22.

4.5K 689 432
                                    

– ¿Tienes mucho tiempo de conocer a tus amigos?

Daniel miró a su novio y sonrió.

– A la mayoría si, unos cuantos años. Solo a Max tengo poco tiempo de conocerlo. ¿Si recuerdas a Max?

– Si, lo recuerdo – Lando forzó una sonrisa.

– Si te soy honesto, pensé que Max no vendría. No es muy sociable. En realidad, es bastante frío.

– ¿Tu crees?

Lando pensó (en contra de su voluntad, claro) en cómo Max no parecía muy frío en la fiesta. Quizá al principio estuviera un poco irritable (podía entender que era por él) pero un rato después lo vio platicando con los otros, jugando con su hijo y con el otro niño castaño y sobretodo, bastante pegajoso con ese tal Sergio. Daniel interrumpió sus pensamientos con una carcajada.

– ¿También lo viste con su novio? La verdad no crei que fuera así de afectuoso. En el trabajo es muy serio.

– Igual creo que su novio no se veía tan entusiasmado como él.

Lando recordó haber visto que aunque Sergio no se apartaba de la las atenciones de Max, tampoco era como que él las propiciara.

– No, no creo. Quizá Sergio solo es tímido. A mi me cayó bien.

Daniel siguió hablando sobre los demás pero Lando apenas y le prestó atención. Para su pesar no podía dejar de pensar en el niño.

"Me llamo Liam"

Liam. Por lo poco que había visto, se percibía que era un niño bastante bien cuidado. Parecía alguien capaz de hacer cosas solo y que estaba habituado a recibir atención, como en ese momento cuando corrió a los brazos de Sergio. Parecía llevarse demasiado bien con él.

Aunque esa buena relación con el novio de Max podía ser un problema para Lando, pensó que finalmente, él podía jugar con ventaja. Después de todo, el niño había ido a verlo e incluso lo había abrazado a pesar de que nunca lo había visto. Eso significaba sin duda que Max le había hablado de él. Aún lo tenían presente. Todas estas cosas hacían la situación más divertida.

– ¿Lando?

Miró a Daniel, que lo observaba fijamente con una expresión de preocupación.

– ¿Que pasa?

– ¿Estás bien? No quería decírtelo pero estuviste un poco apagado hacia el final de la fiesta. ¿Hubo algo que te molestara?

Lando le palmeó el rostro a Daniel.

– Tengo algo que decirte.

La sonrisa de Daniel disminuyó pero enseguida volvió a su estado normal.

– ¿Ya estás listo para volver a insistir que me mude a Londres?

– No, no es eso. Pero ya que lo mencionas,hablaremos de eso después.

– ¿Entonces que es?

– Hay algo que tienes que saber, es... importante.

– Está bien. Puedes decirme lo que sea.

Daniel se inclinó y besó a Lando en la frente. Esa simple acción bastó para acobardarlo. Quizá era mejor esperar a planear bien lo que haría antes de decírselo a Daniel.
– No quiero hablar de eso ahora. Quizá mañana.

– Dijiste que era importante

– Si, pero hay cosas más importantes.

Lando sonrió y le echo los brazos al cuello, mientras lo besaba, acallando, por el momento lo que sea que fuera a decirle.

Favourite PeopleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora