𝐀𝐂𝐓𝐒 ┃ ❝Mi vida se divide en actos, y de todos esos, el nuestro es el que más aprecio❞
La vida de un pequeño niño, Park Sunghoon, da un giro cuando su madre obsesionada con la inmortalidad lo usa para salvarse a ella misma. Su vida ya no será la...
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Seoyul luego de la conversación con Sunghoon, sentía su corazón más feliz y vivo, sentía que habían dado dos pasos adelante cuando ella sentía que estaban separados.
Al día siguiente, el día número dos, habían despertado algunos temprano para comer, otros (Heeseung) se levantaron tarde. De igual forma, Jaehyun hizo el desayuno y mandó a su hijo y a los chicos a bañarse para que hagan sus deberes rápidos y pudieran salir a pasear.
Seoyul luego de comer fue a su cuarto a bañarse y cambiarse. El maestro había dejado una práctica de preguntas, basadas en el viaje. El punto era pasear y luego responder las preguntas, pero ella y los chicos claramente lo harían al revés. No podía pasear pensando en guardar cada detalle para luego escribirlo o ir respondiendo las preguntas mientras caminaba. Nadia haría eso.
Fue algo difícil, pero lo logró. Revisó su celular, con un mensaje de Jay. Primero vio la hora, eran las 1:27 pm. Abrió el mensaje del chico, diciendo este:
JAY: Todos excepto Sunghoon salimos al mercado del pueblo. Jaehyun dice que comas y que si quieres algo le digas a Sunghoon. Pueden salir, nosotros tenemos una llave y ustedes también, está sobre el refrigerador.
Seoyul respondió con un pulgar arriba y fue abajo para buscar la llave de la casa, quería revisar que estuviera ahí. En un rato iba a salir, quería ir a un lugar que había visto por fotos, le parecía muy lindo. Sentía que debía ir para cumplir una meta de vida.
Caminó hacia el refrigerador y lo abrió, primero quería una bebida. Jaehyun le había dado la confianza de tomar una. Sacó un jugo de uva y lo puso en la meseta, luego cerró el refrigerador e intentó alcanzar la parte de arriba, pero no pudo.
— Tenían que ponerlo en el lugar más alto — dijo con frustración y resopló —. Hombres altos, ¿no pudieron pensar en que yo no llego ahí? — buscó con la mirada algo para subirse, pero no había nada.
Seoyul finalmente decide ponerse de puntillas, como si bailara ballet, pero sus dedos solo rozan el borde. Dio un brinco, pero no alcanzó a la llave, solo la tocó.
De pronto vio a Sunghoon alcanzar fácilmente la cima del refrigerador y tomar la llave. Él se la extendió hacia ella con una expresión neutra.
—¿Por qué no me pediste ayuda? Estaba despierto — preguntó el chico, abriendo el refrigerador para tomar un jugo.
— No suelo darme por vencida muy fácilmente — contestó tímida. ¿Por qué le ponía tímida estar con Sunghoon? Antes no era así, pero lo veía de otra forma desde que hablaron.
— Ni saltando ibas a llegar. Era más fácil pedir ayuda y no gastar energía — comentó Sunghoon mientras bebía su jugo.
— Ya entendí, ya entendí — asintió varias veces. No sabía que hacer ahora, así que simplemente dejó la llave en la meseta y tomó su jugo para ir a su cuarto.
