21.Cara a cara

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Una hora y pico dando vueltas por puestos de brujas Keira estaba encantada pero ¿King y yo? Nosotros estábamos como niños pequeños con su madre de compras.

—keiraaa —Llamo logrando su atención. —¿Cuanto queda para irnos? —Pregunto a nada de tirarme en el suelo cansada de tanto andar.

Keira pone los ojos en blanco y suspira

—Termino unas comprar y vamos a hablar con Jaxon.

—¿Jaxon? —Pregunto helada y podría jurar que me quedo totalmente blanca.

—Si, tiene información sobre una humana y me ha contactado.

Mierda, ahora tiene todo sentido. Jaxon sabe que soy humana, También sabe que Axel suele verse conmigo, ¿y con quien más suele estar Axel? Exacto, con Keira. Me va a arruinar si les cuenta la verdad. No puedo permitirlo tengo que encontrar a Jaxon antes de que keira.

Rápidamente me alejo de King y Keira explorando el lugar en busca de Jaxon. Sin ningún plan en mente, solo yo y mi manera de improvisar las cosas. Me alejo lo suficientes de Keira y king como para ya no verlos y al separarme comienzo a sentir miradas sobre mi. Ando con normalidad intentando encontrar alguna pista de donde pueda estar Jaxon o por si lo encuentro. Pero por más que busque no lo encuentro y ahora no sólo siento que me observa una persona. Si no dos. Esto obviamente me hace alterarme y al sentirme en peligro cancelo mi búsqueda hacia Jaxon y ahora me centro en encontrar a Keira.

Cada vez estoy más nerviosa ya que ahora siento que las dos miradas me siguen y están muy cerca mía. Siento como por más que ando o par más que intento correr no logro perderlos. Nunca había experimentado está sensación de desesperación a si que lo único que se me ocurre es meterme por una des las finas calles donde no veo que haya nadie. Y a un que ahora no tengo nadie a mi alrededor sigo sintiendo como me están observando. Esto me está desesperando tanto que no me doy cuenta hasta ahora que tengo un Caracol. Saco el caracol para llamar y cuando lo tengo en mi mano y miro como asoma sus ojitos me doy cuenta que no se como llamo con un animal. Y nada más tener ese pensamiento de que no se usarlo algo lo agarra de mi mano y veo como el caracol flota enfrente mía. Estoy asustada, esto parece una peli de terror.

Noto como todo mi cuerpo se tensa cuando noto una mano tocándome el hombro y no tengo a nadie al frente que pueda tocarme lo hasta que la figura de una chica empieza a hacerse presente. Es como que en donde no había nada empieza a aparecer la figura de una chica de  la cabeza hasta los pies. Con la piel blanca. No un color piel muy blanco, no, un color blanco blanco. Tiene los pómulos super marcados y unas ojeras grises con dos tres puntos debajo de de sus ojos grisáceos. Tiene pelo corto y flequillo. Lleva un vestido algo roto y desgastado corto con volumen en la falda. La falda a la vista era negra pelo se veían hilos azules colgando de la falda. El vestido era como un mono solo que con falda ya que debajo de este lleva una camisa azul oscura.

Junto con ella a su lado y un poco atrás aparece un chico con sus mismos rasgos pero con una capa negra medio rota cubriéndole su ropa campesina también rasgada. Me miran fijamente sin decir ninguna palabra hasta que después de unos eternos minutos decide hablar.

—¿Que eres? —Pregunta totalmente fría y seca.

—Un dragón— Respondo intentando no sonar asustada pero es más que obvio que no ha sido así ya que encima respondí tartamudeando.

La chica me analiza con la mirada y mira mi caracol como si estuviera pensando si devolverlo o no.

—Desde el incidente ningún dragón a venido a místico ¿Por qué tú sí?

Por un momento pienso si decirle que estaba acompañando a una bruja o si preguntar por Jaxon. Pero ahora mismo lo que más me hurgue es saber el paradero de Jaxon y el si puedo hablar con él.

—Busco a Jaxon. Necesito hablar con él.

—¿Un dragón hablar con un vampiro?

—¿Y por qué tendrías que hablar con él? — Pregunta ahora el chico acercándose de manera seria y fría.

—Es privado. —Les respondo.

Esto no parece convencerles por lo que me tocará hablar un poco de más si quiero que me guíen hasta Jaxon.

—Queria reunirse con Keira y yo voy con ella.

—¿Keira? ¿La bruja que está en busca y captura?

—Si, espera... ¿Que?

¿Cómo que búsqueda y captura? Esto me ha pillado muy desprevenida tanto que los dos sujetos de enfrente sospechan más de mí.

—¿Esta por aquí Keira? — Pregunta y juraría que está un poco tensa cosa que puedo utilizar a mi favor y es lo que pienso hacer.

—No, yo vengo de su parte para hablar con Jaxon.

Ambos se miraron desconfiados y la chica le hizo un gesto al chico para que alejara unos centímetros y llamase por el caracol.

—Jaxon dice que si se tiene que reunir con Keira.

La chica me mira a un sospechando de mi pero asiente y me indica que los siga. Eso hago pero al darme cuenta que  están flotando a unos centímetros del suelo me doy cuenta de lo estúpida que soy. Keira me digo que aquí habían vampiros, brujas y fantasmas. Es más que obvio que son fantasmas y ahora a un más obvio al verlos flotar delante mía.

Llegamos a la una puerta bastante grande de color roja con símbolos de colmillo arriba dentro del castillo en el que me han echo entrar y abren la puerta dejándome sola en la sala que debería ser de Jaxon esperando a que vuelva.

Solo pasan unos minutos para que Jaxon entre por la puerta y yo me encuentre sentada en un sofá rojo sangre. Y sin darme cuenta descubro que los vampiros se mueven a increíble velocidad. Ya que antes de que cierre la puerta ya estaba encima de mi amenazando mi cuello con una daga.

—No me mates! Porfavor te lo ruego! No quiero morir joven!.

—No voy a matarte. Primero te voy a torturar hasta que me respondas el por qué has venido aqui. A si que habla si no quieres ver de lo que soy capaz de hacerte.

Vale, fácil. Decirle el por qué estoy aquí. El problema es que ni yo sé por qué coño estoy aquí. Bueno, en realidad si, quiero hablar con él pero del miedo me he olvidado

—No lo sé. —Mi respuesta suena muy real pero a un así no lo convence y ahora acerca más esa hermosa daga con el mango negro y decorada con una gema azul y dos lunas a los costados del mismo color que la gema.

—Claro que si, no sabes por qué has venido a Sinix. Y yo soy imbécil y me lo creo —Dice con sarcasmo.

Ahhhh, se refería a Sinix. Pues en realidad en la misma respuesta. No sé por qué estoy aquí. Bueno si, por qué no puedo volver. Nota que tardo en responder por lo que acerca la daga a mi cuello haciendo notar el metal tocándome la piel de mi cuello poniéndome tensa.

—¡Espera! ¡Deja que te explique! ¡He  llegado aqui por error!

—¿Error? ¿Te piensas que soy imbécil o que?

—¡Es enserio! No sé cómo he llegado aquí.

Jaxon me mira desconfiado a los ojos y puede que vea mi desesperación, miedo y que estoy diciendo la verdad por qué aleja la daga de mi cuello y me da una oportunidad de hablar sin amenazarme a muerte.

—Quiero todos los detalles ahora mismo.

AmethystDonde viven las historias. Descúbrelo ahora