"Mi única excepción." // Luke Hemmings

Capítulo 19

Luke tocó la ventana de mi habitación, una semana después del accidente del bar. Se había subido al árbol que estaba enfrente de la ventana y había cruzado una larga y gruesa rama para llegar a ésta.

Todo porque mi madre, se volvió casi loca después de que me viera volver a casa esa noche con el pie esguinzado y de haberse enterado de que no había ido a un restaurante a cenar con ellos, sino a un bar.

-"Es una mala influencia ese chico." me dijo, mientras me ponía hielo en el pie y lo mantenía alzado, como lo había dicho el médico que lo hiciera hasta que me enyesara el pie al día siguiente.-"Es un buen chico y se ve que te quiere," prosiguió.-"pero toma malas decisiones."

-"Malas decisiones." dije, suspirando para evitar soltar otro quejido de dolor mientras ella removía la bolsa de hielo.-"Si seguir tus sueños es una mala decisión, entonces espero que siga tomando malas decisiones."

-"Sabes que no me refiero a eso." me reprochó.

Puse una mano sobre las de ella y me miró a los ojos, frunciendo el ceño.

-"Me gusta."

-"Lo sé."

-"Mucho."

-"Lo sé."

-"Y creo que le gusto mucho a él también."

-"Lo sé."

-"Malas decisiones." repetí, esta vez desviando la vista hacia el techo.-"Pero no me arrepiento de haberlas tomado... sólo espero que él no se arrepienta."

Mi madre tomó mi mano entre las suyas y sonrió ligeramente.-"Yo también, pero no quiero que se aparezca por la casa por al menos un mes. Y tú estarás castigada sin salidas también hasta que tu pie se mejore. ¿Estamos?"

-"Bien, aunque no te preocupes, no pasará. Luke sabe respetar y no va a poner un pie aquí si se lo pedimos."

Sabía que aquello iba a ser imposible de evitar, y sabía que mamá también lo presentía en ese momento. Porque, a esas alturas del partido, ninguno de los dos podía pasar un sólo minuto sin extrañar a el otro, a pesar de que nos veíamos casi todos los días. Sin embargo, ninguna de las dos quiso seguir la discusión.

-"Bien." concluyó mi mamá.

Abrí la ventana, después de que pude maniobrar con las muletas durante unos minutos. Luke entró de un salto, y cerró la ventana tras de sí.

-"¡¿Qué haces aquí?!" le susurré exhaltada.

Aunque debía de admitir que nada me podía alegrar más en aquél momento que el tenerlo enfrente mío con su cabello dorado peinado hacia arriba y sus ojos azules brillando para mí.

-"No podía estar lejos de ti por mucho más tiempo princesa. No es lo mismo las video llamadas ni los mensajes a tenerte presente, junto a mí."

Resoplé.-"Yo también te extraño, pero si mi madre te ve nos matará a ambos."

-"Malas decisiones." Luke dijo y dio un paso hacia adelante, sus labios estaban a pocos centímetros de los míos.-"Toma malas decisiones conmigo." me susurró contra de mis labios.

Se me secó la boca y de no ser porque estaba tan concentrada en conservar el equilibrio, me hubiera terminado rompiendo el pie en ese momento por la caída que me iba a dar si Luke seguía distrayendome.

-"¿No crees que hemos tomado demasiadas?" pregunté sonriendo.

Él se mordió ligeramente el labio inferior con una sonrisa asomándose en las comisuras de éste. Mirando alrededor de la habitación antes de mirarme de nuevo.

-"Mientras se trate de ti y de mí, nunca serán suficientes."

Me besó suavemente en los labios antes de inclinarse hacia el frente para susurrarme algo en el oído.

-"¿Te han dicho lo sexy que te ves con una pierna enyesada antes, cielo?"