Llegamos y era un lugar realmente hermoso, la casa era perfecta, como la que desde pequeña deseé tener, bajamos del auto de Theo, tocamos el timbre y nos recibieron muy amables.
-Bienvenidos señores, acompañenme hasta su recámara –dijo el ama de llaves de la mansión.
Ambos sonreímos y fuimos hasta donde nos habian indicado.La recámara tambien era pefecta, tenía una vista a un lago realmente hermosa, estaba decorada con unos tonos entre blanco, crema y marron debido a que querían convinar colores maderales, la cama era enorme, podrían caber 5 personas en ella y dormirían comodos, se sentía un ambiente acogedor y con la compañía de Theo completaba el momento.
Me quedé pensativa mirando por la ventana del lugar, pensaba en como sería mi vida desde ese momento, en mis padres, como se habían enterado, pensaba en Theo que había tenido que dejar a sus amigos para hacer una nueva vida conmigo, también pensaba en el Sr. Edwards, se había convertido en nuestro ángel guardián. Había estado con nosotros en dos momentos en que no teníamos a quien acudir.
Theo se acercó a mi y me abrazó por la espalda, sacándome de mis pensamientos.
-¿Sucede algo amor? –preguntó en mi oído.
-No –respondí dándome la vuelta para verle a los ojos.
-Se que algo te pasa, conozco esa mirada triste, dime, lo que sea.
-Es que... me da mucha culpa que tengas que dejar tu vida por estar conmigo.
-No he dejado mi vida, mas bien, estoy con ella –dijo con sus ojos brillante.
Lo mire con confusión, esperando que fuera mas específico.
-No he dejado mi vida, porque tu estas aquí y mi vida eres tu –agregó y terminó besando tiernamente mi frente –Te amo.
-Yo también te amo.
-Es tarde ¿Te parece si nos vamos a dormir? –preguntó esta vez abriendo su maleta.
-No tengo sueño. Mas bien tengo hambre –respondí sentándome en la cama.
-Es bueno que digas eso, vamos –dijo tomándome de la mano y sacándome de la recámara.
-¿A dónde vamos?
-A comer –sonrió divertido.
Bajamos a la cocina donde encontramos a una de las empleadas encargadas de la cocina.
-¿En que les puedo ayudar? –Preguntó sonriente.
-Nos puedes decir donde está la despensa de esta casa? –dijo Theo mirando a todos lados.
-Justo ahí –dijo mostrándonos la puerta que estaba a nuestro lado.
Ambos nos miramos y reímos por la tontería, la verdad es que la puerta estuvo a punto de mordernos de haber sido un animal.
-Gracias, nosotros nos prepararemos la cena –le dijo Theo a la mucama aun riendo.
Ella solo asintió y nos dejó solos en la cocina.
-¿Y bien? –le pregunté sentándome en una silla de bar que había detrás del desayunador.
-¿Por qué te sientas? Ayúdame a preparar algo rico –se quejó.
-Siempre me decías que odiabas mi comida, ahora me dices que te cocine.
-Nunca odie tu comida, al contrario la amaba igual que todo lo que hacías, es solo que me gustaba molestarte, pero ya paso, ahora me amas, yo te amo y nos amamos –comentó con una sonrisa triunfadora.
-Esta bien –accedí a sus encantos.Preparamos la cena y luego de cenar, Theo me invitó a ver las estrellas, se nos hizo una eternidad en el jardín trasero de la casa, pero después que nos dominó el frío entramos nuevamente a nuestra recámara para esperar el próximo día en la cama.
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Últimos 10 capítulos *Música de suspenso*
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Olvidar que eres tu. #Sheo
FanfictionCuando una pareja se divorcia, lo usual es que cada uno haga su vida nuevamente. Si hay hijos, estos se van a vivir con uno de los dos, sin dejar de visitar al otro. Pero mi familia marcó la diferencia. Cuando cumplí 16 años de edad mis padres se d...