32. No puedes ser tú.

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—Ahora mismo hay una reunión. Por lo abra más guardias en la sala de reuniones. Y si los guardias están ahí es porque... —No le dejo terminar la frase ya que ésto me lo sé

—El rey estará ahí.

—Exacto —Me felicita Jaxon.— Su despacho estará vacío, tendremos que encontrar la amatista ahí.

Lyra, Jaxon y yo nos miramos entre si confirmando entre nosotros que no haya ninguna duda y dudas no hay, al igual que no hay ovarios. No se ni como no estoy tiritando del miedo.

Y empezamos con nuestro robo. Vamos andando normal por los pasillos, sin que los guardias nos vean gracias a los efectos de la poción. Según andamos vemos que la mayoria se reúnen hacia la sala donde se encuentra el rey para la reunión. Sería un suicidio dirigirse para ya, ¿No? Bueno, pues eso vamos hacer. Necesitamos una cosa antes para poder acceder en la oficina. Sabemos donde está, pero entrar, eso se nos complica. Para entrar esperamos al lado de la puerta mientras vemos a un montón de gente pasar mientras nosotros solo nos preocupamos de encontrar a las criaturas que se esconden entre las sombras, los fantasmas.

Nos habíamos dividido por una razón, nosotros nos colamos mientraque ellos atraviesan las paredes que pueden mientras buscan nuestra llame maestra. Pendiente en las sombras que es donde no se pueden ver buscamos alguna señal de que estén ahí, y que maravilla cuando veo en una sombra de la puerta unos ojos blancos mirándome directamente y guiñándome uno de ellos. Como pasa demasiada gente por nuestro lado por lo que no podemos hablar ya que nos podrían escuchar tocó el hombro de Jaxon y cuando captó su atención le señaló a la sombra donde se encuentran los hermanos.

Jaxon los ve y le muestra también a Lyra quién le costaba verlos, nos acercamos a ellos con cuidado de no chocar con nadie. Cuando llegamos hacia ellos Raven le susurra algo en el oído a Jaxon. Él parece molesto pero asiente y los fantasmas se van con sumo cuidado hacia dentro del lugar.

—La llave que buscaban los fantasmas. La tiene el rey. —Nos explica Jaxon

Nos tensamos cuando llega el rey dragón rodeado de un montón de guardias y los fantasmas aprovechan a ocultarse bajo la sombra del rey

—Es muy arriesgado. —Susurro cuando noto lo que los fantasmas pretenden hacer. —Nos pueden descubrir.

—Nos van a descubrir de todas formas como no nos demos prisa —Interviene Lyra dando a entender que no queda mucho para que el efecto de la poción se acabe.

Jaxon toma eso en cuenta y se asoma llamando la atención de los fantasmas. Hunter es él que acude hacia nosotros mientras Raven a un sigue pensando como robársela.

—Cuando tengáis la llave acudir a la oficina del rey, os esperamos ahí.

Hunter asiente y vuelve a dentro junto con su hermana a explicarle la orden de Jaxon. Mientras Jaxon nos pide a mi y a Lyra que los sigamos. Sin rechistar cumplimos su orden y esperamos a que los fantasmas lleguen. Pasan los minutos y no hay rastro de ellos, está zona está sin vigilancia por lo que nuestras conversaciones desesperadas no las escucha nadie.

—Jaxon quedan unos 20 minutos

—Ya lo sé Lyra, ya sé que nos queda poco tiempo y que nos van a acabar pillando. Estoy empezando a asimilarlo, no hace falta que me lo repitas una y otra vez.

—Tener fe, a un queda tiempo—Digo mirando por los pasillos esperando que aparezcan. —Poco, pero queda.

Nuestra espera por fin acaba después de decir eso último. Hunter y Raven se dirigen lo más rápido que pueden hacia nosotros y nos dan la llave hechizada.

Jaxon abre la puerta y nos abalanzamos todos a la vez para entrar cuanto antes y ponernos a buscar como locos.

—Raven —Llama Jaxon a la fantasma—Vigila por si se acerca alguien.

—Te ayudo—Dice su hermano y ambos van hacia afuera.

