Hera

Extra 3 -Cuentas pendientes.

HANNA

El pasillo se vuelve más oscuro a medida que avanzo por él, el olor a carne podrida se hace más intenso, uno de mis hombres agacha su cabeza al ver que me acerco a la celda donde está el hombre con el que tengo un asunto pendiente.

La puerta me es abierta y lo detallo con su fino traje, su bastón en mano que presiona con fuerza al verme. No dice nada, solo me detalle y golpetea sus anillos contra el bastón. Arreglo mi cabello, suelto un suspiro, llevo mi mano hacia mi cintura para desenfundar mi arma y él no se inmuta, sabe lo que le espera, sabe lo que hizo y que pagará por haberla dañado de esa forma.

—Roxanne te odiará —suelta con su voz ronca.

—¿Crees que eres el héroe de su historia? —sonrío —todo pasó por tu jodida culpa, Yaroslav Volkova.

—Yo di todo por ella... —niego apuntándole con mi arma.

—Tu querías un arma, tú querías ser inmune a cualquiera de tus enemigos y por eso entrenaste a Roxanne de esa manera. Tu deber era alejarla de toda esta mierda después de lo que sufrió por tu hijo, si de verdad la amaras, la hubieras dejado vivir como una adolescente de su edad, ¿la ayudaste a caso en alguna de sus crisis? —bajo el arma —no sabes lo que mi hermanita sufría, no sabes cuanto se desgarraba el alma por la culpa que sentía... Roxanne sufrió porque tu la metiste en tu vida de mierda.

—Tu llevas la misma vida de mierda —toma con fuerza el bastón.

—Está es la vida que yo escogí, yo elegí ser lo que soy ahora.

—Roxanne vive su vida como quiere.

—¿Y qué hay de la libertad que le robaste? ¿Le devolverás a la mujer que perdió?

—Está felizmente casada.

—Mi Roxanne es feliz ahora porque lucho con sus traumas, es feliz porque encontró la libertad en la mujer a la que tú esperabas la convirtiera en el arma más poderosa de la mafia rusa, ¿o me equivoco? —el sonríe —esperabas que Katerina tomara el poder, sabías muy bien que si ella lo decidía, lideraría a la mafia roja junto a Roxanne, tu arma.

—Me dio lo que necesitaba —camina hacia mi derecha —conozco su potencial y le saque provecho, yo no la veo quejándose por lo que es.

—Maldito —lanza  el primer golpe con su bastón y lo detengo —¿no esperabas salir de aquí o si? —forcejea para quitarme el bastón y es imposible —bien, ya escogiste el arma.

Lanzó mi arma hacia afuera y terminó de quitarle el bastón para soltarle el primer golpe que resuena contra su rostro. Se tambalea y suelto el segundo contra sus costillas, pero no se deja caer, aún quiere dar pelea. Solamente lo golpeo con el bastón, no meto mis puños, toda mi fuerza se concentra en el objeto que está entre mis manos.

Termino impactando el bastón tantas veces en su rostro que ya sería imposible reconocerlo. Vuelve a levantarse y el golpe va a sus piernas.

—De rodillas deberías estar ante ella —otro golpe resuena junto con el crujir de su hueso al partirse —. No la mereces.

—Nadie la merece —dice sonriendo —ustedes tampoco.

—No harás lo mismo con Daila, ¿crees que no sabemos sobre lo que hablas con ella? —se queda de rodillas —¿Qué crees que pensará Roxanne si se entera?

—Roxanne entraría con una daga en su mano —se escucha a mi espalda —Roxanne se acercaría al hombre en el que confió su vida de pequeña y Roxanne clavaría su daga en el cuello de su abuelo, como lo hizo con su padre y como lo hace con el hombre que quiere meter a mi hija en su mundo de mierda —le sonríe antes de clavarle su daga en el cuello —. Daila es intocable, Daila si tiene quien la proteja —se pone de pie y me mira con esa estúpida sonrisa arrogante —. ¿Quién es la hermana mayor más linda del planeta?