36. Ladrón con tacón

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Esto podía salir muy bien o muy mal, pero con ellos era imposible que saliera mal. Skye y yo hemos ido a pedirle ayuda a Luke a kai y a Thea mientras que Violet y Axel buscaban a Myrla, que según Violet les va a costar convencerla. Y una vez todos reunidos les llevamos al búnker, el lugar donde más cómoda me siento y más para cuando les tengo que dar una noticia tan mala. El que soy una mentirosa. Si es cierto que este me ha enseñado a que da igual tu mentira, siempre va a salir a la luz.

Todos están mirando impresionados el búnker una vez que estamos dentro. Las hadas se han transformado y no paran de colorear entre ellas como si estuvieran jugando pilla pilla. Thea admira el paisaje y se queda sentada con los ojos cerrados como si estuviera meditando para conectar con la naturaleza, falsa, ya que esto es un simple hechizo, nada es real. Y Myrla está de mal humor con los brazos cruzados al der obligada a estar aquí.

Yo espero a que disfruten el lugar para así tener tiempo de recapacitar sobre todo lo que está pasando y relajarme. En esto que estoy mirando un punto fijo perdida en mi mente noto una mano sobre mi hombro, la de Jaxon recordándome que está a mí lado.

—Quien diría que el vampiro que me quería matar ahora está ayudándome.

—¿Como cambia el cuento no?—Bromea con una sonrisa que le queda muy bien

—Deberias sonreír más, te ves mejor.

Y dicho eso me levanto dejándole ahí para que recapacite por mis palabras mientras yo me acerco a los que considero mis amigos, a un que más que amigos siento que son familiares cercanos.

—¡Este lugar es increíble! —Exclama Luke entusiasmado de vuelta a su tamaño normal pero a un con las alas extendidas.

De mi solo sale una pequeña sonrisa para enseguida ser borrada cuando sin ningún cuidado suelto toda la verdad de una. No empiezo diciendo un lo siento ni nada de eso. Directamente les cuento todo de una, desde como llegue aquí por el ritual, hasta la verdad de la guerra entre los dragones y vampiros. Todos se quedan pensativos una vez que termino de hablar, piensan en todo lo que les he dicho en tan poco tiempo. Lo entiendo, es difícil de comprender y difícil de digerir una noticia como esa.

—Ahora que sabéis toda la verdad...

—¿Con que hay que robar la amatista básicamente? —Soy interrumpida por la pregunta de Myrla.

—No, claro que no. Solo quería contaros la verdad, no planeo que os unáis a la misión. Os habéis portado demasiado bien conmigo, os merecéis saber la verdad.

—Max —Me llama Thea. —Estamos viviendo el antes de una posible gran guerra como la que tuvimos. Si no robamos la amatista está vez no habrá demonio que nos pare, alguna raza será eliminada.

—El árbol este tiene razón. —Interviene de nuevo Myrla —Esto es lo que haremos, robaremos la amatista y listo, final feliz. Tú vuelves a tu casa y nosotros a la nuestra.

—Pero... —Intento intervenir.

—Me sienta mal que me mientan —dice kai —Y me ha dolido.

—Ha mí no me ha dolido a mí me jode —Vuelve a interrumpir Myrla.

—Pero la guerra no es ningún juego, puede que no te conozca mucho. Pero a un así si tengo que ayudarte, lo haré. No por ti, porque no te lo mereces, si no por evitar las tantas muertes que se pueden producir.

—Con eso es suficiente —Dice Jaxon — Ahora hay que planear como volver a colarnos.

—¿Colarnos? — Interviene Axel llamando la atención de todos —¿Se os olvida que se celebra mañana? Es el cumpleaños de Brigitte, la hija del rey.

AmethystDonde viven las historias. Descúbrelo ahora