Ya solo nos quedamos nosotros 3 buscando la amatista pero no encontramos nada y cada vez hay menos tiempo. Con cada paso, el nerviosismo y la prisa aumentaban. Teníamos que encontrar la amatista cuanto antes o todo estaría perdido.Pasé mis dedos frenéticamente por las paredes de piedra, buscando cualquier indicio de que haya alguna puerta secreta donde esté . La textura fría y áspera de la piedra no me daba ninguna pista. "Vamos, Max, piensa," me dije a mí misma, tratando de calmar el pánico que se estaba apoderando de mí.

De repente, tropecé con una losa del suelo ligeramente elevada. "¿Qué...?" Me agaché y observé más de cerca. La losa tenía marcas apenas perceptibles, como si hubiera sido movida repetidamente. Con mis manos temblorosas, presioné la losa hacia abajo y escuché un leve clic.

—¡Chicos venir!— exclamé con incredulidad, casi sin creer mi suerte.

Empujé con todas mis fuerzas y una parte de la pared se deslizó lentamente, revelando una puerta de aspecto antiguo, con un diseño que sugiere un entorno místico o mágico. El centro de la puerta está adornado con un complejo conjunto de símbolos y runas brillando en un tono azul verdoso. Estos símbolos están dispuestos en patrones geométricos, incluyendo círculos y líneas que se entrelazan formando una figura central prominente con lo que parece un sol estilizado en el medio.

Empiezo a notar como la magia de la poción de invisibilidad se estaba agotando. Sin tiempo para explicaciones. Jaxon y Lyra llegaron corriendo.

—¡Esa puerta! —Exclama Lyra llegando.

—¡No tenemos tiempo para puertas!  —Exclama Jaxon señalando su mano que se estaba haciendo transparente.

—¡Tiene un maleficio de magia negra!

—¿Cres que...? —intento preguntar pero en seguida soy interrumpida por ella.

—¿Que guardan ahí la amatista? Pues no sé pero desde luego dudo que guarden Cake y arcoiris.

Si, tiene razón. Es obvio que la amatista está ahí.

—¡Viene alguien! —Aparece Hunter de la nada avisándonos.

—Pero la amatista está aquí —Insisto

—Max, a un no somos visibles del todo. Tenemos que irnos ya.

Me quedaría un rato dudandolo, estamos tan cerca de conseguirla que me niego a dejarla ir. Pero no puedo hacer nada ni pensar nada ya que un tirón del brazo me saca de mis pensamientos. Es Jaxon sacándome de la habitación mientras Lyra con magia lo recoge todo como si no hubiera pasado nada. Salimos corriendo y vamos a ir por el lado izquierdo pero Raven nos detiene negándonos con la cabeza alarmada. Claramente alguien viene por ahí. Nos giramos para ir por el lado derecho todos corriendo y yo la última detras de los demas (mis piernas cortas) no dan para más. Estoy a nada de girar para seguir a los demás pero de repente, un impulso me hizo mirar hacia atrás, apenas deteniendo mi carrera.

—¿Cómo... cómo es posible? —murmuró, el miedo y la incredulidad peleando por el control de su voz.

Me paro en seco observándola avanzar hacia delante mientras que su mirada se encuentra en unos papeles que carga. Podría estar equivocándome pero es ella, su cabello rojo y sus pupilas azules son únicas.

Es Venus.

—¡Venus!

Venus levantó la cabeza lentamente, sus ojos encontrándose con los suyos. Una sombra de reconocimiento cruzó su rostro. La observo bien y noto sus orejas, son como las de Lyra

El pánico y la confusión me invadieron. ¿Como es que tiene esas orejas? ¿No será ella? Sabía que Venus estaba perdida, desaparecida en algún lugar de este lugar, incluso posiblemente muerta. Pero ahora creo que la tengo enfrente. Si, esos ojos son duda son los suyos. Venus está aquí, tan cercana mía, a unos simples pasos de distancia. Y creo que ella también me ve, el efecto de la poción ya se estara deshaciendo dejándome transparente.

La sonrisa que se me forma desaparece enseguida cuando veo como el rey dragón llega donde ella. Jaxon que nota que me quedo quieta sin saber porque tira de mi y nos largamos pero antes escucho la voz de Venus.

—¿Que miras hacia el pasillo Venus?

—Nada señor, me había despistado.

Es Venus, esa es su voz pero, ¿Que es eso de señor?

AmethystDonde viven las historias. Descúbrelo ahora