Capítulo 24

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La mañana siguiente debía hacer que Theo comiera, era tarde y el aun dormía, preparé el desayuno y se lo llevé a la cama
Entre y lo encontré vistiéndose, solo le faltaba ponerse la camiseta.
-Buenos días –dije con una sonrisa.
-Pero que buenos –respondió al verme entrar con la bandeja en manos.
Fue rápido a quitármela de las manos para que no se cayera.
-¿Como amaneciste? –pregunté dándole un beso.
-Bien... –dijo dudoso
-umm.... ese "bien" no me convence mucho ¿Qué pasó? –me senté en su cama.
Se sentó a mi lado aun sin camiseta y dijo:
-Tuve un sueño anoche, un torpe sueño.
-¿Ah si? ¿Qué soñaste?
-Soñé que... no te enojes –dijo con su mirada de niño.
-Lo prometo.
-Soñé que íbamos a hacer el amor, pero estaba adolorido y eso lo impidió, lo sentí tan real, podía saborear tus besos, sentir tu calor, fue hermoso, hasta que lo arruiné con mi tonto dolor –dijo sonrojado.
Sonreí de lado, el iba a continuar hablando pero detuve sus palabras con mis dedos en su boca:
-Theo... no fue un sueño.
-¿¡Que!? Soy un tonto –pataleó junto a la cama
Reí por su actitud, me puse de pie frente a el y lo besé para que no continuara el berrinche. El beso se volvió a tornar como la noche anterior, esta vez Theono se quejó, hasta podría decir que el golpe ya no le dolía, me atrajo hacia el, estábamos muy pegados, tanto que nuestros cuerpos podían hacer uno. Detuvimos el beso y me dijo:
-Hoy no me duele nada ¿Quieres terminar lo que empezamos?
Lo miré a los ojos y recordé aquello me había dicho la noche que me declaró su amor

*Escuchen Kiss Me de Ed Sheeran mientras leen lo que viene *

*FlashBack*

-Me gustaría ser el primero... y el último.
Lo miré fijamente y me hundí en su cuello, no respondí a sus palabras pero el agregó algo más:
-Me gustaría saber en que piensas cada vez que sonríes, si es acaso en mi... no te voy a presionar, solo quiero ser el primero que te haga sentir especial, diferente. Se que no seré tu primer beso, pero quiero que me permitas ser el ultimo.
-No me lastimes por favor... –le dije mientras lo miraba y acariciaba su cabello.
-No lo haré.
Sostuvo mi mano, volvió a besar mi frente, me abrazó nuevamente y volvió a decir:
-Quiero ser el primero, pero será cuando tu quieras. Cuando me ames aunque sea la mitad de lo que te amo. Solo no olvides que estaré aquí para acurrucarte entre mis brazos cuando creas que todo está perdido. Te amo princesa.

*Fin del Flashback*

Ese recuerdo me llenó de seguridad, no respondí lo que me había preguntado y solo me limité a besarlo, esperando que mis besos le respondieran lo que quería saber.

Lentamente sin separar nuestros labios, nos acostamos en la cama, el encima de mi, sus besos eran dulces pero llenos de pasión. Estaba dispuesta a entregarle mi virginidad, quería ser suya y olvidarme de lo que pudiera pasar después. Theo volvió a detener nuestros besos, esculcó entre sus cajones y sacó de allí una caja de preservativos, entró a su baño. Yo estaba asustada pero a la vez confiaba en que Theo no me lastimaría, me lo había prometido y yo estaba dispuesta a cumplir nuestras fantasías.
Cuando regresó a mi, me miró con ternura y preguntó:
-¿Estás segura de que quieres hacer esto?
-Tengo miedo... –le susurré.
-Si quieres... –pero no lo dejé terminar. Uní nuestros labios nuevamente evitando que Theo volviera a separarse de mi. Quería sentirlo mio. Nunca pensé como sería ese momento y no quería pensarlo tampoco, solo quería sentirlo, amarlo y dejar que me amara.

