Capítulo 31

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Samir y papá se fueron al despacho y nos dejaron a los tres en la recámara, platicamos un rato y luego Theo dijo:

-Tengo hambre.
-Voy a traerte algo de comer -le dije sonriendo.
-Te acompaño -Theo iba a decir algo pero no le dió tiempo ya yo había salido de la recámra y Austin me seguía.

Estando ya en la cocina, que por cierto no había nadie, al parecer tenían el día libre. Austin preguntó:
-¿Ese chico es tu novio cierto?
-Si -respondí buscando todo lo necesario para preparar sandwiches.
-Que lastima -susurró pero pude escucharlo.
-¿Disculpa?
-Si, es una lastima... Estas hermosa -dijo acercándose a mi.
-mmm... gracias -me sonrojé.
El continuó acercandose, yo me di la vuelta para continuar con lo que estaba haciendo.
-Shai...
-¿Si?
-Me gustaría darte un beso -dijo descaradamente.
-Austin... ya crecimos, amo a Theo, no voy a engañarlo.
-Es solo un beso, con eso no lo habrás engañado.
-No -me negué.

Por nada del mundo iba a engañar a Theo, jamás lo haría. Austin no se resignó con escuchar un "no" por respuesta, simplemente me dió la vuelta y presiono su cuerpo con el mio.
-Austin sueltame ya mismo.
-Sueltate.
-Sueltame o grito.
-Sueltate.
-Suelt....
Detuvo mis palabras con un beso, al principio fue un beso forzado pero al sentir la suavidad de sus labios me dejé llevar. Parecía estar todo muy callado y que nadie nos veía hasta que escuchamos unos aplausos provenientes de nuestras espaldas. Theo.
-¡Qué bien! ¡Bravo! Por que no continúan la pelicula estuvo espectacular, sigan por favor solo venía por palomitas -decía enojado y con los ojos cristalizados.
-Theo, puedo explicarlo -dije avergonzada.
-No hay nada que explicar -dijo saliendo de la cocina.
-¡Theo! -le grité pero no se detuvo subió las escaleras ardiendo en llamas.

Lo seguí hasta llegar a la recámara y detuve la puerta antes de que me la cerrara en la cara.
-Theo por favor, yo te amo -le dije con la voz quebrada.
-¿De verdad? Que bien -dijo con las lagrimas rodando por sus mejillas.
-No llores amor, de verdad te amo -me acerqué para abrazarlo.
-¿Aun hay cámaras? Deja de finjir Woodley Ya no hay marcha atrás todas las veces que dijiste que me amabas fueron todas mentiras al final saliste como esperaba, una... -se detuvo y lloró desesperadamente.
-Theo... tienes que escucharme. Yo no quería besarlo, el me besó. Theo, tienes que creerme.
-¿Ah si? ¿Por qué tengo que creerte? -gritó poniendo sus manos en la cabeza al parecer le dolía.
-Cálmate, te va a doler la cabeza, el doctor dijo que tienes que estar tranquilo.
-Me importa un mierda lo que el doctor haya dicho -decía furioso quitándose las vendas de la cabeza?
-¡PARA THEO! ¡¡TE DIGO QUE PARES!! -le grité.
-Tu no tienes nada que pedirme! Me voy de esta casa ahora mismo, no puedo estar aquí, simplemente no puedo -dijo tomando su maleta que aún estaba hecha, solo había sacado unas cosas de allí -Fue un gusto haberte amado.

Se fue, me dejó y nada lo haría cambiar de opinión.

Intenté detenerlo, pero no me hizo caso, se subió a su auto y se fue como si hubiese estado en una pista de carreras.

Lloré en el jardín, estuve horas allí, que estúpida fui si tan solo me hubiese safado de Austin nada de eso pasaría.
Sentí una mano en mi hombro, me giré lentamente y allí estaba el Sr. Edwards.
Sin pensarlo dos veces me abracé a él como si fuese la única persona que quedaba en el mundo.
-Llora pequeña, estoy aquí -dijo acariciando mi cabello y refugiándome en sus brazos.
-Se fue... me dejó ¡Soy una estupida! -lloraba en su regazo.
-No lo eres, volverá, créeme, volverá.

Olvidar que eres tu. #SheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora