Capítulo 45

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— Te tengo que contar de un sueño que tuve — sonrió Sunghoon hacia Seoyul. Ella lo miraba fijamente, con un brillo en sus ojos y color en su piel.

Estaban en el cuarto de Seoyul, ya que estaban cerca de su casa. Ella lo invitó, y Sunghoon no quería separarse de ella ahora. Ni nunca.

Estaban ambos sentados en su cama, iluminados por una lámpara y la luz de la Luna que entraba por la ventana.

— Dime — sonrió la chica, tomando una mano de Sunghoon.

— Yo era un joven amo, y tú una comerciante, trabajabas en un bar. Me enamoré de ti en una cascada cuando te encontré leyendo libros. Luego, me dijeron que me tenía que casar, pero te amaba mucho para hacerlo, así que escapamos juntos — la miró a los ojos.

— ¿Y luego? — cuestionó con curiosidad. No esperaba -para nada- que ella y Sunghoon se hubieran conocido años atrás.

— Los guardias del rey de la fortaleza te atacaron, así que yo mismo me corté el cuello cuando te vi morir en mis brazos.

Seoyul puso una cara triste y le dio un golpe en el brazo.

— ¿Por qué te matarías? Debes vivir tu vida por los dos si algo me pasara — comentó molesta. No quería pensar en eso.

— No podía, no podría — suspiró —. Pero por suerte todavía estás aquí — la abrazó. Ella pasó sus brazos por los hombro de Sunghoon y dio caricias en su espalda.

— Sé cómo eres con las pesadillas, debiste tener miedo.

— Tu voz me quitaba el miedo.

— ¿Sí me escuchabas? — se separó para verlo.

— Luego de ver el sueño, empecé a escuchar una voz mientras nuestros momentos más felices se reproducían cientos de veces. Me la pasé bien, pero te extrañaba de todas maneras — musitó pasando una mano por su cuello, sintiendo la cicatriz de dos puntos, y una memoria pasó por su mente —. Seoyul, ¿tú eres ahora...?

— Sí, soy un vampiro — sonrió.

— Yo...

— No te disculpes. Estoy bien con eso. Te di mi permiso — tomó su rostro —. Ahora podemos estar juntos mucho tiempo, y no me iré de tu lado como en ese sueño. 

Sunghoon tomó la mano de Seoyul, y acercó sus rostros. Pero no podía besarla, no quería que volvieran esos deseos de morderla.

— ¿Tienes miedo? — preguntó Seoyul en voz baja.

— No quiero volver a morderte — confesó de igual modo.

— No lo harás, y si quieres, está bien.

— No lo está, no voy a dejar tu cuello lleno de marcas.

— No importa — Seoyul apartó su cabello y señaló los dos diminutos puntos en su cuello —. Esta marca en mi cuello es un signo de nuestro destino — volvió a poner sus manos en el rostro de Sunghoon y los acercó, hasta que no hubo espacio entre los dos. Se besaron- Bajo la Luna como testigo, bajo la emoción de su reencuentro. Dos almas que no se veían desde hace siglos, desde hace cinco meses. 

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Años atrás...

— Seoyul, mira hacia allá — una amiga de ella tocó su hombro con una risa.

— ¿Qué? — alzó la vista de su celular para ver hacia las cajas de la tienda donde estaban, pero no veía nada importante — ¿Qué quieren que vea?

— Ese chico, en la caja siete — dijeron para no apuntar. Seoyul buscó la caja y vio que había un chico con su padre hablando y comprando ropa —. Es lindo, ¿no?

— Es... — el chico tenía una nariz linda, piel blanca, cabello bien peinado, alto y sus ojos confundidos le parecieron agradables. No quería actuar como si hubiera conocido al amor de su vida justo ahí por exagerar, pero era muy lindo — Me parece tierno.

— ¿Tierno? Seoyul, querida, él es atractivo. Tierno es mi hermanito — comentó una de sus amigas con una cara de sorpresa.

— Lo que sea, debemos volver a casa temprano — dio una última mirada al chico antes de irse.

Él miraba a su dirección, con una expresión confusa y de curiosidad. Nunca hubiera esperado eso de alguien, pero le gustó que fuera diferente. Conectaron miradas por un segundo, pero Seoyul la apartó solo para irse nerviosa de ahí.

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Sunghoon había vuelto al colegio, y estaba listo para que le dieran toda la tarea que se perdió. Por suerte, Seoyul era más estudiosa que sus amigos, así que tenían excusa para verse más a menudo, lo cual era las tareas. 

Luego de las primeras horas de clase, era receso, así que Seoyul y Sunghoon tomaron sus meriendas y fueron a la biblioteca a comer solos. Habían dado un paso grande hace cinco meses, y lo habían dado otra vez anoche. Un beso.

No sabían si ahora era novios, o solo almas gemelas, o destinados a encontrarse. Solo sabían que querían estar junto al otro de ahora en adelante. Disfrutaban de su compañía, de sus palabras y actos. 

— ¿Solo soñaste con ese recuerdo durante cinco meses? — cuestionó Seoyul, sobre el sueño de Sunghoon. Estaban tomados de la mano caminando por los pasillos de la escuela.

— Creo que fue por tres meses, luego solo veía oscuro y escuchaba tu voz, solo la tuya. 

— ¿Tendrá que ver con que estuvimos juntos antes?

— ¿O con que tú eres mi alma gemela? — se miraron a los ojos en ese momento, sonriendo.

— Creo que por todos lados estuvimos destinados a encontrarnos — comentó Seoyul con una risa.

— También lo creo... — al doblar en una esquina, algo empujó a Sunghoon, pero no lo movió mucho.

Vio a un chico de cabello blanco y ojos enojados pasar a su lado, dándole una mala mirada y sin disculparse.

— Qué maleducado — comentó el chico mirándolo. 

— ¿No te acuerdas de él? — cuestionó Seoyul. Creía que Sunghoon se acordaría de él. Después de todo, la había salvado de él.

— No. ¿Quién es? No lo había visto antes en la escuela.

— Es Ricky, entró mientras estabas en tu Sacrificio. Me ha estado molestando desde entonces.

— ¿Molestando? ¿Qué te hace?

— Al parecer le gusto. Me persigue a todos lados porque quiere que sea su novia o que le de un beso — la chica volteó a ver a Sunghoon, quien frunció el ceño molesto —. Pero le dejé en claro que me gusta alguien más.

— Si entró cuando estaba durmiendo, ¿de dónde lo iba a recordar?

— Él fue el tipo que me siguió hasta mi casa. ¿Y te digo algo raro? Por un momento, no me pareció humano... 

— ¿Crees que pueda ser vampiro? 

— Humano no es. Cuando era humana, mis ojos no brillaban — negó abriendo la puerta de la biblioteca.

— Sí sentí algo raro cuando me tocó — comentó, pero por la forma en que lo dijo, era algo más. No fue una corazonada, Sunghoon sintió un aura diferente venir de él.

𝐀𝐂𝐓𝐒 ㅡ Park SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora