero James y Alessandro se negaron y me convencieron para ir a la casa de mi padre. Él aún no despierta del coma, ya son dos días y eso me preocupa porque no quiero perderlo, no a él y menos ahora que tengo miedo de cómo sobrellevar esto. No puedo creer que en dos meses hayan pasado tantas cosas que mi vida cambiara de una manera drástica. Ahora estoy llevando a un ser divino en mi vientre.

Tocan mi puerta y veo a una señora no tan mayor pero muy bella, tiene unos rasgos parecidos al hermano de Alessandro.

—Hola, un gusto conocerte, Emma. Soy Isabel Ricci, madre de Alessandro —dijo la castaña de ojos bonitos.

—Un gusto conocerla, señora Ricci —sonrío débilmente.

—Puedes llamarme Isabel, cariño. Eres tan bella como Eliza, tienes su misma mirada, esos ojos azules tan claros, y eres idéntica —susurra sorprendida.

—¿Usted conoció a mi madre, Isabel?

—Sí, fuimos buenas amigas. No te imaginas lo emocionada que estaba de conocerte, Emma. Solo recuerdo cuando te vi y tenías años, y estás muy hermosa. Ahora entiendo por qué mi hijo no paraba de hablar de ti, cariño.

—Gracias. ¿Puedo preguntarle algo?

—Claro que sí, cariño.

—¿Cómo era mi madre en su adolescencia? Quiero saber más de ella.

—Oh, Eliza era una chica llena de energía y vida. Ella fue la alegría de nuestro grupo y una gran amiga. Eres idéntica a ella, muy fuerte igual que tu madre. He escuchado que Alessandro dice que eres muy terca. Eliza era igual, cuando se proponía algo lo conseguía y siempre cuidaba de los suyos antes que de ella misma —dijo feliz. Cuando voy a responder, una voz masculina interrumpe.

—Madre, ¿por qué me delatas? Yo no he dicho que Emma es terca —dice Alessandro haciéndose el desentendido.

—¿Cómo que no, mi pequeño mentiroso? ¿Aún no recuerdas cuando dijiste "Oh Dios, Emma es tan terca, nunca me hace caso"? ¿Lo recuerdas, cariño? —dijo haciéndome soltar una carcajada por lo rojo que se puso Alessandro.

—Mamá, ya no soy un niño y Emma no tenía por qué saber eso —dice entre dientes.

—Alessandro, sabes bien que no me gusta cuando hablas entre dientes, cariño —dijo Isabel levantándose e intentando jalarle las orejas a Alessandro, quien al instante se esconde detrás de mí.

—Mamá, creo que papá te busca afuera —dice él.

—Está bien. Un gusto conocerte, Emma, y no sabes lo feliz que estoy al saber que tienes un nieto mío aquí. Ambos son unos guerreros —dice mientras me abraza y se va. Sentir sus brazos en mí fue realmente cálido, como el de una madre.

Destinados  + 18( Borrador) En Proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora