Capítulo 34

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— Bien, nos bajaremos por media hora. Vayan al baño, compren comida y bebidas y, si sobra tiempo, miran una pared. ¿Entendido? — preguntó Jaehyun a los siete adolescentes frente a él. Todos asintieron y pusieron el contador en sus celulares — Y no dejen a Seoyul sola. Ustedes son amigos desde hace mucho, intégrenle en el grupo — mandó.

La chica se puso nerviosa. No quería ser una molestia o incomodidad para alguno de los chicos. Miró hacia los varones, quienes asintieron amables. No se veían molestos con la orden.

Jaehyun se separó de ellos. Heeseung, Jake y Sunghoon se fueron detrás de él hacia la cafetería. Ella sintió decepción, tenía pequeñitas esperanzas de que Sunghoon estuviera a su lado, pero ni la miró antes de irse.

— Hola, Seoyul. ¿Quieres ir con nosotros? — preguntó el chico de mejillas adorables, el cual ella conocía como Sunoo. 

— Claro — asintió. Miró a Sunghoon una última vez antes de irse con los tres chicos sobrantes del grupo.

— Soy Sunoo — se presentó el que le había hablado —. Él es Jungwon — sonrió un chico de hoyuelos y cabello negro —. Y él es Jay — señaló al chico de audífonos que no estaba escuchando su conversación. 

— Los conozco, vamos al mismo salón — comentó, riendo para que no sonara rudo.

— Lo sé, pero yo no sé el nombre de todos mis compañeros, seguro no sabías los nuestros — explicó obvio. Caminaban hacia la cafetería.

Seoyul intentó no buscar a Sunghoon, pero en su mente solo se preguntaba dónde estaba el chico. 

— ¿Qué van a comprar? — cuestionó.

— Yo buscaré mango seco — dijo Jungwon, yendo a un estante con frutos secos.

— Yo buscaré bebidas — mencionó Jay, oyendo la conversación -sorpresivamente- de los chicos —. ¿Alguno quiere bebidas?

— Dos refrescos de limón para nosotros — habló Sunoo por él y Jungwon —. ¿Tú, Seoyul?

— Iré con Jay a ver el menú, no sé de qué tengo ganas la verdad — dijo, caminando detrás de Jay.

— Bien, ven — hizo un ademán para que lo siguiera. Llegaron a las neveras y Jay tomó tres bebidas, contando las de Sunoo y Jungwon.

Seoyul miró cada una, siendo tentada por la soda de toronja. La tomó y, al lado de las neveras, vio frituras. Tomó unas papitas y fue donde habían dejado a Jungwon y Sunoo. Cuando se reunieron, Jay les dio su bebida a cada uno. Fueron a la caja a pagar, Sunoo y Jungwon yendo de primeros ya que querían ir a pasear antes de que se acabara su tiempo. Seoyul se mantuvo detrás de Jay nerviosa. Estaba con un grupo de personas con el que no estaba muy familiarizada, al menos Sunghoon no estaba ahí para ponerla más nerviosa. 

Los dos chicos pagaron sus cosas y se separaron, mientras ella y Jay entraban a la fila. 

— Dame lo tuyo — mandó el chico serio. Seoyul abrió los ojos confusa y le dio sus cosas. Jay lo puso con lo suyo frente a la cajera —. Buenos días — saludó.

— Buenos días — devolvió la señorita —. Son seis mil wones.

Jay sacó su cartera y pagó por todo. Tomó una bolsa y metió las cosas de ambos. 

 — Gracias — no esperó la factura y se fue. 

Seoyul tomó la factura y leyó rápidamente cuánto había hecho lo de ella. Sacó de su cartera el dinero y siguió a Jay, pensaba dárselo. 

El chico caminaba hacia los baños, así que antes de entrar, Seoyul apresuró su paso y tocó su hombro. Jay se giró y vio el dinero en su mano.

— Toma, pagaste por lo mío — extendió el dinero hacia el morocho.

— No es necesario. Tranquila — negó y caminó de nuevo a los baños.

— Espera... — el chico entró al baño donde ella no podía. Suspiró y decidió entrar también al baño -de mujeres- para no querer ir luego. 

Entró por la puerta y, luego de hacer sus necesidades, lavando sus manos, se preguntó de nuevo dónde estaban Sunghoon y sus amigos. 

Sacudió de su cabeza ese pensamiento y salió del baño, viendo a Jay esperarla fuera de éste. Caminó hacia él, e intentó darle el dinero de nuevo, pero él la ignoró y fue caminando hacia la van.

— Así que, ¿estás incómoda con nosotros? — cuestionó Jay de pronto, ralentizando su paso para hablar con ella. Tenían tiempo de sobra.

— No mentiré, ir de viaje con personas que no son mis amigos más íntimos es extraño — confesó, no quería mentir al chico con el que más se estaba relacionando —. Pero no es incómodo. Yo soy así por naturaleza.

— Puedes hablar en la van, ¿sabes? No te vamos a criticar ni nada por el estilo — la miró con una leve sonrisa, levantando solo una comisura de su labio.

— Ni siquiera tengo con quién hablar, cada uno tiene su grupo.

— ¿Su grupo? — alzó una ceja — ¿Nos dividiste por grupo? — rio.

— Algo así — se encogió de hombro.

— ¿Cuáles son los grupos? — preguntó, riendo.

Seoyul suspiró y se preparó para pintarlos como ella los veía, pero sin ser criticona.

— Sunoo y Jungwon son los dos niños jugando en el celular.

— Cierto, son dos niños — asintió de acuerdo.

— Tú y tu música no se deben molestar. Parece que te enojarás si alguien te interrumpe — lo vio atentamente a sus expresiones.

— Eso no es... mentira — confesó —. Sí me gusta oír música en paz, pero no es como que te voy a matar si me hablas. Como sea, ¿qué otro grupo hay?

— Sunghoon y Jake son los chicos cool, ellos solo ven algo en el celular de Jake y ríen de vez en cuando sin decirse nada.

— Ah, bueno. Ellos dos son como mejores amigos, es normal verlos juntos.

— Y queda Jaehyun y Heeseung. Heeseung no quiere, o no puede, dormirse, así que habla con Jaehyun de cualquier cosa. El padre de Sunghoon sigue la corriente y, me sorprende decir, que está actualizado con términos de ahora. La verdad, se ve muy joven. Yo quisiera tener la piel del padre de Sunghoon — Jay estalló en risa.

— ¡Es cierto! — asintió.

Los chicos dejaron de reír cuando se acercaron a la van y ahí estaban Sunghoon, Jake, Heeseung y Jaehyun bebiendo algo. Seoyul y Jay siguieron hablando en tono bajo esperando a los otros dos chicos, aunque faltaban como diez minutos todavía, y Jaehyun no se iría sin ellos.

Cuando Sunoo y Jungwon llegaron, se subieron a la van, volviendo a los grupos que Seoyul había enumerado antes. Pero, esta vez, Jay le había dado su número para hablar cuando estuviera aburrida. Aunque ella quisiera escribirle, no lo haría, porque no sabía cómo iniciar una conversación ni por chat ni en persona.


𝐀𝐂𝐓𝐒 ㅡ Park SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora