—Oye. Dime lo ya. ¿A dónde me llevas?
—Un lugar al que apuesto que va hacer que te olvides de tus problemas.
Responde como si el supiera que tengo problemas. Haber me ha visto llorar por eso, pero solo a sido por un poco de agobio. Después de una caminata de unos quince minutos, que se me ha hecho muy cortos debido a lo bien que me sentía hablando con él. Puede tener cara de pocos amigos pero sin duda solo lo aparenta. Llegamos a un lugar donde hay una casa de ladrillo blanco bastante grande y al parecer tiene la parte de arriba el tronco de un árbol donde salen barias ramas. El chico llega a la casa y toca la puerta. Yo mientras tanto espero detrás suya mientras agarro a La Lumina que lleva todo el camino a mi lado. Se abre la puerta de repente sin nadie andar cerca. El pasa primero y yo lo sigo mirando a los lados de la casa. Era una casa acogedora. Era entrar y tenías el salón con un pequeño sofá y una mesa redonda en medio. Estaba decorada la habitación por estantería con libros y algunos cristales con líquidos extraños. Parece ser la casa de alguien con hijos, por qué hay muchos juguetes por el suelo. Por un momento me asusto al escuchar unos pasos hacia aquí. Me giro a ver las escaleras y veo una sombra enorme. Creo que este dragón me ha llevado a su guarida a que me coman.
—Quien osa molestar al Rey de los kitsunes.
Veo a Axel soltar una risa. Este tío me ha llevado a mi muerte. Veo como la Lumina se tensa y empieza a gruñir en dirección a la sombra consiguiendo que yo me tense más. De repente veo un pequeño zorro bajando las escaleras rápidamente. ¿Pero y está cosita tan mona? Sí, me ha traído aquí para matarme. Pero de ternura.
—Qué cosa más mona. — Suelto yo sin poder ahorrarme ese comentario.
Veo que el zorro... Espera, es un zorro de nueve colas. Bueno pues el zorro de nueve colas me gruñe. Al parecer no le a gustado mi comentario. Haber, da bastante miedo con esos colores y esos ojos rojos. Pero es que es tan pequeño que me parece una monada. Axel al escuchar mi comentario empieza a reírse y se tira al sofá para seguir riendo.
—¡¿De qué te ríes escoria?!— Le grita enfadado a Axel que ahora mismo parece no poder respirar de tanto reír.
—¡Y tú!— Ahora dice mirándome enojado. —¡¿Quién te crees que eres como para insultarme así?!— Parece muy enfadado y algo triste. Ahora me da penita.
—Perdón, no quería decirlo. Al parecer he pensado en voz alta. Perdón— Intentó disculparme aun cuando se oye la risa de Axel. El zorro al parecer se enfada más al seguir escuchando a Axel reír y se tira encima de el para comenzar a arañarle y morderle.
—AHHH. ¡Quita bicho! KEIRAAA. EDUCA A TU MASCOTA— se queja intentando alejar al zorro de él.
—¡¿Me has llamado mascota?! Ahora sí que te mato
Siguen peleando mientras yo miro sin saber qué hacer y algo incómoda. Es que se están peleando por culpa de mi comentario. No pasa ni unos segundos y baja una señora con una bata roja. La señora ve a Axel y al zorro pelear y como si nada le da un sorbo a la taza que tiene en la mano. Luego gira su mirada hacia mí y si mirada y la mía se encuentran. Me asustan esos ojos color miel que me miran con tanta intensidad pero eso solo pasa durante unos segundos ya que Axel se libra del zorro y se pone a mi lado.
—Keira está es Max. Max está es Keira. Ya que os conocéis, nos vamos al lago.
—Espera un segundo. ¿Es tu novia?— Al escuchar esto mis mejillas empiezan a sonrojarse. Ni tres días que llevo aquí y ya me están emparejando.
—Ni caso. — Me dice Axel viendo mi sonrojo. Dicho esto agarra mi mano y lleva subiendo las escaleras rápidamente. Pero antes de subir una sola escalera la señora me agarra del brazo para que me detenga y Axel la mire.
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Amethyst
FantasiCada mentira que dices, es una deuda que tarde o temprano tendrás que pagar En la noche de Halloween, un grupo de amigos decide reunirse para disfrutar de una velada de diversión y escalofríos. Sin embargo, cuando Max sigue a su amiga a través de...