Theo estaba sobre mi cuerpo, besando cada parte de mi, teníamos aun la ropa puesta, pero no tardó mucho en desaparecer, el me dio la vuelta haciendo que fuera mi turno de quedar encima de él, me ayudo a deshacerme lentamente del mi camiseta, el tenia su pecho al descubierto tal cual lo había encontrado cuando entre a su habitación, acariciaba mi espalda sin dejar de besar mis labios, esta vez yo detuve sus besos para acelerar un poco mas el procedimiento y quitar mi sujetador quedando desnuda de la parte superior. El mantenía tu pantalón y yo mis shorts. Disminuimos la velocidad de nuestros labios y nos acostamos uno del lado del otro, el veía mi cuerpo como si fuese a hacer una pintura de este, yo hacía lo mismo. Mientras Theo acariciaba mi abdomen yo hacía lo mismo con su pecho, poco a poco fue bajando hasta mi short y con la mirada me hizo entender que le molestaba verlo puesto, lo mismo hice con su pantalón por lo que ambos sonreímos y empezamos a cumplir la petición del otro, el me prestó ayuda con mi short, ayuda que fue devuelta al quitar su pantalón.
Cuando los dos estábamos en ropa interior sin saber que sería lo siguiente que pasaría con nuestros cuerpos; el por su parte decidió quitar la ultima pieza que quedaba en mi cuerpo, luego yo hice lo mismo con la suya. Estando completamente desnudos, el me miraba como si fuese la ultima vez que lo haría, estábamos separados solo admirando la desnudez de nuestros cuerpos. Nos acercamos lentamente provocando que nuestras partes intimas se tocaran, sin haber penetración alguna, besó mis frente, bajando lentamente hasta mis labios y luego hasta mi cuello, llevándome a sentir como dentro de mi se formaba un panal de avispas que clamaban por salir. Me miró con sus ojos desprendiendo un brillo diferente al usual y pregunto:
-¿Estas lista?
-No lo sé –dije tímida.
-¿Quieres hacerlo? No me importa tener que esperarte toda una eternidad –dijo tierno.
-¿Tu quieres? –fue mi turno de preguntar.
-No me vas a creer lo que te voy a decir, no creas que soy un pervertido, pero he soñado con este momento varias veces –dijo acariciando mi abdomen con la yema de sus dedos.
Sonreí ante lo que dijo, pues me pareció divertido, enrede mis dedos en su cabello y me acerque mas a el rozando nuestras narices y compartiendo respiraciones tibias. Hundí mi cabeza en su cuello y noté como Theo empezaba a ruborizarse.
-Theo... te amo.
-Yo te amo –y luego de decir esto beso mis labios nuevamente –Prometo no hacerte daño.
Asentí ante lo que dijo y me preparé para ser suya, físicamente porque ya yo lo era en cuanto a sentimientos de trataba.
Theo entro en mi lentamente, haciendo que desprendiera unos cuantos gemidos de dolor y placer al mismo tiempo. Lo hizo tan detenidamente que pareciera como si fuese un cristal que fácilmente se rompería. En todo el procedimiento solo sentía amor, placer, felicidad y todo esto ligado con un leve dolor que no me importaba sentir ya que tenia lo mas importante en ese momento: a Theo.
-¿Te estoy lastimando? –fue lo único que salio de su boca ademas de los besos que eran incesables.
-No... –respondí en un suspiro.
-Eres perfecta –dijo acariciando mi rostro.
Cerré mis ojos torpemente y volví a besas sus labios, había sido el mejor momento que hubiese pasado en toda mi vida, quería hacerlo eterno, no quería que terminara nunca. Estaba cansada, pero no por eso iba a impedir que Theo sintiera el mismo placer que yo...
-Theo... –le susurré al oído.
-¿Si?
-Si te digo que continúes lo que estabas haciendo, no te molestarías?
Soltó una risita cómplice y respondió:
-Estaba esperando que lo pidieras.

Todo el día lo pasamos en la cama, conversando sobre todo y nada a la vez, amándonos y admirando todos esos pequeños detalles que hacían de la vida un tiempo acogedor.


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Hola, volví, como regalo de papá noel :D jajaja

Volví con 18 años, wiiiiiiiiiiii (El 17/12 fue mi cumple)

Lean la proxima nota es muy importante, se vienen cambios.



Olvidar que eres tu. #SheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora