Capítulo 18

1.7K 133 17
                                    

Sentí un beso en mi frente que me hizo despertar. Era papá, Theo dormía a mi lado abrazado a uno de mis osos de peliche, sonreí con ternura al verle, nos habíamos quedado dormidos en medio de la plática. Me puse de pie, lo cubrí con una manta pues estaba helado y salí con papá de mi recámara para hablar sin despertarlo.
-¿Han aprendido a quererse verdad? –preguntó papá abrazándome.
-¿Quienes? –traté de hacerme la inocente.
-Tu y Theo, al principio siempre llamabas para quejarte, pero los últimos días todo parecía estar bien entre ustedes.
Theo me había contado todo lo que habíamos vivido, no era el momento para contarle la verdad a papá por lo que no abundé mucho:
-Aún no recuerdo muy bien, pero si, siento que lo quiero.
-Me alegra. Hija, tendrás que volver a quedarte sola con el, tengo que volver al trabajo. Se que te dejo en buenas manos, confío plenamente en Theo, se que el te cuidará como a una verdadera hermana.
-Si, claro. No te preocupes –dije sonriendo.
-Falta poco para que amanezca, si quieres vete a dormir a la recámara de Theo para que estés mas cómoda o quieres que lo despierte –dijo papá con aspecto cansado.
-No, no me importa dormir con el, me gusta estar en mi recámara, es linda y no me haría nada mal un poco de compañía –dije a papá.
-Como quieras, estoy muerto... me iré a la cama. Te quiero Jane–besó mi frente y de fue a dormir.

Volví a mi recámara, fue al baño a ponerme la pijama y me dirigí a la cama, Theo aun dormía, se veía tan tierno, no te tenía que seguir buscando yo a ese chico lo amaba. Tenía todo lo que buscaba, era divertido, tierno y guapo. Me recosté a su lado y empecé a acariciar su cabello, me dieron ganas de besarlo pero no quise despertarlo en un intento de ni besarlo recordé lo que me había dicho: peleábamos a todas horas, él era un desastre y yo era la encargada de recoger sus desordenes, siempre me quejaba de vivir con él pero con el tiempo aprendí a quererlo y descubrí que realmente es mas que eso.
No volví a dormir en lo que restó de la madrugada, simplemente me digne a observarlo, me hubiera gustado hacer un retrato suyo pero no tenía habilidades artísticas; quería guardar su rostro para llevarlo conmigo siempre. En mi escritorio alcancé a ver una cámara, la tomé, preparé todo para captar fotografías que llevaría a todos lados conmigo.
Theo dormía tan profundamente que no sintió los flashes en su cara. El era mi inspiración, me hacía sonreír con solo verlo dormir, a pesar de no recordar todo lo sucedido, con él sentía que lo sabía todo.  

Olvidar que eres tu. #SheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora