Destinados + 18( Borrador) En Proceso

cap 52

  "Si el corazón se aburre de querer, ¿para qué sirve?"

Narra Killian

-¡Recarguen ahora!-  dijo el doctor

mientras reanimaba a Camilla. Todos estábamos en la sala preocupados hasta que, al cuarto intento, el doctor grita:

- ¡Tiene signos vitales! ¡Despejen la sala ya!-  Las enfermeras nos sacan, pero Alessandro les dice:

- Sus vidas dependen de ella, doctor - Alessandro sale y añade:

- Iré a ver a Emma. Vengo enseguida.

Asiento y sale. Lucas junto a Rebecca están sentados, preocupados. Yo me levanto y bajo a la primera planta donde hay una capilla. Está vacía; solo está el púlpito y una biblia. Camino con pasos firmes y caigo de rodillas al frente.

- Por favor, sé que no merezco pedirte nada, pero te necesito. Por favor, Dios, sé que existes y siempre estás para todos. Por favor, escucha mi clamor. Estoy ante ti con el corazón roto y débil. No puedo seguir sin ella. No te la lleves. Nunca te he pedido nada, pero solo quiero que ella viva. Por favor, que ella se quede conmigo. Ella no merecía estar ahí, ese lugar era mío. Ella es mi todo. Por favor, apiádate de este pobre hombre desesperado que solo quiere ver al amor de su vida estable. Por favor, Dios.

Oré. Seguía orando. No sé cuántas horas pasaban. Yo seguía ahí, arrodillado, pidiéndole a Dios por la vida de Camilla, porque una vida sin ella no es vida.

Alessandro Ricci 

Me dirijo a la habitación de Emma y veo al señor Brown salir de aquella. Me quedo sorprendido; está despierto. Aquel nota mi desconcierto y me sonríe, aunque está aún un poco pálido y con la bata de hospital.

—Alessandro, cambia esa cara, hombre, que soy yo, no un fantasma —dice el señor Brown.

—Señor Brown, qué alegría verlo despierto —respondo.

—Cambia esa cara de idiota y entra. Sé que quieres verla.

Asiento y entro. No sé por qué, pero he empezado a odiar los hospitales, más cuando Emma está ahí. Me acerco y dejo un beso en su frente. No puedo estar un minuto lejos de Emma porque siempre pasa algo, y no podría vivir sin Emma y mis bebés. Así que tomaré la decisión más adecuada para nosotros.

Pasan ya dos horas. Emma sigue durmiendo. James se paseó ya dos veces y Alicia lo llevó a tomar café.

—¡Está estable, Alessandro! ¡Ella está estable! —grita Killian, haciéndome dar un brinco y sacar el arma.

—¡Por Dios, Killian! ¡Te pude volar la cabeza, idiota!

—Camilla está bien, ella está bien —dice llorando y me abraza.

Killian es un hombre al que no le gusta demostrar sus sentimientos, por eso verlo llorar es sorprendente. Él no llora por cualquier cosa, y verlo así, desaliñado, con ojos hinchados, me demuestra que aún queda algo del niño que conocí hace años.

—Me alegra, hermano. Sabía que ella estaría bien —le digo.

—Pensé que la perdería. Gracias por siempre estar para mí.

—Eres un hermano para mí, Killian. En las buenas y en las malas siempre estaré contigo. Así me odies y me alejes, siempre estaré para ti, hermano.

Él me abraza más fuerte y me da las gracias.

—Anda, ve a verla. Sé que mueres por hacerlo —le digo.

—Iré ahora. Solo esperé que Lucas saliera —dijo Killian y se fue.

Pasaron 3 horas y Emma despertó.

—Alessandro —susurra.

—Emma, mi amor, ¿estás mejor?

—Los bebés, dime que están bien, por favor.

—Ellos están estables, Emma.

—Pensé que los perdía. Yo sangré mucho, tenía tanto miedo.

—Shh, tranquila, Emma. Ellos están bien, mi amor. Los cuidaste bien, siempre lo haces. Eres una excelente madre.

—¿Y los chicos? ¿Cómo están Killian y Camilla?

—Camilla sufrió un disparo, pero está estable, Emma.

Ella me abraza. Ni loco le iba a decir que su amiga casi muere.

—Emma, este atentado me hizo pensarlo bien y quiero que nos vayamos a vivir a Italia. Allá estarás segura, nadie podrá hacerte daño.

—Pero no sé, Alessandro. La universidad, mi padre y mi hermano están aquí.

—A la universidad ya te falta poco para acabarla, y tus padres podrán visitarte. Pero me gustaría que viviéramos juntos en Italia, tú y yo y los bebés. Crear nuestra familia, Emma.

—Sí, quiero, Alessandro. Quiero irme a Italia a vivir contigo —dijo, y la besé.

Todo acabó. Ya nadie podrá dañar a mi familia. Podré formar mi hogar con Emma y mis bebés.