CAPÍTULO 20

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VIVIANA

Este año pasó muy de prisa. Desde que mi padre le dijo la verdad a Chiara, ha sido imparable, semana tras semana se fue apoderando de cada territorio en el que Yura estuvo y claro que siempre estuve a su lado.

Viajamos a Tailandia donde mi padre le mostro a Chiara y l lugar donde estaba enterrado su padre.

Vi a mi Chiara derrumbarse por segunda vez y la sostuve entre mis brazos durante esa tarde y el resto de la noche.

Hay algo que he aprendido sobre Chiara y es que solo se permite verse vulnerable frente a mí. Desde la primera vez que me rompí la cabeza siendo una niña o las veces que en el instituto alguien se metía conmigo y cuando ella se enteraba corría a ver cómo estaba con la excusa de que era su mano derecha y tenía que estar bien.

Pero Chiara solo es vulnerable por un tiempo, una noche tal vez y vuelve a renacer, vuelve a ser fría y se toma su papel muy en serio. Desde hace unos meses, Brina nos comentó a Chiara le temen los muchos clanes y mafias por su poder, por cómo ha ido monopolizando cada pequeña ciudad y su manera despiadada de destruir a sus enemigos.

—Hera —le susurro recostada en su pecho.

—¿Hera? —pregunta alzando una ceja.

—La hermosa y poderosa reina del Olimpo —aprieto su cintura atrayéndola a mi y me besa como lo ha hecho desde ayer que llegamos a Grecia.

Hace unas que Yura dio la cara al fin, después de dejar en coma a la hermana de Alice. Chiara se puso muy neurótica y no me dejaba salir a ningún lado si ella no estaba junto a mí.

Hace unas semanas estuvimos en Francia, Daila está cada vez más hermosa y aproveche la oportunidad para intimidar a Roxanne.

—Quiero una igual —le digo acostándome junto a ella en su cama.

—Dile a Chiara.

—No —acarició su cabello —igual a ti.

—Búscate un donante que se parezca a mi —me da un manotazo.

—Yo pienso que podríamos intentarlo, quizás y somos las primeras en lograrlo —la abrazo y golpea mis brazos para zafarse, pero la tomo de la cintura antes de que se levante —vas a despertar a Daila, no seas tan brusca.

—¡Maldita niña! —susurra —¡¿de donde te sacaron para devolverte?!

—Pues biológicamente, salí de... —me cubre la boca con su mano y me lanza contra la cama.

—¡Cállate de una vez! —me suelta y me río al ver lo sonrojada que está.

—¿Que hacen? —pregunta Katerina al entrar en la habitación.

—Roxanne me estaba cambiando nielando algunos trucos —tomó su mano —para poner en práctica con Chiara.

—Por favor, cielo —dice levantándose para abrazar a Katerina —no la dejes entrar nunca más, devuélvela, desasté de ella en el camino si quieres, pero no la quiero cerca.

—Ahora imagina cuando Daila esté grande —comenta Chiara —no soportas a mi Vivi, ahora imagínate a tu igual.

—Será igual de tranquila que Katerina —dice abrazando a su esposa.

—Será tu Karma —le asegura Chiara.

Hace dos días, Chiara se reunió con Yura, no sé sobre qué hablaron, pero cuando llegó a casa por la noche, tenía su cuerpo cubierto de sangre, sus manos heridas, moretones en el cuerpo y su maquillaje corrido.

HeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora